Delincuentes que roban hasta la comida siembran el terror en calle de cerro Alegre
Vecinas ya cuentan diez robos a las casas de calle Manuel Rodríguez. Piden la intervención de la autoridad.
En la calle Manuel Rodríguez, en cerro Alegre, los vecinos se conocen de toda la vida. Hoy, más que nunca, la comunidad del sector parece estar más unida. En los últimos seis meses, según sus relatos, han ocurrido al menos diez robos a las casas.
Se trata de ladrones que han ingresado impunemente a los hogares, muchos de los cuales son habitados solo por mujeres. Precisamente ellas son las más atemorizadas con la inseguridad.
"Este año me han robado dos veces; se llevaron hasta la carne y la comida que había en el refrigerador. Ante esto tuve que subir la altura del muro de mi propiedad", dice la profesora jubilada Amelia Vilches sobre los hechos que la afectaron en marzo y mayo del presente año.
Otra de las residentes de la calle Manuel Rodríguez nos pide que no publiquemos su nombre pero señala que siente miedo por los repetidos robos. "El ladrón que entró a nuestra casa se llevó hasta el jamón, el queso y unos postres que habíamos comprado. La semana pasada un tipo trató de entrar a mi casa pero alcanzamos a verlo y salió corriendo. Nos sentimos vulnerables", declara al recordar que también le sustrajeron lentes de sol, una cartera con maquillajes y unos audífonos.
"Solo en el último mes van seis robos", recalca Amelia Vilches.
Ayer, cerca del mediodía, un grupo de 12 vecinas de esta calle se reunió para expresar su inquietud ante esta problemática. Margarita Núñez, que vive en calle Hermanos Carrera, casi en la esquina con Manuel Rodríguez, se suma a los reclamos de las demás pobladoras: "Estamos preocupadas porque ya han robado muchas veces".
Patricia González, residente de calle Manuel Rodríguez, afirma que "está mala la situación porque los ladrones saltan los muros y se meten a las casas. Si uno sale a mirar a la calle se puede encontrar con uno de estos tipos y no sabemos qué hacer porque tenemos miedo de que nos puedan hacer algo".
Julia Silva explica que los ladrones han intentado robar en su casa y advierte que estos hechos serían parte de las fechorías que cometen "los angustiados", que son aquellos sujetos que, atrapados por la droga, se dedican a sustraer especies menores en los inmuebles.
Sobre esto último, las vecinas admiten que en los últimos meses han detectado la presencia de un sujeto que le vende pasta base a los adictos del sector.
"Dormimos con el alma en un hilo pensando en que andan tratando de abrir las puertas de las casas", dice Marina Bustos, quien vive junto a su madre de 89 años.
Muchas de estas mujeres alegan porque, según ellas, han llamado a Carabineros para hacer las denuncias pero "no llega ningún carro policial" al lugar.
Organizadas
Lejos de quedarse de brazos cruzados, las vecinas se están organizando. No quieren que los delincuentes sientan que tienen la batalla ganada. Por eso crearon un Comité de Seguridad, a través del cual esperan reunirse con las autoridades locales y los jefes de Carabineros. También crearon un grupo de Whatsapp y esperan que pronto, con la ayuda de la municipalidad, puedan instalar alarmas comunitarias.
"Creemos que la seguridad ciudadana en San Antonio no está dando resultado porque no tenemos seguridad, nos sentimos abandonadas y necesitamos un apoyo", sentencia Amelia Vallejos, quien tiene fe en recibir el respaldo que exigen. Por eso llamaron a Diario El Líder, para sentirse escuchadas.