El actor que enseña teatro a los niños para que expresen sus emociones
Jorge Cid comenzó a vibrar con las tablas desde los 13 años . Ya de adulto, encontró en los escolares una nueva forma de educar en base al amor y a las competencias que entregan las artes escénicas.
El profesor de Teatro de la escuela Padre André Coindre, Jorge Cid, esperaba ansioso a la prensa que llegaría al colegio para hablar sobre el festival de teatro que está organizando con todos los cursos del establecimiento educacional del cerro Bellavista, en San Antonio. Puso a un niño de cada curso en un semicírculo para que los reporteros les preguntaran a ellos mismos sobre las obras que están ensayando.
Los del primer ciclo preparan montajes de cuentos tradicionales infantiles, como 'Pinocho' y 'Blanca Nieves'; mientras los más grandes, clásicos de la literatura universal, como 'Romeo y Julieta', 'Hamlet' y otros llamativos títulos.
Catorce son las obras que ofrecerá el colegio para su festival de este mes, más una adaptación de la película 'Coco', desarrollada especialmente por los integrantes del taller de teatro para un concurso escolar en Casablanca. Ha sido una tarea titánica, considerando tal nivel de producción y dirección, pero a Jorge Cid no parece complicarle la existencia.
Pasión por el teatro
El amor de Jorge Cid por las tablas comenzó a los 13 años. "Desde mi juventud me empezó a llamar la atención el escenario, la música y la representación teatral. Cuando estaba con mis compañeros de curso en octavo básico estaba de moda la obra 'Jesucristo Súper Estrella' y yo tuve la idea de montarla. En ese tiempo éramos escuela de damas y la de varones, y pedimos todos los permisos correspondientes para hacer los ensayos con la escuela del lado y nos dieron la autorización. No logramos presentar la obra, pero sí generamos, a través del teatro, una mejor comunicación entre las escuelas".
Teatro en el aula
En la escuela Padre André Coindre Jorge Cid lleva tres años desarrollando en el aula las capacidades del teatro. Cada curso tiene 45 minutos a la semana de teatro pero no como un taller, sino dentro de la asignatura de Lenguaje y Comunicación.
El actor y director asegura que el teatro es una disciplina del arte que no solo busca entregar técnicas o ver qué niño actúa más o mejor, ya que en la escuela han buscado ir incorporándolo de a poco. "Niños que al principio lo rechazaban, hoy me esperan para la clase de teatro", afirma con orgullo.
Para él, la empatía y cercanía con los niños es una cuestión innata en su forma de enseñar. "Cuando hay que ser serio, me pongo serio con ellos, pero cuando hay que hacer más entretenida la clase, lo hacemos. Pero cuando no, y nos falta por ensayar, nos ponemos más serios y trabajamos mejor".
Para el profesor, lo más importante es generar un vínculo con los alumnos. "Creo que mi relación con los niños hoy es muy transparente y de mucho afecto, entendiendo que son personas en desarrollo. Es mucha responsabilidad entregar cada palabra o cada enseñanza, porque muchas de estas lecciones los marcan para toda la vida o les dejan un recuerdo que ellos van a llevar de mejor manera para el futuro que les va a tocar vivir".
Además, como a cualquier otro profesor, a Cid le toca lidiar con problemas reales de sus alumnos. "Uno acá las hace de director teatral, pero también de sicólogo y hasta de papá. A veces hay niños que llegan con un amor enorme un día, y al otro con rabia, odiando al mundo. Un niño me puede dar un abrazo y al otro día no me va ni a pescar". Sin embargo, él no baja los brazos para enseñarles "habilidades blandas" que los acompañarán por siempre.
Visión de mundo
Al estar inserto en un sector vulnerable, el actor sanantonino entiende que el estímulo de la escuela es vital para potenciar sus habilidades y reafirmar su confianza. "Yo les digo que Bellavista no es el mundo, y que ésta es solo su escuela. También está Santiago, hay otras regiones y otros países. Hay un mundo increíble por conocer, siempre les digo que nunca se limiten a soñar, porque todo el sacrificio que ellos hacen los puede llevar más alto".
Trayectoria
Durante su enseñanza media Cid participó en diferentes concursos de dramaturgia a nivel escolar. Incluso ganó uno de ellos. "Cuando se abrió el Congreso hicieron un concurso llamado 'Congreso, pilar de la democracia', donde había que escribir un texto y yo lo gané a nivel regional. El premio era un set de libros de teatro, una cena y, por supuesto, el honor de ser recibido en el parlamento ante los honorables, sobre todo por lo que significaba el retorno a la democracia en aquel momento y que el Congreso volviera a funcionar como un estamento público".
Estudió Teatro con mención en dirección en el Instituto Superior de Arte y Cultura Bertold Brecht. Ya mientras estudiaba, dirigía un grupo de teatro juvenil en San Antonio.
"Rafael Allende, del Departamento de Cultura de la Municipalidad de San Antonio de esa época, me dijo que lo que fuera aprendiendo en la semana estudiando en Santiago, lo desarrollara los fines de semana con los jóvenes de San Antonio en un pequeño taller los sábado", rememora.
"Formé una compañía de teatro que se llamaba 'Arte Escénico'. Ahora tengo la compañía 'CidArte' donde hago trabajos para la empresa privada, generalmente de prevención de riesgo con dramatizaciones. Yo mismo escribo los textos. El último trabajo que hice fue con el Instituto de Seguridad del Trabajo (IST), en una capacitación para la empresa 'Migrin', donde había que enseñarles a los trabajadores sobre la prevención de riesgos, lo que significaba trabajar en la empresa y la responsabilidad de los funcionarios en temas comunicacionales, explicándoles que la mala comunicación generaba que el trabajo no fuera agradable y produjera una mala convivencia".
Además, hizo clases en los colegios El Roble, Movilizadores Portuarios y Liceo Nacional y fue director de teatro del Departamento de Cultura de la Municipalidad de San Antonio por más de 15 años, donde dirigió las obras 'La remolienda', 'Ánimas de día claro', 'Como en Santiago', y con su propia compañía montó clásicos de las tablas como 'Bodas de sangre' y 'El enfermo imaginario'.
-¿Por qué decidió dedicarse a enseñar teatro en los colegios?
-Bueno, esto se fue dando con los años. No es algo que decidiera de un día para otro, pero me gusta. Los niños son personas en desarrollo, y las herramientas que les brindamos en la escuela a través del teatro los ayudan a expresar sus emociones y los pueden marcar para toda la vida de buena o mala manera.
Por estos días, el profesor está pendiente de sacar adelante las 14 obras de teatro escolar más la obra que llevará a Casablanca, en un proyecto único en la Región de Valparaíso.
Si bien no se pueden evaluar los resultados que tienen en los niños las clases de teatro de manera cotidiana, sí se puede medir el entusiasmo y la admiración que sienten por Jorge Cid. Y él está orgullo del cariño que recibe día a día.