Nicole Guzmán Cáceres

Es jueves 1 de noviembre y mientras muchos disfrutan de un día libre o aprovechan de visitar a sus deudos en el cementerio, otros estuvieron reunidos en el auditorio del colegio People Help People ensayando con la Orquesta Sinfónica de Santo Domingo.

Pero no se trata de un ensayo habitual, sino uno muy especial porque en esta ocasión hubo un invitado especial: nada menos que el emblemático grupo nacional Los Jaivas.

La orquesta parte en Santo Domingo el año 2009, en un proyecto que busca integrar jóvenes de la provincia movidos por la música, principalmente de la comuna parque. Tiene alrededor de 170 alumnos en sus cuatro niveles: exploración, apresto, intermedia y juvenil.

Hay niños desde cinco años hasta jóvenes de 25, quienes han egresado de la educación media pero siguen vinculados a la orquesta, incluso estudiando música o instrumentos específicos.

"Hay varios que están estudiando distintas carreras musicales y otros que incluso han egresado de distintas carreras musicales", comentó Pablo Yáñez, director musical de la orquesta.

Los jaivas

Estuvieron todo el día ensayando, con apenas una pausa para almorzar. La verdad es que la situación lo ameritaba, porque se preparan para tocar junto a sus amigos del grupo Los Jaivas.

Jóvenes y adultos, todos músicos, se comunican en un lenguaje que pocos logran entender. "No poh', 'pa, pam, paamm'; no 'pa, pam, pam'", dicen entre ellos.

"3-22 chiquillos por favor, 'pa, pam, paam' (moviendo su batuta) y luego cierran", les dice el director Yáñez pareciendo que realmente hablan en otro idioma. La orquesta vuelve a tocar el remate de la popular canción "Sube a nacer conmigo hermano".

En medio del ensayo los músicos intercambian visiones sobre los últimos acordes de la canción. El primero en comentar su descontento es Mario Mutis, guitarrista de Los Jaivas: "No sé, es que termina muy brusco encuentro, medio milico. En la realidad esto termina y se funde con la canción que sigue", le comenta Mario a Pablo, el director. "Bueno, pero eso es en el disco", dijo Carlos Cabezas, vocalista de la banda.

Después de sus comentarios, vuelven a la concentración necesaria para seguir con el "pa, pam, pam" que ya han tocado unas cinco veces.

¿Y... te pareció milico ahora?, dice Claudio Parra, pianista y amigo del director de la orquesta.

Todos ríen. Parece que encontraron la fórmula para cerrar todos juntos la nueva versión de la canción, esta vez con orquesta sinfónica.

Para los integrantes de la agrupación santodomingana es normal compartir ensayos y escenarios con Los Jaivas; sin embargo, siguen atesorando estos momentos que les permitirán mejorar como músicos.

La relación con Los Jaivas surgió hace un par de años, cuando Pablo Yáñez, director de la orquesta, se vinculó con Claudio Parra, pianista y director musical del conjunto nacional. "Surgió una amistad por el ambiente musical y temas académicos. Lo invité a tocar el 2015 como solista en piano junto a la orquesta, y le gustó tanto que nos invitó a tocar con ellos en octubre del 2016 para el natalicio de Violeta Parra. A la fecha llevamos como siete presentaciones en conjunto", comentó Yáñez.

La orquesta y Los Jaivas tienen varias presentaciones juntos. Claudio Parra, director musical y pianista de la banda, se toma el tiempo de hablar con cada niño que lo requiera, con una palabra amable y un concejo musical.

Comenta que "nació la intención de hacer algo juntos, pero demoró un tiempo que cuajara la idea. Finalmente logramos hacer un concierto de Los Jaivas con la orquesta" señaló el músico nacional.

Parra cuenta de sus presentaciones junto a la orquesta juvenil con mucho cariño. "Ya hemos hecho muchas cosas: tocamos dos veces en Valparaíso, una vez en la plaza Sotomayor y otra en el Teatro Municipal de Valparaíso. En el museo de Bellas Artes de Santiago y hace poco para nuestro concierto de aniversario 55 en el Movistar Arena. Ya tenemos una relación que nos permite sacar un concierto con un ensayo".

Jóvenes

Una de las cosas que más valoran en la banda, es cómo estos jóvenes son capaces de producir buena música a tan corta edad. "Los chicos tienen una gran calidad musical y mucho entusiasmo, seriedad y dedicación. Eso nos parece maravilloso", dice Parra.

Para los chicos de la orquesta también es un desafío acompañar a la banda que más ha trascendido la escena musical nacional.

Andrés Donoso, toca el violoncello desde los diez años. "Estar en la orquesta significa mucho para mí. Aquí fue donde surgí, donde aprendí a amar la música y a entenderla. Ahora estudio Música en la Escuela Moderna", dijo.

Carla Letelier toca hace 4 años la viola, mismos años que lleva en la orquesta. Para ella la formación del director ha sido fundamental en su desarrollo. "No solo por el conocimiento de música, también por entender las cosas de mejor manera".

La joven de 19 años, también cuenta cómo es tocar con Los Jaivas siendo artista: "es muy gratificante, no sé cómo decirlo de otra forma que no sea 'genial' tocar con ellos. Pese a que son músicos muy reconocidos, son muy humanos. Se acercan a enseñarte y nos complementamos súper bien".

Vania Peña es otra de las discípulas de Pablo Yáñez que se dedicó a estudiar un instrumento música. "Estas son experiencias súper bonitas. Partir en la música y llegar a compartir escenario con grandes artistas como Los Jaivas es importante. Estudio trombón y para mí esto es mi futuro. Estar con ellos acá significa un gran aprendizaje", dijo cuando finalizó el ensayo.

Para Paulina Gutiérrez, la Orquesta Sinfónica de Santo Domingo es como una familia. "La orquesta es súper buena, se aprende harto, se comparte, al final esto es una familia. Aprendemos junto a un grupo de gente que está en el mismo camino de la música", comentó.

Energía

Pablo Yáñez, director de la orquesta, valora mucho que los músicos se den el tiempo de inspirar a los jóvenes en la música.

"Siempre es una inyección de mucha energía tocar con Los Jaivas, ya que ellos son muy cercanos a los jóvenes. Están muy pendientes de lo que hacen en la orquesta, viendo los avances desde que los conocieron hasta la fecha", dijo.

Agregó que "siempre los niños reciben de muy buena forma cuando tocamos o ensayamos con ellos. Porque no solo tocamos, también estamos en los ensayos conversando. Ellos les piden algunos consejos y siempre están dispuestos a cooperar, a escuchar, a admirarlos. Los niños están felices de tocar con Los Jaivas".

Después de varios 'papampanes' del director, los jóvenes músicos de Santo Domigo se sienten a sus anchas con los integrantes de Los Jaivas. Actúan como un grupo consolidado y es en el fondo, los que siempre han querido.