La historia del joven que entró a la universidad gracias a la ciencia
Sebastián Guerra, a sus 18 años, acaba de ser aceptado en la Universidad Federico Santa María por toda su trayectoria científica, lo que le ha dado la oportunidad de utilizar el "Cupo Explora".
Sebastián Guerra acaba de egresar de cuarto medio y ya la tiene clarita. Ser ingeniero civil informático es su meta, sobre todo para aportar a la ciencia desde la creación de nuevas e innovadoras formas de divulgarla.
Este joven ingresó a la universidad gracias a su mérito científico, que viene acumulando durante varios años debido a su participación en la academia de ciencia Yecos del Inco, lo que lo tiene muy contento.
Cupo Explora
El cupo Explora-Unesco es una iniciativa que busca contribuir al acceso a la educación superior de jóvenes con trayectoria científica demostrable.
"Tuvimos que mandar fotos, certificados y un montón de archivos que demostraran mi carrera científica", comentó Sebastián Guerra, que acaba de salir de cuarto medio del Instituto Marítimo Comercial Pacífico Sur de San Antonio (Inco).
Este sistema especial de admisión comenzó a funcionar el 2018 con 60 vacantes en cinco universidades estatales distintas. Hoy los cupos y las universidades que se han acogido a esta modalidad son muchas más.
"Hasta el momento sabemos que hubo dos personas seleccionadas de esta región y solo Sebastián estudió Técnico Profesional en el liceo", realza orgulloso su profesor de Biología, amigo y mentor de Sebastián, Pablo Malhue.
Y es que, efectivamente, Sebastián egresó de Administración con mención en Recursos Humanos del Inco, y actualmente, realiza su práctica en Home Center Sodimac San Antonio.
Yecos del Inco
Sebastián no siempre fue un aficionado a la ciencia, llegó a ella por un amor y se quedó.
Entre risas, Sebastián y su profesor Pablo intentan relatar la serie de hechos que lo llevaron a integrar "Yecos del Inco", la academia de ciencia que dirige el docente y que le ha dado varios logros al colegio y a los alumnos que lo integran. "Bueno, llegué a la academia siguiendo a una chica que me gustaba, ella me dijo que me metiera y yo le hice caso".
-Bueno, ¿Y te resultó con la chiquilla?
-Sí, pololeamos como un año. Después ella se cambió de colegio y terminamos. Yo me quedé en la academia, ya me había entusiasmado con todo lo que hacíamos. No me hubiese imaginado hacer ciencia dentro de mi etapa estudiantil. Después de la universidad tal vez sí, porque todo lo que me había imaginado tipo estudio, era ser científico.
-¿Y cuáles eran tus otras dos opciones?
-Ingeniería en Informática en la otra sede de la universidad o técnico en Informática. La idea era estudiar sí o sí ingeniería en la Federico Santa María.
Trayectoria Científica
Sebastián tiene un recorrido por la ciencia desde hace algunos años en estudios taxonómicos de las aves de humedales de la provincia de San Antonio, elaboración de propuestas de los principios de Alfabetización Antártica, presentada en la Feria Antártica Escolar del Instituto Antártico Chileno; además de haber expuesto en una serie de ferias científicas locales, y haber participado de campamentos de ciencia organizados por distintas casas de estudios.
También su trabajo fue distinguido como proyecto destacado del Año Internacional del Turismo Sostenible para el Desarrollo en la feria científica nacional juvenil del Museo Nacional de Historia Natural de Chile.
Estudios
A pesar de tener todo el potencial para estar metido entre microscopios y tubos de ensayo, Sebastián eligió una carrera un poco más alejada de las ciencias tradicionales.
"Siempre me ha gustado la Informática y elegí la carrera de Ingeniería Civil Informática en la Federico Santa María en Valparaíso".
Su profesor alucina con las posibilidades que se abren al tener un profesional de la programación como aliado de la ciencia. "Siempre podrá aportar desde la Informática al desarrollo de nuevas plataformas para la divulgación científica", comenta.
Sueños de google
Este joven sanantonino tiene más o menos claro cuál es el camino a seguir luego de egresar de la universidad. "Me gustaría poder trabajar en Google, los principales desarrolladores de innovación en estos momentos".
Para el profesor Pablo Malhue, los sueños de este joven no tienen límites. "Siempre trato de decirle a mis alumnos que no hay límites", señala.
Además de ser un científico y computín empedernido, Sebastián tiene otros pasatiempos, como el deporte. Hace algunos años practica muay thai , un boxeo tailandés. Por ahora lo tiene un poco de lado, pero espera retomar alguna disciplina similar en la universidad. "Eso es uno de los aspectos que más me gustan de la universidad, que se adapta mucho a mi perfil", señala.
Alumno promedio
Pablo no solo es guía y mentor en la academia de ciencia, también es su profesor de Biología. "Dentro del aula Sebastián es un estudiante promedio. Sin embargo, siempre los profesores decían que era un cabro medio dormilón, que se veían sus capacidades, pero recién en cuarto medio las comenzó a demostrar. En Matemáticas siempre le fue bien, el profesor del ramo tiene las mejores recomendaciones de él, justamente es una materia crucial para el desarrollo de su futura carrera".
Sebastián al ser consultado sobre si tendrá los hábitos de estudio necesarios para una carrera de ritmo intenso como Ingeniería Civil, dice que "al proponerme las cosas siempre las cumplo. Sé que será difícil, pero también sé que podré hacerme los hábitos de estudios para cumplir mis metas".
Su profesor comenta también que "yo espero que la universidad también aporte con algún tipo de programa o de acompañamiento especial para estudiantes que ingresan de distintas formas, porque también están los alumnos del programa Pace o de ingresos complementarios. Espero que lo puedan incluir a él para que le vaya mejor, al menos durante el inicio".
"Además, va a una universidad donde sus compañeros estarán mucho más preparados para las matemáticas que él, un alumno técnico profesional. El Seba viene de un colegio donde los preparan para el trabajo más que para la universidad. Entonces él tuvo que reforzar esa parte con un preuniversitario, estudiar aparte y ensayar. Hubo un esfuerzo que se justifica que él esté hoy entrando a esa universidad", cuenta con mucho orgullo el profesor sanantonino.
Gastos
Lamentablemente, Sebastián no cumple con el perfil socioeconómico para optar a la gratuidad. Sin embargo, tiene las fichas puestas en el cuestionado Crédito con Aval del Estado (CAE) y en alguna beca complementaria que le puedan dar en el futuro, como la Bicentenario o la Juan Gómez Milla.
A eso este sanantonino debe sumar los gastos de desplazarse a otra ciudad a estudiar, por falta de universidades en la provincia.
"Estoy seguro que durante los próximos años, más jóvenes de la provincia se irán sumando a este tipo de ingresos a la universidad. Sebastián no es el único con mérito científico, bien lo saben los profesores Gloria Menares y Diego Iriarte quienes tienen una amplia trayectoria motivando a grupos de niños por la ciencia", dijo Pablo.