Raúl Abarca Pailamilla
Manuel Mella Bernal llora desconsolado al lado de su micro. Tiene rabia, pena, impotencia y angustia.
"Tuve que pagar 400 mil pesos para que me arreglaran la micro. Me quedé sin nada y más encima estoy pagándola. De dónde voy a sacar plata", se preguntó con la voz entrecortada.
Ayer este sanantonino dice haber sido víctima de una turba de "delincuentes, porque es lo que son" en la protesta que realizaron los pescadores por el proyecto de ley de la jibia, que al final de la jornada fue vetada por el Presidente Sebastián Piñera.
"Estaba estacionado en el sector de Bomberos de San Antonio, ahí en Pedro Montt. Iba con pasajeros en dirección a Cartagena cuando comenzamos avanzar y un grupo de delincuentes comenzó a lanzar piedras a las micros. Carabineros nos dio el paso para que nos fuéramos a Cartagena pero vimos las llamas que estaban en el camino. No sabíamos qué hacer con la micro que estaba adelante de mí. Así que pasamos por las llamas", confesó Mella.
Efectivamente, ayer en redes sociales comenzó a circular un video en el que muestra a una micro avanzar en medio de las llamas, en calle Antonio Núñez de Fonseca, a metros de la instalaciones de Puerto Panul. De inmediato los comentarios en contra del conductor de este medio de transporte no se dejaron esperar.
"Harto imprudente lleva pasajeros, los micreros están acostumbrado a dar a locas, piensan que llevan animales". "Cero criterio en la vida de los pasajeros... Mal la actitud del conductor!". "Son unos hambrientos estos choferes deberían fiscalizar más. Así como cobran pasajes a gusto de ellos"; fueron algunos de los comentarios que dejó este video en Facebook.
Mella aclaró que "yo no soy el de la micro, pero si la persona que grabó hubiese seguido filmando aparezco yo con mi micro cruzando también las llamas. Fue una situación extrema".
"Mucha gente criticó a mi colega sin saber por qué lo hizo o hicimos. La verdad es que no teníamos otra opción, porque nuestra integridad física como la de los pasajeros estaba en peligro con los piedrazos que nos estaban llegando", describió.
Mella aseguró que gastó 400 mil pesos para recuperar su herramienta de trabajo.
"Me quebraron los parabrisas, los vidrios de los costados y me lanzaron una red que trancó las ruedas traseras. La verdad es que yo entiendo a los pescadores, pero no creo que sea la forma de manifestarse, sobre todo, dañando a los trabajadores, poniendo en peligro la vida de las personas. Si tuviese que hacer lo mismo lo haría, pero lo ideal es que estas situaciones no ocurran", dijo Mella.
Este trabajador sanantonino ayer mandó a reparar su vehículo. Hoy debería estar lista para reanudar sus labores que ayer se vieron cesadas muy temprano por la mañana.
"Nos apedrearon y quebraron los vidrios. Ahora, quién me paga", se preguntó.