El día que murió
60 años del accidente aéreo que detuvo las rockolas en el mundo entero.
Fue el 3 de febrero de 1959, en medio de la gira Winter Dance Party, en la que destacados rockanroleros tocarían en distintos estados del norte de EEUU. Todo partió el 23 de enero, en Milwaukee, y debía terminar el 15 de febrero, en Springfield, Illinois. La desordenada ruta iba de lado a lado, conejeando, en distancias de más de 600 kilómetros que abarcaban en un día, para llegar y tocar en la noche, se recorría por tierra. Buses de la época, de la década del 50, mal sellados y sin aire acondicionado. Buses que cruzaban carreteras donde la temperatura de ese invierno podía llegar a los 20 o más grados bajo cero.
Varios de ellos se agriparon. Afiebraban en cosa de horas, y contagiaban a sus vecinos de asiento. Un emergente Big Bopper, que pasaba por su mejor momento, manifestó de los peores síntomas. Ritchie Valens, un adolescente de quien se hablaba en gran parte del país, parecía resistir. Buddy Holly, el más grande del momento, decidió que el bus no era óptimo y, si viajaba en él, se arriesgaba la gira. De modo que hizo los contactos y decidió volar desde Clark Lake, en Iowa, al Aeropuerto Hector, en Fargo, el lugar más cercano a Moorhead, Minnesota, donde tocarían al atardecer siguiente. El avión: un pequeño Beechcraft 35 Bonanza, de 1947. Partieron a la una de la madrugada, en una noche tan negra como el futuro que les aguardaba.
En el vuelo, la nieve, el viento y la oscuridad hizo que el piloto, Roger Peterson, de apenas 21 años, perdiera el control de la nave y se estrellara a 10 kilómetros del aeropuerto. Se estima en unos 275 km/h la velocidad del choque. El avión quedó destrozado. Los cuerpos de los tres músicos fueron encontrados con diversas fracturas, a muchos metros del fuselaje del avión. En el mundo, la noticia copó las portadas. Miles de jóvenes lloraron por la pérdida de sus ídolos. Pero, extrañamente, la gira no se detuvo, a pesar de que, para muchos, en ese accidente la música había muerto.
Big bopper
Tenía 28 años al momento del accidente. Era cantante y DJ. Antes del fatídico día, ya era famoso por haber establecido un increíble récord: disjockear durante seis días sin parar más de 1.800 canciones. Pasados los 23 años, se decidió a componer algunas canciones. E interpretarlas. Trabajó duro en ambas áreas hasta que en 1958 impactó a todos con la canción 'Chantilly Lace', con la que llegó al N° 1, y que fuera la tercera canción más solicitada aquel año. En ella, intercala las estrofas con llamadas telefónicas que se enriquecen con la alegre forma de cantar de Bopper, quien bien pudo ser un gran comediante.
La muerte le llegó casi por azar. Estaba muy agripado, pero no quería perderse la agotadora gira. Cuando apareció el avión arrendado por Holly, le dijo a Waylong Jennings, bajista de Buddy, que se sentía pésimo y que si viajaba en el bus no podría tocar. Necesitaba un viaje más corto y cómodo. El de la aeronave sería para Bopper y el del bus para él.
Ritchie valens
Para muchos, el mártir más joven de la historia del rock. Murió con apenas 17 años de edad. Y quizá la carrera más prometedora de la música, hasta la aparición de un pequeño llamado Michael Jackson. A pesar de su corta edad, y con apenas ocho meses de carrera, ya contaba con dos éxitos que con el tiempo se convertirían en clásicos alrededor de todo el mundo. 'La Bamba' y 'Come on, let's go' se escuchan a menudo hoy en radios de época, a largos 60 años de sus precarias grabaciones. La primera de ellas, canción popular mexicana -origen de Richard Valenzuela Reyes, su verdadero nombre-, fue transformada en rock'nroll por el malogrado adolescente, y convertida en un himno mundial, con centenares de otras versiones.
También fue el azar quien lo puso en el avión: quedaba solo un lugar, pues el piloto, Holly y su bajista estaban en los otros. Así que apostó con Tommy Allsup, otro rockanrolero en gira, quién sería el afortunado que no viajaría en el estropeado bus. Arrojaron una moneda al aire y el ganador del pasaje a la muerte fue el pequeño Ritchie.
Buddy holly
El más grande del trío, a pesar de sus 22 años. Es considerado uno de los padres y pioneros en la historia del rock'n roll. Y ha sido influencia fundamental para decenas de bandas y solistas. Solo por nombrar a algunos: Elvis Costello, Don Mac Lean, Blondie, The Kinks, The Who, The Hollies, The Animals, llegando hasta Radiohead y Rush, entre aquellos que podrían verse como más retirados de su estilo prístino.
Quizá si su más ferviente fan a lo largo del orbe sea nada menos que Paul McCrtaney, quien se ha encargado de diversas maneras de honrarlo y mantener vivo su recuerdo y legado musical.
Era sin duda el líder de aquella gira. Y fue quien tomó la fatal decisión de arrendar el avión Bonanza para evitar el extenuante viaje en bus.
En ese tiempo, 1958-1959, era para muchos el mejor rockanrolero del planeta. Algunas de sus más destacadas canciones son 'Peggy Sue', 'That'll be the day', 'Crying, Waiting, Hoping' -también grabada por The Beatles-, 'Everyday', 'It's so easy', y varias más.
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