8 cines en el litoral
por Ángel Custodio González Díaz.
En la década del los años treinta y con la llegada a nuestro puerto de San Antonio, el señor cura don Abel García Huidobro se hizo cargo de la parroquia y se propuso hacer un teatro o sala de eventos para los colegios o escuelas públicas de la zona. Grandes fiestas de acontecimientos, históricas y alumnos sobresalientes, diplomas de fines de año en general.
El nombre de esta sala o teatro fue Variedades. También se pasaban películas como La pasión de Señor, no eran sonoras. Las Mudas de Charles Chaplin, La Quimera del Oro, que son varias; de Rodolfo Valentino, Greta Garbo, Laurel y Ardy y otras.
Este teatro estuvo ubicado en calle Gregorio Mira altura del 280 y frente donde fuera la Cárcel Pública en esquina de Palmieri, donde hay un estacionamiento para vehículos.
Tenemos en Centenario esquina de Palmieri el Teatro Central, su administrador señor don Armando Díaz (pariente mío). Recuerdo de una serial, La Mano que Aprieta, era de terror y yo al ver el telón de propaganda sentía miedo a mi corta edad de 8 a 9 años, no entraba por imaginación, no podría dormir. A los años posteriores se demolió el frente y quedó la parte de la platea por Palmieri y la persona que compró aprovechó para hacer la Sala Pullman donde exhibían una película, recuerdo su nombre, Chachita. En esa época pasó Hugo Del Carril, argentino tanguero, año 1943 más o menos.
El la década del 38 se empezó a edificar en Centenario el Teatro Cervantes, actual tienda Johnson; este teatro dejó muchos recuerdos, grandes estrenos. Ejemplo, Lo que el viento se llevó, por Clark Gable. Otra de Omar Sharif, Chirley Temple y las seriales famosas El misterioso Doctor Satán. Tambie se hacían peleas de Box y Cachacascán. Los hermanos Varela, el Che Mosca, los hermanos Rosales, el recital del Gaucho Arenas, Don Guillermo Lillo Tenor, Don Alberto Castillo con sus músicos tangueros argentino, Leo Marini, La voz que acaricia, Cubano con sus Boleros, Argentino Ledezma.
Los Tucumán con sus tambores y guaracas que hacían sonar el piso y tantos difícil de enumerar.
Tenemos la Sala Victoria en calle Pedro Montt, no era de mucho espacio en proporción como los otros teatros. Tenía combinación con el Teatro Moderno de Barrancas, en bicicletas y cuando se cortaba la película es porque no llegaba a tiempo y empezaba el problema, "viene en camino el jovencito", cuando era de cowboy. Ya anterior tenemos en Cartagena el Teatro Diana, de gran prestigio, construido similar a los otros, pero con la llegada de la modernidad a chile la televisión fue el punto final para las ocho salas ya abandonadas y solo quedan los recuerdos.
El hijo del dueño de esta sala o teatro se encuentra en Estados Unidos, su apellido es Lozano me confirmó un amigo, Oscar Rojas Valenzuela, que vende fotos antiguas históricas en Cartagena en Playa Chica es de mucho conocimiento acerca de los poetas del litoral, poeta cultural de varios temas.