Nicole Guzmán Cáceres

De película fue la acción que protagonizó Jorge González Orrego, el camionero que el lunes pasado se salvó de milagro en un accidente que pudo costarle la vida en la ruta Nuevo Acceso al Puerto. El camión que guiaba quedó sin frenos y él se lanzó a la calzada justo antes de que chocara con unas barreras de concreto.

Pero ahora, González enfrenta un drama mucho mayor: no tiene cómo solventar sus gastos diarios.

El chofer está preocupado, porque no tiene recursos para pagar el arriendo de la pieza donde vive en Alto Mirador. Su arrendadora es una profesora jubilada que necesita el dinero, ya que, según ella misma cuenta, su pensión es una miseria.

-¿Qué significa económicamente para usted este accidente?

-Aquí quedo dependiendo de lo que da la licencia (médica). Yo trabajo por porcentaje más el sueldo mínimo. Si no hago ningún viaje, quedo solo con el mínimo.

Además, hace un año quedó viudo, por ende, es el único sustento de sus dos pequeños hijos, de 4 y 6 años, quienes están a cargo de su abuela materna, debido a que él trabaja la mayoría del tiempo. Por su familia llegó hace dos años y medio a San Antonio proveniente de Copiapó.

Para peor, su familia no es de San Antonio, y él no ha querido informarles de su situación. "No quiero decirle nada a mi mamá, ella está complicada de salud. Si le digo dejaría todo botado por venir y no estoy tan mal. Prefiero contarle cuando venga, para las vacaciones de invierno", explica González, quien resultó con cortes en su cabeza y brazo izquierda tras lanzarse del camión.

Milagrosa

El chofer contó cómo transcurrieron esos cinco segundos en donde las decisiones que tomó le permitieron estar contando la historia.

"Me percaté que el camión se quedó sin aire (en los frenos), porque no es primera vez que me pasa. Perdí el control del camión, y como iba con tanto peso, agarró velocidad. Yo venía por la caletera, cerca del ingreso a Puerto Columbo", relató.

Ahí la situación se tornó mucho más compleja. "No tuve ninguna opción, solo guiar al camión. Justo venía un auto y lo esquivé. Me tiré hacia la orilla del cerro que está ahí. Luego vi a un camión tolva que venía de frente. Le hice gestos para que se corriera y por suerte entendió y se hizo a un lado. Después de eso el camión agarró vuelo. Vi unos arenales y traté de tirar el camión para que se enterrara ahí. Abrí la puerta y me arrojé. El borde de la vereda estaba muy alto y el camión no se subió como lo había pensado, siguió de largo".

El vehículo terminó atravesando la ruta, y finalmente chocó contra las barreras de concreto. No hubo víctimas que lamentar.

"Agradezco que el accidente no haya pasado a mayores y no haya dañado a nadie", expresó aliviado González, quien reclamó por la atención que recibió en el hospital Claudio Vicuña.

"Entré en ambulancia y me tuvieron varias horas esperando antes de atenderme. Me hicieron una resonancia y luego unas curaciones. No me dijeron nada más, ni siquiera si era necesario volver o ir a terapia", porque su brazo sacó la peor parte al caer del vehículo en movimiento.

Antes de este trabajo estuvo en otros empleos de manera esporádica. Ahora lamenta que justo cuando se estaba "afirmando" pasó este incidente. Por eso apela a la buena voluntad de los sanantoninos para al menos pagar el arriendo. Cualquier aporte lo puede recibir en su cuenta rut 10.849.669-k.

"No quiero decirle a mi mamá, ella está complicada de salud. Si le digo dejaría todo botado por venir y no estoy tan mal",

Jorge González Orrego"

"Vi unos arenales y traté de tirar el camión para que se enterrara ahí. Abrí la puerta y me arrojé. El borde de la vereda estaba muy alto y el camión no se subió como lo había pensado, siguió de largo",

Jorge González Orrego"