Índice regional de "Inclusión Social" reprobó a la provincia de San Antonio
Quedó en el quinto lugar entre siete provincias medidas en el análisis elaborado por la Universidad de Viña del Mar.
El término "Inclusión Social", usado por muchos políticos en épocas electorales, se define como el "proceso para que las personas al borde de la pobreza tengan una vida económica, social y cultural de bienestar". En otras palabras, las condiciones mínimas para tener calidad de vida.
Por segundo año consecutivo, la Universidad de Viña del Mar (UVM) elaboró un estudio a nivel regional para determinar en qué comunas y provincias hay mejores o peores grados de inclusión social.
Las comunas de Los Andes, Concón, Quillota, Santo Domingo y Villa Alemana se mantuvieron dentro de los 10 primeros lugares en inclusión social en los resultados que ayer adelantó El Mercurio de Valparaíso, pero que serán presentados oficialmente durante la semana.
A nivel provincial, San Antonio no queda bien parado. Quedó en el quinto lugar entre siete provincias medidas en el índice de inclusión social. Los Andes, Marga Marga, Petorca y Quillota están por sobre San Antonio, que solo supera a San Felipe y Valparaíso.
Tres aspectos
"La inclusión social tiene tres aspectos centrales. Por un lado, el acceso a bienes y servicios, como educación, salud, vivienda. Por otro, la redistribución económica -salario y nivel de ingresos-, además de la participación", plantea Juan Pablo Prieto, director ejecutivo del Centro de Inclusión e Innovación Social (Criis) de la mencionada casa de estudios, donde se generó el análisis.
El Índice Regional de Inclusión Social (Iris), primero de su tipo en Chile, incluyó 36 de las 38 comunas de la zona -con excepción de Juan Fernández y Hanga Roa- en cinco dimensiones. Ellas son Educación, con ocho indicadores que van desde acceso y cobertura y deserción; Género, con las categorías de educación, empleo, participación y vulnerabilidad social, entre otras; Salud y Bienestar, con cinco ítems, desde cobertura en atención de salud hasta infraestructura y prevención; Vivienda y Entorno, con aspectos como áreas verdes, seguridad, acceso y calidad de vivienda; y Empleo y Seguridad, con seguridad y vulnerabilidad laboral.
Los datos correspondientes a los indicadores fueron obtenidos de la Encuesta Casen y de los ministerios de Educación, Salud, Desarrollo Social, entre otros del sistema público. Todos ellos permitieron configurar el índice de cada comuna y establecer tres rangos de inclusión local: alto, de 48,7 por ciento a 53%; medio, de 43,5 a 48,6%, y bajo, de 38 a 43,4%.
De esta forma, la provincia queda en la categoría media con un 46% en promedio.
Las dimensiones de empleo, vivienda y educación empujan la nota hacia abajo. Solo en género, la provincia de San Antonio alcanza la categoría alta, con un grado de inclusión del 50%.
"Son grados en una escala que todavía hay que ajustar", comenta Prieto.
"Aún planteamos que estas son señales de inclusión, no queremos decir que un territorio es del todo no inclusivo porque son las primeras dos mediciones que se han hecho en la historia", agrega el director ejecutivo del Criis de la UVM.