Rodrigo Ogalde Cofré

Cuesta entender los designios de la vida y la llegada de la muerte, que jamás es bienvenida. Pero el camino final siempre está ahí presente, listo para que alguien lo tome. Francisco Francesetti Abarca tenía solo 39 años. Su sueño era ser padre. Ayer su cuerpo no resistió una operación en la Clínica Ciudad del Mar. Sus padres Óscar Francesetti Cano (70) y Olga Abarca Fernández (60) y sus hermanos Óscar "Pepino" (31) y Fiorella (38) se enteraron por la mañana de su muerte. Fue inesperado, terrible, un episodio inolvidable.

La familia Francesetti, conocida por décadas en San Antonio porque mantiene el legado del restaurante "Juanita", en calle Antofagasta, y de la fuente de soda que lleva el mismo nombre, hoy vive un momento de consternación, quizás el más duro de todos los que el corazón humano pueda soportar, especialmente para los papás que pierden a uno de sus hijos. Pena, dolor, desazón, incredulidad, amor, esperanza y llanto. Esa es la mezcla que deja la triste noticia del deceso de "Fran".

Óscar, el hermano, contó a Diario El Líder que el pasado lunes 19 Francisco fue llevado a la clínica viñamarina porque debía ser operado de un problema en su intestino, el cual, por razones inexplicables, se le había torcido. Esto ocurrió después de ocho años de que se sometiera a una operación de bypass gástrico. "Fran" había sentido dolores en los últimos meses pero solo hace un par de semanas se pudo establecer el origen de esas dolencias.

Los familiares lo acompañaron hasta la noche del miércoles después que los médicos lo intervinieran para "destorcer" su intestino. "El médico nos dijo que había sido súper complicado, que el intestino se le había dado tres vueltas y tenían que destorcerlo, y eso lo estaba complicando. Después de la operación nos dijeron que había quedado súper grave y que eran 48 horas las que teníamos que esperar", detalló "Pepino", quien confirmó que a su hermano hace ocho años le instalaron el bypass, lo que le habría provocado una especie de "vacío en su estómago" y eso generó el problema por el cual lo operaron anteayer.

Por la mañana de ayer, una hemorragia y un paro cardiaco cobraron la vida de Francisco. Fiorella llamó a sus padres y a su hermano Óscar. Un frío de espanto recorrió los pasillos de los dos locales comerciales. Pasado el mediodía, en la fuente de soda "Juanita", en la avenida Barros Luco, aún estaban los garzones y cocineras, que se encargaban de cerrar el local y acompañar a Óscar, que pese a la elocuencia de los hechos, se resistía a creer que ya nunca más vería a su hermano mayor.

"Nosotros pensábamos que como Francisco nos ha tenido al choque toda la vida, este sería un pase más, pero no pasó. Yo me asusté cuando el médico dijo que estaba grave después de la operación pero que lo más probable es que saliera adelante. No imaginé que pudiera darle un paro o un problema cardiaco postoperatorio, de hecho, pensé que saldría adelante", reconoció Óscar en medio de su inmenso dolor.

"Mi hermano disfrutó la vida a concho en sus 39 años", dijo "Pepino" al recordar la figura de "Fran". A este hombre no le afloran las lágrimas, sabe que sus penas se las guarda y le cuesta emocionarse. Quebrado por esta tragedia, se armó de valor para recibir los abrazos de condolencias de muchos amigos que llegaron hasta el recinto de Barros Luco.

65 años

El restaurante "Juanita" existe hace 65 años. Su fundadora es la hija ilustre de San Antonio, Olga Fernández Abarca, "Lele", como le llaman sus seres queridos, que a sus 99 años hoy sufre con la partida de Francisco, de quien es su tía abuela y vivía con él y sus padres en Llolleo.

Francisco trabajaba en la administración del restaurante junto a su papá. Óscar hace lo mismo en la fuente de soda junto a su madre. Por las venas de los Francesetti corre sangre italiana, a todos ellos hoy los une, más que nunca, la esperanza de ganarle a la pena, a la desgracia.

"Era un cabro bueno de corazón, con su genio fuerte, pero en el fondo un buen tipo, querendón de la familia y los amigos",

Alejandra Pérez,, tía de Francisco Francesetti.

65 años de historia tiene la tradición del restaurante Juanita.