Rodrigo Ogalde Cofré

Los problemas de sequía que afectan a gran parte de las regiones de la zona central de Chile han generado una situación crítica que, de no mediar la ejecución de algunos proyectos de infraestructura, podrían implicar un racionamiento de agua potable en algunas localidades.

Según Esval, gracias a las obras que desarrolló hace cuatro años, es posible asegurar hoy el suministro para el año 2020, especialmente para el verano, época de mayor consumo en ciertos centros turísticos y comunas balnearios.

Fuentes de la sanitaria afirman que este escenario que le otorgará seguridad a sus clientes se dará pese a la dura sequía que se arrastra hace más de una década y a que durante este año se ha registrado un déficit histórico de precipitaciones.

Menos crítica

De acuerdo a los antecedentes que maneja Esval, de todas las zonas de la región de Valparaíso, la provincia de San Antonio es la que presenta una situación menos crítica, gracias al aporte del río Maipo, del cual se abastece gran parte del Litoral Central.

Aun así, el panorama es complejo porque la disponibilidad de agua es cada vez menor y tiene efectos directos en zonas como Petorca, Cabildo o Putaendo, donde las poblaciones de los sectores rurales y del mundo agrícola son las primeras víctimas de esta larga sequía.

En la provincia de San Antonio, en las comunas de Algarrobo, El Tabo y El Quisco el mayor consumo se da en la temporada estival por el aumento de la población flotante, mientras que en el resto del año la demanda es menor. Y pese a que esto implica que la situación "no es tan crítica", tampoco es para estar tranquilos".

Obras

En el Ministerio de Obras Públicas reconocen que la crisis hídrica que ha provocado la sequía es preocupante, aunque también señalan que, por ahora, el suministro de agua potable no está en riesgo, pero que se requiere actuar en forma urgente con algunos proyectos que ayuden a mejorar la cadena que permite mantener este recurso en los niveles requeridos para el consumo de las comunidades.

Inversiones

El subgerente zonal, Hernán Berríos, dijo que "pese a este complejo escenario, el compromiso de Esval ha sido realizar las obras e inversiones necesarias para garantizar la continuidad y calidad del suministro, y lo hemos logrado: a la fecha, ninguno de nuestros más de 650.000 clientes en la región ha sufrido un corte por falta de agua en las fuentes".

Berríos añadió que "nuestros esfuerzos han estado enfocados en generar obras de infraestructura, comprar derechos de agua, diversificar nuestras fuentes de captación y optimizar nuestros sistemas de producción. Para ello, desde 2013 a la fecha hemos destinado cerca de $34.000 millones, con el fin de enfrentar los efectos de la sequía y que esta condición de escasez hídrica no afecte a los hogares que reciben nuestro servicio diariamente. Gracias a estos esfuerzos, el suministro de agua potable está garantizado para la temporada 2020, pero este es un trabajo continuo pues nuestro desafío es pensar más allá de lo inmediato y proyectarnos hacia los próximos años".