El puntero derecho que a sus 76 años sigue disfrutando del fútbol
Jaime Solís fue exjugador de Audax Italiano, brilló en la década de los 80 en Huracán y ahora es figura en la Liga Dorada Súper 60.
El fútbol se cruzó desde pequeño en la vida de Jaime Solís Muñoz. Nació en Santiago el 1 de junio de 1943, en la comuna de Estación Central, y fue ahí donde empezó a disfrutar de esta pasión que mantiene hasta el día de hoy.
"Uno empieza jugando en el barrio, con los compañeros del Liceo Aplicación. En ese tiempo se jugaba en las canchas de tierra de Estación Central que llevaban por nombre 'las canchas de la cuarta zona'. Pasaba casi todo el día con la pelota. También estuve jugando en Cerrillos, donde existía un club deportivo en donde jugábamos todos los domingos", recuerda con emoción don Jaime, actualmente de 76 años y quien siempre se desempeñó como puntero derecho, el antiguo y recordado delantero que utilizaba la camiseta con el número 7.
Hasta que del fútbol del barrio saltó a las divisiones menores del club Audax Italiano. A los itálicos llegó con 13 años. "Me fui a probar y quedé, ya que me vieron condiciones para seguir. Estuve desde los 13 hasta los 19 años entrenando en el club Hípico, ya que ahí estaban todas las cadetes de Audax. Existía segunda y primera infantil, juvenil, cuarta especial y reservas, antes de llegar al plantel profesional", hace memoria.
-¿Y pudo jugar en el profesionalismo don Jaime?
-Claro, tuve la oportunidad de disputar dos partidos en Primera División con Audax Italiano. Uno contra Green Cross y el segundo contra la Universidad Católica, que lo jugamos en el estadio Nacional.
-¿Cómo lo hacía para desempeñarse de puntero derecho?
-El entrenador que tenía en ese tiempo, don Luis Tirado, me decía una cosa muy clarita que yo me sabía de memoria: 'llega a la línea de fondo y saca un centro al segundo palo'. Y eso es lo que he hecho toda la vida en una cancha jugando de puntero derecho.
El 82 al puerto
Tras esta experiencia en Audax Italiano, Jaime Solís estudió Ingeniería en Construcción Civil en la Universidad de Santiago (Usach). Una vez titulado tuvo la oportunidad de trabajar en la Enami en Copiapó, en Valparaíso y en la capital, hasta que en 1982 recala a trabajar a la ciudad puerto de San Antonio, desde donde no se movió más.
"Estaban requiriendo un constructor en la municipalidad de San Antonio, que en ese tiempo tenía como alcalde a Armando Sabaj, y así fue que llegué al Departamento de Obras. Llegué a vivir a los departamentos del Serviu que están en Barrancas y finalmente estuve durante cinco años en el municipio", explica.
Y una vez que ya estaba ambientado a la vida sanantonina, comenzó a buscar club donde seguir jugando fútbol. "Como estaba en la municipalidad, empecé a ver qué canchas de San Antonio eran buenas, y la verdad que la mejor era la de Huracán, la que se mantiene hasta ahora con pasto natural. Así que no dudé en inscribirme en el club Huracán, donde pasamos buenos momentos con grandes jugadores.
-¿Qué recuerdos tiene de esos años en que empezó en Huracán?
-Lo que más recuerdo es que teníamos un gran equipo. Me acuerdo de Jaime Messina, Manolo Pinto, Sazón Bastías, jugadores que eran muy buenos. Con Huracán es el club con el que me identifico hasta el día de hoy, ya que si bien jugué por otros equipos en campeonatos de verano que no son oficiales, siempre me sentiré huracanino.
Con los súper 60
Hace tres años, un grupo de jugadores sanantoninos mayores de 60 años, comenzaron a disputar la inédita Liga Dorada que se juega hasta el día de hoy, con 8 equipos participantes y más de 100 entusiastas "viejos cracks" que se sienten felices de saltar a la cancha.
"En San Antonio no había un campeonato de fútbol para jugadores mayores de 60 años, por lo que un grupo empezó a viajar a Melipilla, porque allá tenían torneos para esa edad. De hecho yo viajaba en mi camioneta con otros cinco compañeros, así que todos los domingos nos íbamos temprano a jugar allá", recuerda Jaime Solís, agregando que "después como éramos hartos los que viajábamos, dijimos que por qué no hacíamos algo acá en San Antonio. Y Patricio Hernández se dedicó a organizarla y dejó todo estipulado para que se empezara a desarrollar. Así nació la Liga Dorada".
-¿Faltaba esta instancia para los jugadores sobre los 60 años?
-Claro que faltaba, porque esto nos despeja mucho a los que jugamos los fin de semana, nos mantiene activos y nos ayuda también para estar contentos de juntarnos para hacer algo que nos gusta tanto como es el fútbol.
Jaime Solís juega en el equipo Club de Deportes San Antonio, donde a sus 76 años, aún mantiene intactas sus condiciones por la franja derecha. De hecho, es uno de los jugadores con mayor edad presentes en la Liga Dorada.
-¿Cómo lo hace para mantenerse tan activo?
-El fútbol hace que uno se sienta joven de espíritu y se mantenga en buen estado físico. El año pasado por primera vez me lesioné después de toda una vida jugando. Estuve seis meses recuperando y ahora volví hace poco. Lo bueno que en dos partidos ya llevó dos goles (dice entre risas).
"Tuve la oportunidad de disputar dos partidos en Primera División con Audax Italiano. Uno contra Green Cross y el segundo contra Universidad Católica en el Estadio Nacional",
Jaime Solís.
Dejando huella en melipilla
Durante el tiempo en que un grupo de sanantoninos "viejos cracks" fueron a jugar hasta la comuna metropolitana de Melipilla, el puntero derecho Jaime Solís demostró toda su calidad intacta y deslumbró en todos los torneos que disputó, lo que valió incluso un reconocimiento junto a otros ilustres melipillanos. "Hicieron una premiación de los deportistas de Melipilla que habían tenido logros importantes y a mi me darían el premio al mejor jugador del torneo de mayores de 60 años. La ceremonia fue muy emotiva, donde premiaron al boxeador Benedicto Villablanca y al entrenador Luis Musrri, que en ese tiempo era entrenador de Deportes Melipilla. Lo anecdótico fue que creían que había nacido en Melipilla, pero igual me entregaron el reconocimiento con mucho respeto", recuerda Jaime Solís Muñoz.