Cecilia Rivera
Los esfuerzos para evitar los efectos del calentamiento global se han desarrollado en la Organización de Naciones Unidas (ONU) desde hace varias décadas. Uno de los primeros pasos fue la creación de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) durante la Cumbre para la Tierra de Río de Janeiro (Brasil), en 1992.
El organismo entró en funciones en 1994 con la participación de 196 países más la Unión Europea (197 partes) y desde entonces se han reunido anualmente en la llamada Conferencia de las Partes (COP) para definir estrategias que ayuden a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y frenar el calentamiento global.
La primera COP se realizó en Berlín en 1995 y a la fecha se han realizado 24 reuniones en diferentes países, ya que la sede va rotando por los continentes.
El último encuentro fue en diciembre de 2018 en Katowice, Polonia, y este año es el turno de América, siendo Chile el anfitrión de la COP25, luego de que Brasil declinó organizarla por limitaciones presupuestarias.
La reunión se realizará entre el 2 y 13 de diciembre en un espacio acondicionado especialmente en el Parque Bicentenario de Cerrillos, en la Región Metropolitana, y se espera que participen más de 25 mil personas entre delegados de Gobierno, científicos, activistas y sociedad civil.
Cita clave
Si bien Chile es el responsable de apenas el 0,25% de las emisiones globales de GEI, según la ONU el país cumple con siete de los nueve criterios de vulnerabilidad al cambio climático: áreas costeras de baja altura, zonas áridas y semiáridas, zonas de bosque, territorio susceptible a desastres naturales, zonas urbanas con contaminación atmosférica, áreas propensas a sequía y desertificación; y ecosistemas montañosos.
De ahí la importancia de albergar una cumbre como esta. "Nos permite poner esta temática en el centro del debate y nos ayuda a comunicarle a la ciudadanía y las distintas instituciones la importancia del compromiso de todos en la acción climática. Esperamos que sea un gran beneficio para el cambio de hábitos de manera transversal de Chile hacia el futuro", indica Cristián Varela, gerente general de COP 25.
El encuentro es vital para el resto de las partes, pues será una de las últimas instancias para lograr acuerdos antes del término de plazos establecidos en reuniones anteriores. "Se debe terminar de negociar el libro de reglas del Acuerdo de París, porque en 2020 debe comenzar la implementación de esos acuerdos", precisó Varela. Además, el próximo año concluye el segundo período de convenio para las naciones que suscribieron el Protocolo de Kioto de 1997 y tendrán que dar cuenta si cumplieron o no sus compromisos.
El próximo encuentro se realizará en Escocia (COP26) y por primera vez, estará en alianza con otro país: Italia .