Lobos marinos y pescadores: ¿después del censo, qué?
Presidentes de distintos sindicatos de la región cuestionan el estudio realizado por la Universidad de Valparaíso, que da cuenta de una población de alrededor de 156 mil animales, ya que, sostienen, "estamos invadidos" por ellos.
Los resultados del estudio realizado por la Universidad de Valparaíso, ejecutado a través del Fondo de Investigación Pesquera y de Acuicultura (Fipa) de la Subsecretaria de Pesca y Acuicultura (Subpesca), no dejaron indiferentes a los actores del sector. En la investigación se contabilizaron 123.301 ejemplares de Otaria flavescens (lobo marino común) y 32.699 Arctophoca australis (lobo marino fino), con un total de 156.00 animales, todos ellos ubicados en más de 240 loberas, 88 de ellas de carácter reproductivo. Una cantidad bastante menor de la esperada, teniendo en cuenta los 200.000 que estimaban sondeos anteriores.
En el desglose de los datos del censo se puede observar que en la Región de Valparaíso se presenta la segunda menor población de estos mamíferos -tanto común como fino-, que suman 1.659 ejemplares.
Doris Oliva, directora del Instituto de Biología de la Universidad de Valparaíso y encargada de llevar a cabo el registro, destacó que esta exploración "cubrió casi la extensión total de la distribución del lobo marino común en Chile, solo faltó abarcar la Región de Magallanes y Antártica Chilena. Este censo se realizó en la época en la cual la mayor parte de la población se concentra en las loberas reproductivas y los censos aéreos se realizaron en todo el litoral en un periodo acotado de tiempo. Por lo tanto, es también la primera vez que tenemos una imagen simultánea de la población".
"Luego de la revisión de los catastros anteriormente realizados, se puede concluir que los resultados del censo están dentro de las cifras esperadas para un depredador tope que sufre fluctuaciones naturales como en cualquier ecosistema de acuerdo a las condiciones ambientales y disponibilidad de recursos", agrega la experta.
Respecto a la diferencia que existe entre las mediciones previas y la actual, la científica señala que "las estimaciones de los 200.000 lobos marinos se hicieron sobre la base de censos realizados en distintos años, en distintas regiones y con distintas metodologías. Estamos finalizando un trabajo de estandarización metodológica con los censos anteriores para poder describir luego el comportamiento de la abundancia en el tiempo y los resultados muestran que no se observa un crecimiento neto significativo, sino más bien su fluctuación".
El titular de Subpesca, Román Zelaya, por su parte, respalda la labor de la casa de estudios porteña remarcando que "este trabajo de la Universidad de Valparaíso, fue nacional, simultáneo y consideró el empleo de moderna tecnología, no disponible cuando se hicieron las estimaciones anteriores. La investigación que acaba de conocerse cuenta con respaldo científico y es plenamente confiable".
Críticas al estudio
No obstante, dirigentes de pescadores de la zona se muestran escépticos frente a los resultados. Para ellos el lobo marino se ha convertido en una plaga que amenaza constantemente el trabajo que desarrollan y les genera grandes y constantes pérdidas económicas, tanto en el material que ocupan para laborar como por la cantidad de pescados que devoran.
El presidente de la Federación de Pescadores Artesanales Nuevo Amanecer, el sanantonino Miguel Ángel Hernández, cuestionó los datos que se dieron a conocer y dijo que este censo "es como un chiste de mal gusto. Nosotros nunca supimos qué metodología se estaba usando respecto a la medición del lobo marino, porque 1.600 ejemplares… no sé, basta ver en la isla de Pupuya (frente a la Región de O'Higgns) donde hay esa cantidad".
"Nosotros criticamos que no hubo participación en la metodología que se usó, por lo tanto, no estamos de acuerdo con el informe de este censo, porque la realidad empírica que vivimos día a día los pescadores artesanales, es muy lejana a la realidad que pretenden mostrar desde Subpesca o del estudio de la universidad", puntualiza el dirigente.
Lobo marino y la pesca
El conflicto entre los pescadores artesanales y el lobo marino es de larga data, incluso los trabajadores consideran que este mamífero es un enemigo natural. Estos animales no sólo afectan su trabajo, como ellos mismos dicen, sino que también se han ido acercando cada vez más a tierra firme y, en algunas comunas costeras su presencia se ha tornado en un hecho cada vez más habitual.
"Los lobos ahora están saliendo a la calle y no se les puede hacer nada, porque están muy protegidos y la gente tiene que andar con cuidado para que no la muerdan. Son demasiados los que tenemos aquí. Nosotros por lo general llegamos a sacar con suerte 15 docenas de merluzas, porque el resto se lo comen los lobos, que además nos hacen tira las redes", recalca Pedro Tognio, presidente de la Caleta Portales.
En tanto la directiva de la caleta San Pedro, advirtió que los mamíferos dañan directamente sus implementos de trabajos, considerando que cada red cuesta, en promedio, $60.000 y salen con cerca de diez redes en busca de recursos al mar. "No sabría decir cuántos tenemos acá", aclara Julieta Núñez, presidenta de la entidad, "pero cuando atacan lo hacen en manada para romper más de una red y nos dejan sin nada. Por eso los pescadores salen juntos también, teniendo la esperanza de que dejen algún pescado en la malla de cada uno".
"El lobo marino es como el enemigo natural que tiene la pesca artesanal, porque sigue el paso de los pescadores y se come los recursos que ya están capturados. Las autoridades no han visibilizado el problema real del lobo marino, han realizado programas que no tienen ninguna relación con la realidad, porque estos animales quieren comer y hay pocos recursos", subraya Miguel Angel Hernández.
Ante la molestia de los hombres y mujeres de mar, Doris Oliva pone paños fríos al asunto, entregando posibles motivos que explican la presencia tan marcada del lobo marino en las caletas chilenas. Al respecto, argumenta que la interacción entre ambos competidores, se debe a que los dos grupos coinciden en tiempo y espacio por la captura de recursos pesqueros similares.
"Se suma a lo anterior la práctica de cebar a los lobos marinos en algunas caletas y muelles pesqueros, donde se les alimenta con vísceras y cabezas de pescado. Estos lobos se acostumbran a ser alimentados y luego siguen a las embarcaciones en sus faenas de pesca, disminuyendo su instinto natural de caza. Muy probablemente el nivel de interacción entre pescadores y lobos marinos no depende necesariamente de la abundancia local de estos últimos. Actualmente hay un grupo de investigación que está evaluando las interacciones y los factores que inciden en ella", explica.
Posibles soluciones
Ante el grave problema que significa el Otaria flavescens para la pesca artesanal, en octubre del año pasado Subpesca lanzó el concurso "Embárcate: desafío lobos marinos", en el cual el organismo buscaba que fueran los mismos pescadores quienes presentaran ideas innovadoras para hacer frente a este problema. La instancia considera la entrega de un total de $78 millones, provenientes del Fondo de Administración Pesquero (FAP), donde los primeros lugares de cada categoría -caletas, embarcaciones menores y embarcaciones mayores- recibirían un aporte individual de $20 millones.
Uno de los proyectos ganadores contempla la construcción de una orca mecánica, tipo "animatronic". El diseño está a cargo de Christian Varela, biólogo marino, quien se adjudicó la distinción como parte del sindicato de pescadores de Mantos de Hornillos, Región de Coquimbo (ver información complementaria)
El resto de los proyectos, según indica el subsecretario de Pesca, ya se encuentran en funcionamiento. "En Chiloé se encuentra en etapa de prueba un dispositivo metálico, tipo cápsula, que protege la captura del ataque del lobo, cuando el espinel es elevado desde el agua. En Calbuco, en tanto, ya se están empleando unos bins o depósitos de acero que permiten disponer adecuadamente de los desechos, sin que estos sean arrojados al mar".
No obstante lo novedoso de estas soluciones que se están materializando en distintos puntos de Chile, las medidas que se han llevado a cabo en la región no han sido satisfactorias para los pescadores.
En este escenario, Julieta Núñez enfatiza que "probaron en San Antonio ahuyentarlos con ruidos, pero desaparecen por un rato y luego vuelven. Lo del anticonceptivo sería fabuloso, pero no lo han intentado aún y no sé si dará resultados. En este momento, creo que la única solución es deshacerse de algunos".
"Nosotros no queremos que anden matando a estos animales, hay que hacer un nuevo censo e ir viendo qué se hace, porque hay sobrepoblación de lobos, pero hasta el momento no se ha hecho nada. Lo que queremos no es matarlos, pero ojalá la población no siga creciendo", replicó el dirigente Pedro Tognio.