Si bien "bajo fuerte presión" popular y política -especialmente de la oposición- "y cierta anuencia" del empresariado, además de haber dejado sin efecto, el pasado martes 22, el alza en la locomoción colectiva que se decretó a contar del domingo 6 de octubre, en la noche del miércoles 23, acorde a las demandas ciudadanas, que se arrastran desde hace años y que no supo visualizar a tiempo, como otros tampoco -"pidiendo perdón por ello"-, el Presidente Piñera hizo varios anuncios sociales para "apaciguar" ánimos e ir de a poco normalizando la crisis que éste, su segundo mandato, está enfrentando, marcado al inicio por evasiones masivas de estudiantes en el Metro, y luego con quemas coordinadas de sus estaciones; de buses de la Red -ex Trasantiago-, y saqueos, entre otros desmanes llevados a cabo -¿Desobediencia civil?- por los vándalos de siempre, que perjudican al pueblo, que debe movilizarse para ir temprano a su trabajo y para regresar a casa, desvirtuando "la esencia" de las manifestaciones pacíficas. No obstante los anuncios hechos, la oposición más radical los encuentra insuficientes y no son "desde ahora ya". Ergo, las protestas deberían continuar.

Ahora, se espera celeridad en concretar las medidas anunciadas, tanto aquéllas de orden "administrativo", como "legislativo", enviando en este caso los pertinentes proyectos de ley y dando urgencia "de discusión inmediata" a aquellos que están en tramitación burocrática en el Congreso, en donde el trabajo y resultados dejan mucho que desear, y que la nueva generación idealista no ha revertido. ¡Cero aporte en ello! La próxima semana los parlamentarios tienen "Semana Distrital", que muchos la destinan a otros fines.

Sin duda, también debió tener en consideración las dos cumbres venideras: la Apec, a celebrarse los días 16 y 17 de noviembre; y la COP25, entre el 2 y el 13 de diciembre, ocasiones en que debería demostrar que Chile sí es "un oasis en Latinoamérica", como lo sostuvo el martes 8 de octubre en el programa "Mucho gusto" de Mega.

Jorge Saavedra Moena