Fue una tarde de octubre en alguna estación del metro de Santiago donde se tomó la foto de un cabro saltando el torniquete. La desobediencia en esa imagen se transformó en la desobediencia de todo un país. ¿Cuántos años tiene una semana? Algunos han dicho que son 30, en referencia a los gobiernos democráticos tras la dictadura que renunciaron a representar al Chile que hoy se ve en las calles. Otros dicen que son 46 años de abusos que detonaron el estallido social, cuyo reguero de pólvora se encendió con el Golpe de Estado.Y hay quienes, como el premio nacional de historia Gabriel Salazar, dicen que siempre ha sido así, que la desigualdad y el abuso están en las bases fundacionales de nuestro país y que nunca ningún movimiento social fue capaz de mover esa estructura. La privatización de los servicios públicos, las pensiones de miseria, la trampa de los Créditos con Aval del Estado, las completadas para pagar un examen médico, educación y salud según aguante la billetera, el agua consagrada como derecho humano por la ONU en manos de los privados, las leyes hechas a la medida de la industria, la corrupción en el financiamiento de la política, cárcel para los pobres...
Chile despertó gritaron las pancartas por todo el país. Pero no basta con despertar, es urgente mantenerse despiertos, seguir unidos. Fue una tarde de octubre en alguna estación del metro de Santiago, cuando en un acto de desobediencia civil un cabro chico soltó las amarras de todas las semanas que hay en 200 años de historia y brincó el torniquete. Un pequeño salto para un estudiante, un gran paso para nuestra sociedad.
Juan Olivares