El árbitro del fútbol amateur sanantonino que también encontró su vocación en la radio
Jorge Díaz llegó en 2001 a la comuna de El Quisco y actualmente conduce un programa radial que lo tiene conectado con la contingencia de todo el Litoral Central. Los fines de semana se "viste de negro" para impartir justicia en las canchas.
Cuando el reloj marca las 13 horas, de lunes a viernes, la radio "Amiga" de El Quisco (107.9) comienza a transmitir el programa de boleros y tangos denominado "Déjame que te cuente quisqueña". Bajo la conducción de Jorge Rafael Díaz Henríquez, el espacio de una hora de duración recorre la contingencia de la provincia, entrega datos deportivos y, además, selecciona los boleros y tangos más recordados por los auditores.
"Este programa empezó el año pasado. Aprovechamos de dar algunos tips con respecto al deporte en general, ya sea fútbol, básquetbol o tenis a nivel provincial. La gente llama harto por teléfono, así que el programa ha ido creciendo cada vez más", afirma el conductor radial Jorge Díaz, agregando que también "revisamos la contingencia nacional, por lo que esta semana hemos estado con muchos temas por todo lo que ha ocurrido en el país".
-¿Cómo ha estado la situación en El Quisco?
-Dentro de todo ha estado tranquilo, ya que no es tan bullicioso como San Antonio. No ha habido tanto problema, ya que tampoco quemaron alguna farmacia o un banco.
Desde el 2001
Jorge Díaz, actualmente de 62 años de edad (4 de abril de 1957) nació en Santiago en la población Dávila, en el paradero 14 de la Panamericana, en la comuna de Pedro Aguirre Cerda.
"Estudié Contabilidad durante la enseñanza media en el liceo comercial de San Miguel. Tras eso ingresé a la Fuerza Aérea, donde me desempeñé durante 36 años, hasta retirarme en el año 2012", recuerda.
Mientras estaba en la Fach, tuvo la posibilidad de estudiar Ingeniería en Prevención de Riesgos, por lo que una vez que se tituló empezó a hacer clases a los alumnos de la escuela de especialidades de la Fuerza Aérea que se encuentra en el paradero 34 de la Gran Avenida, en la capital.
"Estuve haciendo clases hasta el 2001, cuando me aparece la posibilidad de venir a El Quisco para administrar un centro recreacional que tiene la Fach en la comuna, en donde estuve durante 10 años. Y así fue como me vine a vivir de forma definitiva al Litoral Central. Solamente tuve un paréntesis porque el 2014 me llamaron para trabajar en la Dirección de Aeronáutica, por lo que estuve viviendo en Papudo durante un año", detalla.
árbitro de fútbol
Paralelamente a su carrera en la Fuerza Aérea, Jorge Díaz logró consolidar una trayectoria como árbitro profesional y amateur que se prolonga hasta hoy, siendo uno de los más reconocidos jueces dentro del fútbol amateur sanantonino.
"Estudié para árbitro en 1990 en la Asociación Metropolitana, principalmente porque quería tener otro ingreso para el hogar. A mí me gustaba jugar pero cuando me puse a arbitrar me fue bastante bien. En un año estuve presente en dos Nacionales Amateur, que se jugaron en Arica y Rancagua, y por mi buen rendimiento pasé a la Tercera División", explica.
-¿Qué recuerdos tiene de su paso por la Tercera División como árbitro?
-Tengo los mejores recuerdos, ya que pude recorrer muchas canchas arbitrando. Estuve en partidos de Trasandino, Malleco Unido, Magallanes, Santiago Morning, el mismo San Antonio Unido. También me acuerdo de los viajes a Valdivia o Los Ángeles. En aquella época arbitraba los fines de semana y durante la semana hacía las clases en la Fach.
-¿Cuándo empieza a arbitrar en el fútbol amateur de la provincia?
-El 2003 empecé a arbitrar acá en la zona, debido a que la Asociación Metropolitana comenzó a participar del campeonato de Algarrobo y después conocí a Juan Contreras, presidente de la Asociación de Árbitros de Cartagena, que me invitó a participar junto a ellos, con quienes estoy hasta el día de hoy en los partidos del fútbol amateur de San Antonio.
-¿Qué le ha parecido su experiencia arbitrando en San Antonio?
-Ha estado todo bien. Lo que pasa es que la gente a veces no tiene conocimiento de los reglamentos, porque no se toman el tiempo de analizarlos. Tanto los entrenadores, jugadores y dirigentes a veces no se preocupan de esa parte del fútbol. Y todos los años hay cambios en las reglas de juego y ellos creen que eso no existe. Por eso siempre digo que lo primero que hay que hacer es educarse.
Hombre de radio
Jorge Díaz comenta que se acercó a las comunicaciones radiales de manera fortuita. "Tengo unos locales comerciales en El Quisco y cuando estaba ahí la misma gente me empezó a decir que por qué no iba a la radio para hablar de los árbitros y de otros temas deportivos, ya que era el tiempo en que se jugaría la Copa América del 2015 donde fuimos campeones en Chile. Pero estuve un tiempo diciéndoles que iría pero no iba, hasta que un día llegaron a mi casa y me llevaron en auto a la radio 'Amiga' de El Quisco", rememora.
-¿Cómo fueron las primeras intervenciones en la radio?
-Al principio me costaba, porque yo solamente había hecho clases, y es totalmente diferente hablarles a los alumnos que estar solo frente a un micrófono. Lo primero que hice fue estar como invitado en un programa deportivo que se realizaba en la tarde y era conducido por José Pablo Carrera.
Tras estas intervenciones iniciales, vino el primer programa conducido por este exfuncionario de la Fach. "Me ofrecieron realizar el programa 'Turisteando con Jorge Díaz', que era entre las 13 y las 14 horas, donde tenía que hablar con respecto a todo lo que estaba ocurriendo en nuestra provincia", revela el comunicador, agregando que "luego de esto y tras un tiempo en que estuve alejado de la radio me dijeron si podía hacer un programa de boleros y tangos, y así fue como empezó este proyecto en el que estoy hasta el día de hoy que se llama 'Déjame que te cuenta quisqueña'".
-¿Está contento con esta carrera en las comunicaciones que ha realizado?
-Claro que sí, estoy muy feliz en la radio. Uno entrega lo que uno tiene, no me guardo nada y trato de dar lo mejor en las comunicaciones. De la noche a la mañana me gustó tanto esto que lo encuentro mejor que hacer clases, aparte que disfruto con los llamados de los auditores.