Rodrigo Ogalde Cofré
Hasta las oficinas de la Unidad Salud Mental del hospital Claudio Vicuña llegó ayer un grupo de madres y sus hijos que demandan el reintegro de la sicóloga Roxana Urrutia, quien trabajaba en dicha unidad en la atención de niños y adolescentes y que fue desvinculada a fines de noviembre.
Las personas llevaban pancartas alusivas a los problemas que han tenido los pacientes que, según ellas, se han quedado sin la atención requerida para cumplir con sus tratamientos sicológicos.
Sergio Castro, dirigente de la Federación Democrática de Profesionales Universitarios de la Salud (Fedeprus), lamentó que no haya habido aún un pronunciamiento ante el reclamo de quienes rechazan el despido de la profesional.
"A la fecha no ha habido una respuesta formal al requerimiento que se hizo a la dirección de revertir la renovación del contrato de la sicóloga a cargo de los usuarios infanto-juveniles de un total de 85 familias, de las cuales hay 15 en lista de espera", afirmó Castro.
Castro apoyó la demanda de las familias y llamó a la directora del hospital, Liliana Echeverría, a revertir la medida que afectó a Roxana Urrutia.
Además de la manifestación, las madres y sus hijos se dirigieron hasta la oficina de la directora del hospital para exigirle que la Unidad Salud Mental del hospital Claudio Vicuña disponga de las horas de consulta sicológica que estos niños y jóvenes requieren.
Silvana Hinojosa, que tiene a sus hijos de 11 y 3 años bajo tratamiento sicológico, contó que la labor que había desarrollado Roxana Urrutia le sirvió al mayor de ellos para obtener importantes avances en su tratamiento. "Con ella logramos mucho porque mi hijo no salía de su habitación y con ella pudimos, a través de la fórmula que ella tiene para trabajar, obtener varios avances, Roxana ha sido fundamental para nosotros como familia y siempre nos dio una buena atención", sostuvo.
Otro caso
Yovana Labra es madre de un niño de 12 años que sufre de Asperguer y lamentó que la atención sicológica para este grupo etario no la esté dando el hospital. "En San Antonio no hay especialistas en esta área y aunque queramos ir a un recinto privado no podemos porque no hay acá y además que es muy costoso y la Unidad de Salud Mental Infanto Juvenil nos ha brindado una calidad profesional y humana; cuando mi hijo estuvo hospitalizado ellos lo visitaron. Creo que para los niños la salud debería ser un derecho y por eso queremos que nos den una respuesta ante una situación que es grave porque están dejando niños sin atención, entonces queremos saber qué va a pasar", declaró.
Estas madres recalcaron que el trabajo que hizo Roxana Urrutia fue vital para que sus hijos evidenciaran avances en sus comportamientos y que su salida no ha hecho más que afectarlos y hacer que se sientan tristes, porque ella ya no puede atenderlos. "Mi hijo ha pasado por muchas sicólogas y con la única que ha logrado darse y entenderse es con Roxana, y que ahora la saquen no sé qué hacer para que él no sufra sus crisis, con ella sí tuvo avances", aseveró Vilma Sáez.
Desde el hospital Claudio Vicuña descartaron referirse a las afirmaciones de estas personas que ayer protestaron en forma pacífica en San Antonio.
Sin atención
Carolina Céspedes, representante de las familias con niños con autismo, respaldó el reclamo de estas familias y criticó que el hospital no les dé una respuesta sobre sus demandas, sobre todo porque "hay niños que llevan dos meses sin atención, lo que es mucho tiempo para su rehabilitación emocional". "En la dirección del hospital no nos dan una respuesta y se han vulnerado nuestros derechos y los de los niños", añadió María Gutiérrez, cuyo hijo también era paciente de Roxana Urrutia.