La suspensión de clases generó opiniones divididas en los padres
Todos los colegios y jardines infantiles del país debieron cancelar sus actividades por dos semanas, luego del anuncio del Gobierno.
El domingo pasado, luego de que el país entrara en la fase 3 por el covid-19, el Presidente Sebastián Piñera anunció la suspensión de actividades en todos los colegios y jardines infantiles del país, sin importar si son o no dependientes del Estado.
San Antonio no fue la excepción y, pese a que la provincia no cuenta, hasta ahora, con ningún caso confirmado del llamado coronavirus, los padres y apoderados tuvieron que acatar la orden ministerial.
"El colegio había tomado medidas cuando se inició el año escolar y todas las conversaciones y decisiones fueron consultadas con el centro de padres. Esta medida era vital, porque así podemos prevenir a nuestros hijos de un posible contagio, pero quizás fue tomada muy tarde por el Ministerio de Salud", dijo Nieves Cornejo, presidenta del centro de padres del colegio Fernández León.
Opinión similar es la que poseen apoderados de jardines infantiles y colegios de la zona. "Creo que la suspensión es claramente una buena medida, porque podemos resguardar a nuestros hijos. Sin embargo, algunos papás no tiene suspensión en sus trabajos y han tenido que dejar a los niños en los turnos éticos que están realizando las parvularias. Entonces, se sigue poniendo en riesgo a los niños al sacarlos y a las tías que son quienes los cuidan. Yo estudio, pero mis clases también fueron suspendidas por lo que puedo cuidar a mi hijo, pero ese no es el caso de todas las familias", indicó Paloma González, apoderada del jardín infantil Jesús Mi Refugio.
Otras medidas
Pese a ello, los padres esperan que otros apoderados tomen conciencia de la situación.
"Si bien se dan muchos problemas para quienes no pueden cuidar a sus hijos, la gente tiene que entender que no deben salir tanto si no es necesario. No son vacaciones, es una situación de pandemia, por lo que hay que tomarle el realce necesario", expuso Paula Malhue, apoderada del jardín infantil Rayito de Sol.
Otra de las preocupaciones que generó esta suspensión es que los niños se deben exponer de todas formas a los virus, ya que sus padres deben continuar asistiendo a trabajar. "Mi hija se queda con mi mamá, en ese punto no hay problema, el tema está en que yo igual tengo que trabajar, como otros papás. Yo tengo contacto con clientes, la gente le habla a uno o muchas veces no se tapan la boca al toser, entonces al final igual los niños los podemos contagiar o nosotros llevar el virus a nuestros hogares y no es la idea, por algo es esta medida", apuntó Carolina Véliz, apoderada del Colegio Sara Cruchaga.
Catalina Muñoz Lizama
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