Actores de San Antonio contaron cómo el teatro les cambió la vida
"El teatro me pone feliz y me llena de mucha energía para seguir adelante. También para expresar injusticias, amores imposibles", dijo el inspector de colegio, Francisco Fuenzalida.
Estrellas
En el marco del Día Nacional del Teatro, que se celebró ayer. algunos de los actores de San Antonio reflexionaron sobre la importancia que tiene este arte en sus vidas.
El actor Claudio Pontigo, fundador del Taller de Teatro Talita Cum, recordó que el 11 de mayo es el día que, en 1951, nació el creador de obra del Gran Circo Teatro, La Negra Ester.
"Además de recordar el invaluable legado de Andrés Pérez Araya, queremos manifestar nuestro cariño y agradecimiento a quienes, como él, mantienen viva la magia del teatro", dijo Pontigo.
A estas palabras se sumaron participantes de los talleres de teatro Talita Cum, Zapatito Roto y de Teatro Adulto del Centro Cultural San Antonio.
Jorge Hinojosa López (48) es actor y trabaja como reponedor de supermercado y al respecto afirmó que "el teatro para mí fue la puerta para enfrentar el mundo porque yo antes era demasiado tímido, callado, pero el teatro me abrió un abanico de posibilidades que jamás lo hubiera podido obtener por otros medios y para terminar el teatro es todo para mí".
"Entré al teatro por un motivo simple: superar mi timidez, iba a participar en un par de sesiones y listo, no me sentía capacitado para actuar frente a la gente, pero actuar cambia el mundo y nuestra percepción de la vida. El teatro para mí ha sido una pasión, un desafío y un disfrute total, estoy agradecido de la formación y del profesor por buscar y potenciar nuestras capacidades, actuar ha cambiado mi vida, no solamente para mi problema inicial, sino para encontrar la pasión que necesitaba para mejorar mi vida", sostuvo José Mansilla Vera (26), que es técnico sicosocial y trabaja como administrativo en instituto Aiep.
Según Danitza Medina Cerda (22), quien es alumna de Trabajo Social, "el teatro te anima al despertar, a seguir adelante día a día, motivándote para el alcance de metas y sueños que se puedan concretar, continuar tu camino aunque te digan que no lo puedes lograr y que existe un mundo de esperanza lleno de luz y de paz que te acompaña al andar".
"Con el teatro le perdí por completo el miedo al ridículo. Hago lo que me hace feliz. Descubrí cosas en mí que ignoraba y ahora me encanto. Volví a sentir sensaciones y emociones dormidas; adrenalina pura corriendo por mis venas. En resumen, el teatro me ha hecho sentirme nuevamente viva, conocerme, ser feliz y por sobre todo amarme", resaltó la actriz Gloria Lobo Hidalgo (64).
El inspector de colegio, Francisco Fuenzalida Olivares (44), admitió que "el teatro me abrió un sendero a un mundo fantástico, donde cada uno puede crear, entregar y compartir con el público un sin número de emociones. El teatro me pone feliz y me llena de mucha energía para seguir adelante. También para expresar injusticias, amores imposibles, etc".
Crear vivencias
Elizabeth Bravo Cepeda (62) es monitora de manualidades y actriz. Sobre esta pasión dijo que "el teatro es un mundo en que mezclas lo real con lo irreal, alegría o sufrimiento. Es vivir un mundo que uno quiere vivir. Darles vida a personajes que solo están en la imaginación de quien escribe o que caminan por la calle como personas anónimas. Puedes crear vivencias tristes o alegres, por eso el teatro es un mundo maravilloso".
"El día que entré a participar en teatro se produjo un gran cambio en mi vida, en mi personalidad. Alegrías y tristezas las hice partícipe en la actuación, ocupó mi tiempo y personalmente curó un poco mi sistema nervioso, mi mejor medicamento, mi mejor decisión, mi mejor compañía, mi mejor amigo, todo eso el teatro", afirmó el estilista Jorge Cerda Gómez, actor de 61 años.
Lucía Ramírez Contreras, actriz, abogada y docente, contó que "mi experiencia en el teatro ha sido maravillosa, luego de mi profesión es mi segunda pasión. El teatro te permite ser cualquier cosa, te permite moverte y sentirte libre. El escenario te llena el alma y subirte a las tablas es una experiencia mágica donde cada actor saca lo mejor de sí para interpretar las penas, alegrías e incluso lo absurdo de este mundo".
La comerciante María Alarcón Cortés (50) recalcó que "el teatro para mí es una forma de poder expresar aquello que sentimos a través de nuestro cuerpo, es poner el alma y corazón a aquello que estamos interpretando. En pocas palabras el teatro es magia, pasión y sentimiento. El poder conocer el mundo de las tablas ha sido muy significativo, me ha dado muchas herramientas para poder aplicarlas en mi vida personal, como es el tener una visión de la vida un poco más profunda".
Paola Álvarez Becerra (42) agregó que "el teatro es parte de mí, es mi esencia, con el teatro me siento libre, puedo ser y hacer lo que quiera, me permite volar y soñar. El teatro es magia, es sueño, es realidad. El teatro nos muestra lo que no queremos ver, nos muestra la vida que queremos ocultar. El teatro nos alegra y nos entristece, nos hace sentir vivos".
Carlos Jeria Briceño (44) es técnico enfermería y destacó que "el teatro te da la posibilidad de entregar arte, cultura, a mucha gente que muchas veces no tiene acceso a esto, te permite dar a conocer problemáticas existenciales, sociales, políticos, religiosos, etc. interactuar con el público y recrear obras de diversos autores nacionales e internacionales o a través de creaciones colectivas".
"El día que entré a participar en teatro, se produjo un gran cambio en mi vida , en mi personalidad, alegrías y tristezas las hice partícipes en la actuación",
Jorge Cerda Gómez.
"El teatro es un mundo en que mezclas lo real con lo irreal, alegría o sufrimiento. Es vivir un mundo que uno quiere vivir",
Elizabeth Bravo Cepeda.