Médico que mejoró con plasma: "Me estaba muriendo, ya no tenía energía"
Andrés Meza trabajaba en Urgencias Respiratorias del hospital local cuando se contagió de covid-19. Le dio el peor tipo de neumonía posible. El día en que recibió el suero de la Falp pensó que era el último de su vida.
Leo Riquelme
Andrés Meza recuerda bien el 17 de abril. Como médico de Urgencias Respiratorias del hospital Claudio Vicuña de San Antonio llevaba semanas viendo casos de coronavirus, incluidos a varios compañeros de ese recinto. Ese día, sin embargo, sabe que no respetó la distancia social cuando atendió a una doctora con síntomas, que tosió varias veces frente a él. Ese día, cree, se infectó e inició una espiral descendente para la que no estaba preparado.
"Yo tengo 41 años, soy joven, tengo hijo, señora, familia, amigos. Sabía que por mi trabajo estaba en riesgo, pero nunca esperé que iba a evolucionar con la de peor pronóstico", cuenta.
Los expertos comentan que a cerca del 80% de los contagiados el coronavirus los ataca como si fuera una gripe. Muchos ni siquiera lo sienten, pero hay casos como el de este médico santiaguino en que el diagnóstico es derechamente nefasto.
Meza ingresó de urgencia a una clínica en Santiago el 23 de abril, con 38,6° de temperatura. Dos días más tarde tenía dificultades para respirar y el escáner de tórax reveló una neumonía multilobular bipolar. Dice que es lo peor que puede sucederle a alguien que contrae el SARS-CoV-2. Significa que ambos pulmones están siendo atacados por el virus.
"Me sentía horrible, completamente debilitado, con mucho, mucho dolor de cuerpo, una fiebre que no me dejaba tranquilo", reseña. "Cuando me dijeron que me iban a pasar a la UCI mi mundo se derrumbó", agrega.
Pensó en su familia, en su esposa y en su hijo de cerca de un año y medio, a quienes había visto por última vez cuando una ambulancia se lo llevó de la casa.
Los tres días que vinieron creyó que todo se apagaba. Era 26 de abril y su sensación la grafica así: "Era un trapito lleno de tubos, de máscara, invadido"; "mi nivel de agotamiento era tal, que mi estado de conciencia estaba alterado"; "estaba entregado a lo que viniera"; "me estaba muriendo y ya no tenía energía para seguir luchando". En esas horas, dice, recibió un tratamiento distinto.
Un cambio mágico
Meza no podía dormir de los dolores. Tal como hizo otras veces, a las tres de la mañana le hizo una videollamada a su mamá. No fue para hablarle, sino sólo para verla. A las siete entró en un profundo sueño.
Lo que en las horas previas había recibido era un plasma creado por un equipo de investigadores liderado por la Fundación Arturo López Pérez (Falp).
En simple, se trata de un suero creado con anticuerpos de un paciente que superó el coronavirus, y que se le suministra a otro que sufre la enfermedad y aún no ha desarrollado su propia respuesta inmune.
Meza dice que despertó a las 9 de la mañana y su condición era otra: "Amanecí con sensación de fuerza en los brazos, sintiéndome muuuucho mejor, notoriamente mucho mejor".
Un video que le envió a su familia ese día lo muestra con una sonda, en bata, hablándole emocionado a la cámara: "Casi mágicamente hoy me siento muy bien. Si no es el suero, qué".
El proyecto la Falp partió en abril y Meza es el primer paciente que se mejora con él, de 20 que lo han recibido. En esta iniciativa trabajan las facultades de Medicina de la Universidad de Chile y la UC, la Red de Salud UC Christus, el Hospital del Trabajador (ACHS), el Hospital Dipreca, la Clínica Dávila, la Red Salud, la Clínica Alemana de Temuco y el Instituto de Ciencias Biomédicas. Para los pacientes es gratis y todo se financia con aportes la CPC, la Bolsa de Santiago y Corredores de Bolsa y Administradoras de Fondos.
Desde Falp hicieron un llamado a los recuperados a que se inscriban en www.donantecovid.cl para iniciar el protocolo de trabajo, a fin de replicar en más personas experiencias como la de Meza.
"El que gana la batalla es uno, pero también hay otros que la ganan: los técnicos, nutricionistas, enfermeras, kinesiólogas, los doctores... ellos te salvan, es un esfuerzo enorme el que hicieron por mí", plantea agradecido.
-¿Qué les dirías a quienes te lean?
-Que cuando esto te agarra mata a un familiar tuyo o te mata a ti, porque a alguien de tu entorno va a matar sí o sí. Por favor, hagan caso a todas las medidas de la autoridad sanitaria. Esto no es un juego, es real. Yo estuve al borde de la muerte. Uno tiraba una moneda al aire y yo iba a vivir o morir. Esas eran mis probabilidades. Aún siendo joven, eran pésimas. Por favor, pido que nadie se confíe.
-¿Y qué les dirías a quienes se recuperaron?
-Que donen su plasma, porque van a ayudar a salvar una vida. Como a mí, que pude volver a ver a mi hijo, a mi señora, que pude volver a respirar y a recibir el sol en la cara.
-En dos días termina tu licencia médica. Aunque se habla de inmunidad, ¿piensas volver a trabajar al hospital?
-Los hospitales están en condiciones críticas de personal. Cuando yo asumí este desafío de las urgencias respiratorias fue justamente para vencer a esta pandemia, para que entre todos logremos ganar la batalla. Yo disfrutaba mucho mi trabajo, entonces no me veo en otro lugar, sobre todo en este momento.
"Donen plasma porque van a salvar una vida, como a mí, que pude volver a respirar y a recibir el sol en la cara",
Andrés Meza,, médico de urgencias
Detección por el olfato
Investigadores de Ingeniería Química y Bioprocesos de la UC y del Centro de Aromas y Sabores de Dictuc iniciaron la validación del test rápido para detectar covid-19 asintomáticos a partir del olfato. Los especialistas realizarán pruebas a quienes hayan recibido diagnóstico positivo o negativo en los últimos tres días en un PCR. La solución consiste en un test de tres aromas que identifica el estado olfativo de una persona en cinco minutos, dado que estudios lo han identificado como un síntoma.