N.L.G.
Ronald Koeman, nuevo entrenador del Barcelona, puso sus cartas sobre la mesa en la presentación que tuvo ayer con el club, marcada por la amplia asistencia de periodistas, quienes parecieron olvidar por un rato las medidas de distancia social recomendadas en la actualidad debido a la pandemia del covid-19.
Para el exdefensor culé, ganador de la Copa de Europa en 1992, hay una premisa clara que viene por su nacionalidad. "A los holandeses les gusta tener el balón en vez de correr atrás de él. Mi pensamiento es dominar el balón, intentar jugar bien al fútbol y ganar el partido. Llevo bastantes años como entrenador, he aprendido de muchos entrenadores cómo jugador, tengo experiencia en varios equipos y creo que estoy capacitado para entrenar a este nivel", dijo.
Tanto el DT como el presidente Josep Maria Bartomeu reconocieron que esta no era la primera oferta que se le hacia para que asumiera el banco. "No son momentos fáciles, exige siempre al máximo y así me gusta, hay calidad suficiente para exigir al máximo en los resultados y títulos. A partir de ahora vamos a trabajar para tener un equipo fuerte, hay que hacer cambios, la imagen del otro día no es la que queremos", dijo en referencia a la dolorosa goleada 2-8 ante el Bayern Munich por la Champions.
Con messi a la cabeza
Las preguntas fueron dirigidas al futuro del equipo, y de lo poco que aclaró, es que cuenta totalmente con Lionel Messi como cabeza de su equipo. "Es el mejor del mundo y lo quieres tener en tu equipo, no en el contrario. Como entrenador me encanta trabajar con Messi, te gana partidos. Tiene contrato, es jugador del Barcelona, pero hay que hablar con él porque es el capitán. Vamos a trabajar y hablar con varios con jugadores", dijo.
Aunque no quiso hablar de otros nombres individuales, sí reconoció que "hay jugadores a cierta edad que se pueden tener dudas sobre el rendimiento, pero hay que respetar a todo los jugadores. Si hay que tomar decisiones, las tomaremos".
Sin mencionar por ejemplo a Arturo Vidal, Sergio Busquets o Luis Suárez, sí habló de los veteranos. "Un jugador de 31, 32 o 33 años no está acabado. Depende del hambre que tenga por estar aquí (...) Creo que hay calidad suficiente, pero no solo gente joven, hay que tener un equilibrio con experimentados. Lo que el equipo tiene que cambiar es que debe jugar con más intensidad".