Natividad Espinoza R.

Una tendencia que se ha empezado a instalar el último tiempo en el país es hacer ejercicio sobre la cama, que es lo que se conoce en distintos lugares como BedGym.

En la plataforma de videos Yotube.com es posible encontrar numerosas rutinas para ponerse en forma de esta manera, haciendo diversos movimientos con accesorios como mancuernas y bandas elásticas, aunque también varios otros que no requieren nada más que el propio cuerpo.

Pero, ¿es ésta una práctica recomendable para mejorar el estado físico? El deportólogo de Clínica Meds, César Kalazich, sostuvo que sí. Es más, explicó que "en general este tipo de ejercicios se hacen en rehabilitación con personas que están hospitalizadas, con personas que han tenido alguna cirugía reciente y que hay que empezar a movilizar o con quienes tienen cierto grado de postración y resultan muy beneficiosos".

No obstante, el experto añadió que si bien hacer cualquier tipo de ejercicio es algo positivo, "si se trata de personas que no tienen problemas para movilizarse u otras limitaciones es recomendable que lo complementen (el BedGym) con otras prácticas, como un ejercicio más aeróbico".

Asimismo, Kalazich mencionó que es importante ir aumentando la dificultad de los ejercicios con el pasar del tiempo. En el caso del BedGym, esto se puede lograr aumentando los pesos de las mancuernas y la resistencia de las bandas elásticas, por ejemplo.

Cómo debe ser la cama

Si se va a hacer ejercicio sobre una cama lo ideal es que ésta no sea demasiado blanda o esté demasiado desgastada, puesto que según Kalazich esto puede hacer más difícil la correcta ejecución de los ejercicios.

"Lo ideal es que las camas sean un poco más duras o también se les puede poner un mat de yoga encima para que la superficie de contacto sea más pareja", aseguró el médico.

Actualmente incluso se puede comprar por internet una especie de cinturón con ojetillos con la finalidad de rodear el colchón y luego tensar el cinturón, de modo que la cama quede firmemente rodeada por éste. Así, se puede hacer uso de los ojetillos para sostener ciertos tipos de bandas elásticas que requieren un enganche. Sin embargo, todo tipo de banda elástica sirve para sumar dificultad a la práctica del BedGym.

¿Los ejercicios claves? Abdominales, bicicletas, estiramientos de brazos y puentes son algunos de los infaltables en estas rutinas que duran cerca de 15 minutos.

"Si se trata de personas sin problemas para movilizarse es bueno complementarlo con otras prácticas",

César Kalazich, deportólogo Clínica Meds

El sexo en pandemia: ¿Qué dicen los números?

Los últimos meses de pandemia, se ha generado un contexto extraño y complejo. Las cuarentenas han puesto frenos en muchos niveles distintos y esta realidad nos puede estar afectando de diferentes maneras. Hoy contamos con información de diversos estudios que reflejan cómo la pandemia ha incidido en nuestra sexualidad y dejan en evidencia las diferencias, así como también algunos factores en común.

¿Qué pasa en Chile?

En el Centro Mi Intimidad, realizaron una encuesta donde participaron 523 mujeres y que reveló que el 63,9% dijo que su frecuencia de encuentros sexuales ha disminuido durante la pandemia, el deseo sexual bajó, en un 33,8% y la capacidad de experimentar placer cayó en 35,9%. Respecto a las relaciones de pareja, el estudio realizado recientemente por Corpa Estudios de Mercado y Unifam arrojó que a diferencia de lo que se podría pensar sobre las relaciones en pandemia, un 79% de las mujeres está satisfecha con su relación y los hombres un 86%.

Otros datos interesantes de la investigación de Corpa señala que el 59% de las personas sienten que su relación en pareja ha mejorado. En el grupo socioeconómico alto (ABC1), sólo un 14% considera que ha mejorado mucho su relación, mientras que en el grupo medio bajo (C3D), es de un 42%. El 88% de las personas afirmó que una vez que se termine todo lo relacionado a la pandemia, les gustaría permanecer con la misma pareja.

En la encuesta anónima "Sexo y relaciones en el tiempo de Covid-19", en que participaron 1.559 adultos entre el 21 de marzo y el 14 de abril de 2020 se vio que la mayoría de los participantes tuvo una disminución en la calidad de sus vidas sexuales (43,5%), un 42,8 se mantuvo y un 13,6% tiene mejoras.

¡Yo también hice lo mío! Si bien mi muestra fue bastante menor (contestaron 108 personas) y se trató de una simple pregunta en mi cuenta de Twitter. Ante la declaración "tu satisfacción sexual en pandemia ha: aumentado (13,9%), disminuido (45,6%) y no ha cambiado (40.5%).

A medida que las restricciones se generalizaron, se vio un aumento en las búsquedas de pornografía en línea (Pornhub Insights, 2020), las ventas de juguetes sexuales (Smothers, 2020), las descargas de aplicaciones de citas (Stunson, 2020) y las publicaciones eróticas en las redes sociales (Zane, 2020). Este patrón sugiere que cuando las oportunidades para la búsqueda de sexo en persona y/o el sexo en pareja son limitadas, las actividades en línea y en solitario pueden llenar el vacío. En la medida en que la adopción de la tecnología sexual se está produciendo al gigantesco ritmo reportado por algunos medios, se podría decir que estamos en medio de una revolución sexual. Esto podría cambiar permanentemente la forma en que abordamos el sexo actualmente y mucho después de que la pandemia disminuya. Sin embargo los informes son solo una imagen de lo que está ocurriendo en los dormitorios. ¿Cuántas personas han experimentado cambios en su vida sexual desde que comenzó la pandemia? ¿Hasta qué punto estos cambios giran en torno al uso de la tecnología frente a otras actividades sexuales? ¿Cuál ha sido el impacto final, para bien o para mal? Estas preguntas aún no han sido bien abordadas, y sus respuestas tienen una serie de implicaciones importantes, no sólo para entender cómo es probable que nuestra vida sexual cambie una vez que termine la pandemia, sino también para aprender lecciones que potencialmente podrían ayudarnos a navegar mejor en futuras situaciones de emergencia.

Rodrigo Jarpa / @rodrigojarpa, Magíster en Psicología Clínica y doctor en Sexualidad Humana.