Catalina Muñoz Lizama

La sanantonina Carolina Rojas Piña (39) es publicista de profesión, área en la que se desempeñó varios años antes de decidir independizarse.

"Siempre he ejercido la carrera desde el área de las ventas, en tiendas especialmente. En el último trabajo justo se me terminó el contrato en medio de la pandemia. Pensé que no era bueno seguir trabajando por el tema de los contagios y descansé un tiempo", cuenta la oriunda de Tejas Verdes.

En septiembre pasado creó El Té de Carola, una tienda que funciona a través de las redes sociales, ofreciendo té de distintos tipos y accesorios para los amantes de las infusiones.

Qué hacer

Pese a que durante la pandemia decidió descansar, la Carola, como la conocen en su círculo más cercano, nunca dejó de pensar en emprender.

"Yo vivo con mi papá y mis perros. Mi mamá falleció hace ocho años y no tengo hijos, entonces pensé que no era tan urgente hacer algo, como sí lo era para otras personas que quedaban sin trabajo en la emergencia sanitaria", afirma.

-¿Fue difícil tomar la decisión de emprender?

-Diría que no tanto. Mi papá siempre me ha apoyado en todo porque para él sigo siendo su niña. Ha sido un gran papá desde siempre, y más aún después de que mi mamá falleció. Siento que me tomé un tiempo para emprender, pero era necesario.

Los riesgos

En un principio barajó la opción de comercializar café, pero sabía que Chile no era un país productor.

"Un día se me ocurrió vender té, pero no fue algo de la nada, sino que llevaba un tiempo pensándolo. De ahí hice una investigación amplia, buscando un buen proveedor, interiorizándome y todo, porque mucha de la gente que trabaja en esto son personas que han estudiado mucho el tema", sostiene.

-¿De dónde salen esas ganas de emprender?

-Si bien no tenía una necesidad enorme de generar ingresos, como para mantener una casa por ejemplo, sí quería hacer algo o desempeñarme en algo que fuera mío. Antes siempre estuve en el área de ventas en publicidad, entonces pensé que si podía llevar una tienda, perfectamente lo podría hacer con algo más chico.

Empezó ofreciendo solo un par de tipos de té y, a poco más de dos meses de iniciar este camino, El Té de Carola cuenta con 14 variedades de infusiones.

-¿Cuáles eran los riesgos que enfrentaba?

-Principalmente que toda la inversión era mía. Entonces era arriesgado porque podía perder todo si mis productos no tenían una buena llegada con el público.

Y decidió arriesgarse. "Me estaba aventurando en algo sola y totalmente incierto. Sin embargo, se me hizo fácil, pese a que solo contaba con el conocimiento popular en cuanto a té. De todas maneras, fui atrevida al incursionar en esto, pero siento que se debe a que no tengo hijos, si no, el panorama sería otro.

Desconocida

Algo que siempre tuvo claro era que no quería que la gente, principalmente sus amigos, la asociara con la tienda. Lo que deseaba era que tanto ella como el emprendimiento tuvieran su propia identidad.

"Quería que si alguien me hablaba a las 12 de la noche lo hiciera por el té y no para que me preguntaran cómo estaba mi vida. Cuando yo hago un trabajo le pongo toda la atención y dedicación que requiere, entonces con esto me pasa igual y, por lo mismo, decidí separar las cosas y hacer redes sociales nuevas", explica la emprendedora.

Cuenta que al comienzo no quería mostrarse tanto en las redes, porque creía que la gente podía tener cierta desconfianza. Por lo mismo, lo primero que hizo fue tratar de brindar seguridad al público.

"Las estafas en las redes sociales abundan, sobre todo ahora con la pandemia, y era lógico que quizás la gente desconfiara si no tenía muchos seguidores, por ejemplo. Cuando a mis amigos les envié solicitudes de amistad de la tienda, no me aceptaban y era porque a todos les asombraba que separara mis redes sociales personales", detalla la publicista.

-¿Por qué llamarlo El Té de Carola entonces?

-Me benefició mucho ser publicista, porque ya tenía una base de conocimiento respecto a las ventas. Algo que hay que tener claro es que lo que ofrecemos tiene que identificarnos, reflejarnos y, como casi nadie me conoce como Carolina, lo llamé El Té de Carola, que siento que es como mi nombre original.

En todo caso, la sanantonina no descarta la posibilidad de volver a la publicidad, aunque aclara que por ahora no es su prioridad.

De enfrentarse a esa posibilidad, asegura que no dejaría su nuevo emprendimiento, que sin duda la ha hecho inmensamente feliz en este poco tiempo.

"Si me llega una oferta laboral la tomaría y compatibilizaría ambas cosas, porque esto ya me encantó. No estoy desesperada por encontrar un trabajo, al menos por ahora. Me aventuré en esto y resultó bastante bien, no veo un motivo para dejarlo", manifiesta.

Ventas

Pese a que partió con la tienda los primeros días de septiembre, recién el 18 de ese mes, en plenas Fiestas Patrias, realizó su primera venta, algo que quedará en su anecdotario.

También ha notado en este tiempo que el 95% de sus clientes corresponde a mujeres, que la contactan mayoritariamente a través de Instagram.

"Mi primera venta llegó en medio de Fiestas Patrias, y desde ese momento poco a poco he ido consiguiendo más clientas frecuentes. Reparto a domicilio gratis en San Antonio cuando las compras son sobre cinco mil pesos, y eso le agrada mucho a la gente", concluye.

"Mi papá siempre me ha apoyado en todo porque para él sigo siendo su niña. Ha sido un gran papá desde siempre, y más aún después de que mi mamá falleció",

Carolina Rojas

"Fui atrevida al incursionar en esto, pero siento que se debe a que no tengo hijos, si no, el panorama sería otro",

Carolina Rojas