Del odio al amor: la sanantonina que se enamoró de la actividad física
Ximena Sepúlveda lleva una extensa carrera enseñando pilates, aerobox y otras disciplinas a las mujeres de la provincia. Actualmente se la juega con XimeFit, el emprendimiento donde vende ropa deportiva femenina.
Step, pilates, aerobox y baile entretenido son algunas de las disciplinas que Ximena Sepúlveda Guerra ha enseñado durante su carrera a cientos de mujeres de distintos rincones de la provincia de San Antonio. "Empecé hace mucho tiempo, este año debería haber celebrado mis 20 años, pero no pude por todo lo que está pasando", cuenta la conocida profe.
"Comencé a ir a clases porque tenía obesidad mórbida. Una amiga me invitó y me daba vergüenza, porque a la gente grande le da vergüenza hacer gimnasia, pero fui y empecé a tener resultados. Primero iba un día, luego dos y después toda la semana", recuerda.
-¿Y antes de eso no le gustaba el deporte?
-Ni en la escuela hacía deporte, era tanto que de repente me pintaba ojeras para decir que estaba enferma y no hacer actividad física. Y si tenía que dar vueltas corriendo al estadio caminaba para que me pusieran el 4. Odiaba la actividad física.
Del odio al amor
Tras un intenso año asistiendo a clases con su amiga, Ximena vivió cambios positivos: "En ese año bajé mucho y como vi que tuve resultados y tenía condiciones, porque ella me pedía que le hiciera reemplazos, comencé a hacer cursos. A mí me gustó y pensé por qué no entregar algo que a mí me hace bien".
Desde entonces, Ximena no ha parado. Primero estudió fitness y luego fue sumando a su abultado currículum cursos de step, pilates, cardiobox, aerobox, baile entretenido, trabajo localizado grupal y masoterapia. Con estas disciplinas ha recorrido nuestro litoral, haciendo clases en Algarrobo, El Quisco, El Tabo y San Antonio, trabajando para municipios, empresas privadas y de forma particular.
-¿Por qué le gusta enseñar?
-Tengo pasta de líder y me gusta que la gente sienta esa satisfacción, porque lo que yo entrego, a diferencia de cualquier trabajo, es desestres. Cualquier trabajo genera estrés, pero la actividad física produce placer.
-¿Cómo ha cambiado la mentalidad de las personas en cuanto al ejercicio en estos últimos años?
-Cuando empecé, el tema del ejercicio o del gimnasio no era prioridad y con el pasar de los años se volvió casi una necesidad. Primero las mujeres llegaban tímidas o de a dos, después se armaba un grupo, se hacían amistades y 'juntas'. Es mucho más que la gimnasia.
Para el amor propio
Ximena comenta que el ejercicio impacta positivamente en el autoestima de las participantes: "Mejora mucho el hecho de socializar o ver que no soy la única gordita o que le cuesta mejorar. Aparte que yo les doy unos tips especiales, solo para mujeres (risas). Me gusta tirar la talla en las clases, para mí la terapia de la risa es básica", afirma.
La profe cuenta que a veces se transforma en la sicóloga de las chicas: "como soy empática, me han contado muchas historias, algunas bien impresionantes. Mucha gente se desahogaba conmigo, porque tenían problemas con sus esposos, con sus hijos, o alguna enfermedad. Y de hecho, la asistencia a las clases les ayudaba para salir un poco de los problemas que tenían, para ellas era importante ese espacio, casi necesario".
XimeFit
Hace seis años, Ximena complementa su trabajo con la venta de ropa deportiva para mujeres, a través de XimeFit, su tienda online en Facebook e Instagram. "Yo usaba todo el día ropa deportiva, que en general es cara, y alguien me vendió una calza de marca chilena, que era cómoda y mucho más barata. Empecé a investigar y llegué a la fuente y comencé a traer. Traje seis primero y se vendieron súper rápido, por lo que seguí", cuenta.
Tras el éxito de los productos, amplió la variedad y hoy vende calzas, petos, poleras, sudaderas, jogger, polerones y short deportivos de fabricación chilena, peruana y brasileña y desde las tallas xs a las xl.
Este año y por primera vez en su carrera, Ximena dejó de hacer clases debido a una lesión en la espalda y a las medidas preventivas del covid-19, por lo que su emprendimiento se transformó en su fuente principal. Lamentablemente, le ha tocado pasar malos ratos: "Me estafaron en cuarentena. Como no podía salir a comprar, me puse a buscar proveedores por internet. Encontré a uno y le pedí que me acreditaran la compra, me mandaron los voucher, pero era una estafa. Nunca llegaron las cosas. Lo bueno es que no fue tanta plata, porque como no los conocía quería probar los productos primero, pero igual fue fome".
A pesar del trago amargo, más han sido los buenos momentos y actualmente en su instagram xime_ventasfit tiene más de 1.600 seguidores y ha hecho ventas para Iquique, Valparaíso y Santiago, entre otras ciudades. "Mi ropa se ha hecho famosa, porque la gente me vuelve a comprar y me recomienda. La ropa que traigo acá en las tiendas no las va a encontrar", asegura la profe, quien de a poco está volviendo a retomar su pasión con clases particulares en San Antonio.
"Ni en la escuela hacía deporte, era tanto que de repente me pintaba ojeras para decir que estaba enferma y no hacer actividad física",
Ximena Sepúlveda