Joven llolleína viajó a China y se enamoró de los sabores de la milenaria gastronomía asiática
Con un local de comida y snacks quiere acercar las preparaciones chinas y coreanas a los paladares de los sanantoninos.
Un viaje para cumplir uno de sus grandes sueños generó el más grande de los cambios en la vida de María José Carvajal (32).
Nacida y criada en Llolleo, siempre estuvo entre sus planes tener un trabajo propio, en el que pudiera distribuir el tiempo, sobre porque tiene dos hijas, de 15 y 12 años.
Esa necesidad y el gusto personal por la cultura de algunos países asiáticos llevaron a la joven madre a instalar, desde marzo de este año, un local que se llama BangAnn, donde vende comida y snacks de estas naciones, con los cuales espera acercar más la cultura a la comunidad local.
"La idea surgió netamente en mi primer viaje a China en el 2018, pero no fue, por distintos motivos, que pudimos abrir un local hasta marzo de este año. Sin duda no puedo estar más agradecida de esta oportunidad", explicó la emprendedora.
Viaje a China
El primer viaje a China de la llolleína fue de 15 días y principalmente le sirvió para impregnarse de la cultura y aprender de ella.
En dicha oportunidad, conoció lo que era el bubble tea, una típica bebida asiática, que consiste en un té con mezclado con fruta o leche.
"La principal característica del bubble tea es que contiene pelotitas de tapioca (almidón extraído de la yuca), que le da la textura de algo más chicloso y comestible. En el local hemos creado algunos para probar variedades con leche y sin ella", describió sobre la oferta de su local.
-¿Cómo fue enfrentarse a esta nueva cultura?
-Fue un choque cultural importante, pero que me hizo muy feliz. Quería mucho conocer esta cultura y creía que la mejor forma de hacerlo era al estar directamente en el lugar, por lo que fue una experiencia enriquecedora en todo sentido.
-¿Después del viaje tomó fuerza la idea del local?
-En gran medida sí. Lo que pasa, es que al conocer el bubble tea, pensé que a la gente acá le podía gustar, sobre todo porque puede tener muchos sabores, entonces era algo diverso. A la gente acá le gusta el té, entonces lo estábamos ofreciendo, pero en un formato poco usual.
Segundo viaje
Cuando retornó de esta primera aventura María José ya quería implementar esta idea de traer a Chile productos de la gastronomía asiática.
Por lo mismo, y esta vez también con el interés de aprender también el idioma, realizó un segundo viaje en 2019, que se extendió por tres meses.
"El idioma fue algo muy complicado de aprender, estuve tres meses y casi me fue imposible aprender. Yo ya había estudiado antes de viajar, pero es muy complicado. Creo que si hubiera estado un año allá podría haber funcionado, porque siento que uno debe integrarse lo más posible a esta cultura", planteó la llolleína.
-¿Qué diferenció este viaje del primero que realizó?
-En este viaje no fui solo a China, sino que también a Corea, entonces pude empaparme de otra cultura, otras tradiciones y así mismo ocurre con la gastronomía, que es lo más importante para mi local.
La comida y cultura
La principal meta de esta madre de la comuna de San Antonio es que más gente pueda conocer y se sienta atraída por probar los sabores de la gastronomía de la cultura asiática.
Lo que quería era que los sanantoninos tuvieran la opción de conocer algunas de las preparaciones de los países que visitó sin tener que viajar a Santiago o Viña del Mar.
"Cuando hablamos de comida asiática la gente piensa en el sushi o en la comida china, entonces yo quería que fueran más allá y aprendieran de otras cosas", cuenta la emprendedora.
-¿Por qué este proyecto no se concretó después del primer viaje?
-Lo planeamos como familia, el año pasado, desde enero a septiembre de 2019. Estudiamos todo y yo participé con mis bubble tea en algunas ferias. Cuando pensamos que podríamos concretar la idea llegó el estallido social y nos frenamos.
Las marchas, protestas y enfrentamientos, más el miedo de la gente por salir de sus casas llevaron a María José Carvajal a posponer la apertura de un local físico para la venta de sus productos. Además debía sumar los altos costos de arrendar.
El local ideal
Cuando las marchas disminuyeron y todo funcionaba con normalidad la llolleína realizó un viaje de vacaciones con sus hijas a Iquique.
Sin saberlo el final de ese viaje sería el inicio definitivo para su negocio.
"Recuerdo que estábamos de regreso en el bus y al pasar por Llolleo vi que este local se arrendaba. Tomé la decisión de inmediato y a los pocos días ya estaba concretando el arriendo del local", recordó.
El local ubicado en Los Aromos 371 es antiguo, por lo que requirió varios meses de arreglos, para además cumplir con las normativas que la Seremi de Salud le exigía.
El 17 de marzo pudieron abrir por primera vez las puertas del local que ofrece bubble tea, ramen, baozi (pan chino al vapor), entre otras preparaciones, incluidos snacks.
"Abrimos y a los pocos días se declaró la pandemia y tuvimos que cerrar, así que solo trabajábamos con delivery. Recién en agosto las ventas comenzaron a repuntar y desde ahí no hemos parado", asegura María José.
-¿Ha sido un camino difícil?
-Sin duda, sentía que veníamos de golpe en golpe, estuvo el estallido y no pudimos poner en marcha el proyecto y cuando al fin lo teníamos, llegó la pandemia y hubo meses muy malos, entonces tuvimos que siempre estar poniéndonos de pie para seguir adelante.
El sueño para jóvenes
Este local que busca acercar a la geste la gastronomía asiática, también conlleva cumplir un sueño para su impulsora.
María José es madre de dos hijas, Isis (15) y Anneliese (12) y las más grande, es una fiel seguidora del estilo musical Kpop, un estilo de bandas musicales de jóvenes provenientes de Corea del Sur.
"Quienes disfrutan del Kpop, suelen juntarse a ensayar coreografías, por ejemplo, y siempre tienen la curiosidad de probar productos de allá, pero entramos en lo mismo de que no pueden comprarlo acá en San Antonio", afirmó María José Carvajal.
-¿Se puede decir que este local también responde a una necesidad de su hija?
-Exactamente, quería que, si mi hija y sus amigas u otros amantes del Kpop y la cultura asiática, se querían reunir en un lugar que pensara en ellos y sus gustos, no tuvieran que viajar para concretarlo.
-¿Cómo se siente con todo lo que ha logrado?
-Orgullosa es poco, siento que todo esfuerzo rindió frutos. He conseguido mucho y sin duda eso me tiene feliz, sin duda también es gracias a todo el apoyo familiar que recibo. Mi hija siente que este espacio está muy bien pensando y eso era lo que yo buscaba desde un inicio.
"En el segundo viaje no fui solo a China, sino que también a Corea, entonces pude empaparme de otra cultura, otras tradiciones y así mismo ocurre con la gastronomía",
María José Carvajal.
"Al conocer el bubble tea pensé que a la gente acá le podía gustar, sobre todo porque puede tener muchos sabores,"
María José Carvajal