Leo Riquelme
La despedida de un teniente habría sido el pretexto por el cual cerca de 30 policías de un suburbio de París celebraron una fiesta, desafiando las restricciones de la pandemia que ellos mismos deben hacer cumplir.
El festejo ilegal ha causado revuelo en Francia, donde las autoridades han exigido explicaciones tanto institucionales como individuales por lo ocurrido, aparentemente, el 22 de enero.
El hecho fue denunciado a través de videos que se viralizaron rápidamente. En ellos se ve a una gran cantidad de funcionarios bailando al ritmo de la popular canción La Macarena, sin mantener la distancia social solicitada para evitar la propagación del coronavirus y tampoco usando mascarillas.
Fotografías muestran también una cantidad importante de alcohol y a hombres y mujeres posando abrazados.
El hecho ocurrió en la sala de descanso de la comisaría de Aubervilliers y se habría extendido hasta cerca de las 3 de la madrugada, a pesar de que en el país el toque de queda rige a partir de las 6 de la tarde, desde cuando está prohibida la realización de cualquier fiesta o reunión, como parte de las medidas impulsadas por el gobierno para intentar retener la dureza de una segunda ola de covid que en la últimas horas dejó 350 fallecidos y casi 27 mil nuevos contagiados.
Violar el toque de queda implica una sanción de 135 euros (equivalentes a unos 120 mil pesos), dinero que aumenta si el infractor es reincidente.
La denuncia fue realizada por el sitio web Loopsider, que aseguró que la celebración tuvo la venia del comisario, algo que un agente consultado por el periódico Le Parisien puso en duda. "Él es una persona extremadamente rigurosa. No es su estilo", dijo la fuente de ese medio.
La Prefectura de la Policía francesa reconoció a través de Twitter que el evento sí se realizó y asumió que en él hubo "ningún respeto por las medidas de distanciamiento social". Por lo mismo, la institución advirtió que ya se realiza una investigación interna "y se impondrán sanciones administrativas a los participantes".
La situación sanitaria y el respeto a las restricciones llevó ayer al vocero de Gobierno, Gabriel Attal, a informar que el presidente Emmanuel Macron solicitó revisar y ver la posibilidad de extender o hacer más estricto el toque de queda actual, que dura 12 horas. "Es eficaz, pero insuficiente", ya que, a su juicio, "no frena suficientemente la propagación de los virus".