N.L.G.
El cierre del 2020 y el inicio 2021 fueron muy complicados para Nicolás Jarry. En noviembre, tras superar su sanción por doping, volvió a jugar en un Challenger y dos Futuros, donde perdió en todos sus debuts. Para peor, su entrenador, el argentino Dante Bottini, terminó su relación con él para dirigir al búlgaro Grigor Dimitrov.
Es por eso que el llanto final que tuvo Nicolás Jarry en su silla una vez que abrochó su triunfo por 6-1, 6-7 (1) y 6-2 ante el argentino Camilo Ugo Carabelli (349°) en el debut en el Challenger de Concepción, tuvo un tono de desahogo mientras era contenido por su pareja.
Fue más de un año el periodo que pasó desde su último triunfo oficial, el 11 de enero del 2020 ante el australiano John-Patrick Smith, por las clasificatorias del ATP 250 de Adelaida.
"El llanto es por todo lo que pasé, ganar y volver a estar compitiendo. Poder cerrar un partido, controlar los nervios y competir por estar de vuelta en este deporte que ha sido casi toda mi vida", confesó el tenista.
Tuvo que bregar Jarry tras un inicio demoledor, porque en la segunda manga el tie break lo perdió por 7-1 e incluso Carabelli comenzó el tercer set con un quiebre a su favor, el que fue devuelto inmediatamente por el "Príncipe". Dos quiebres después, uno para quedar 4-2 y el otro cuando ya iban 5-2, permitió sellar su triunfo, sumando siete puntos que le permitirán volver a aparecer en el ránking, lugar que dependerá hasta la ronda que avance en Concepción.
"Muy contento por todo en realidad, por tener la oportunidad de venir a competir después de lo que pasó. Feliz por mi actuación y por cómo salí a jugar desde un principio", dijo Jarry, quien en octavos enfrentará al también argentino Facundo Cerundolo (146°). Mientras que Alejandro Tabilo (167°) chocará con el portugués Joao Domingues (176°) y Tomás Barrios (260°) tendrá un duro encuentro con el primer cabeza de serie del torneo, el también trasandino Federico Coria (92°). Gonzalo Lama (645°), en tanto, cayó 4-6 y 1-6 en su estreno ante Sebastián Báez (312°).