Página 11 | El Líder de San Antonio

Cartagena despidió el peor verano de su historia

Un desolador panorama se registró en el último día de febrero en el tradicional balneario.

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Pese a que el verano aún no termina oficialmente, es un hecho que la temporada estival se acabó para la comuna de Cartagena, así como también para el resto de los balnearios del Litoral Central que siguen en cuarentena durante los fines de semana.

Ayer Cartagena nuevamente estuvo prácticamente vacía producto de la restricción de movimiento que impone la fase 2 del plan Paso a Paso. Fue el peor término para el verano más nefasto para la comuna tanto en el ámbito comercial como en el sanitario.

Carlos Erazo Traslaviña, vecino de Cartagena, comentó que "siempre las decisiones que se toman a nivel central terminan afectándonos a nosotros los más pobres, y Cartagena es una comuna que claramente no está dentro de las más adineradas. Los turistas que llegan acá tampoco son los que más dinero tienen, así que todos estas restricciones no hacen más que empobrecernos más".

Este residente del sector de La Capellanía agregó que "esto (la cuarentena) me parece más un show que intenciones serias de proteger a la población. Nos pasaron a fase 2 sabiendo que estos problemas se pudieron prevenir con controles más estrictos, con aforos específicos. La gente vino para acá, subieron los casos, se fueron y acá nos quedamos nosotros teniendo que encerrarnos. Es insólito finalmente".

El padre de este joven, Carlos Erazo Burgos, indicó que "acá la gran mayoría de las personas vive del turismo, en los rubros gastronómico, el hospedaje y los comerciantes de playa, y lamentablemente perdieron casi todo el mes de febrero".

Comercio

Uno de los pocos negocios abiertos ayer Playa Grande era la panadería y pastelería Peter Pan. Su dueño Fredy Orozco reconoció que "ha sido un verano realmente complicado para nosotros, especialmente este mes. La gente se fue y el comercio se vio obligado a cerrar los fines de semana. Todos los comerciantes estábamos esperando febrero para poder repuntar en nuestros negocios y lamentablemente nos encontramos con esta fase 2".

Fredy Orozco añadió que "por fortuna nosotros podemos abrir porque somos comercio esencial, pero nuestros vecinos comerciantes no lo pueden hacer y además la cantidad de turistas que hay en la zona es mínima. Las comunas aledañas también están en la misma situación, lo que hace que estemos todos con muy pocos turistas y eso se traduce en pocos clientes y, a su vez, en pocas ganancias para todos".

Solitario

Juan Manuel Castillo, turista proveniente de la comuna de San Ramón, contó que "nosotros estamos hace algunas semanas de vacaciones acá porque tenemos familiares en la zona, pero se ha notado mucho cómo la gente se fue, cómo el comercio cerró y la playa ya no parece ser la misma de siempre".

Castillo manifestó además que "nosotros venimos cada verano hace muchos años a Cartagena y realmente las cosas han sido muy distintas para todos, especialmente para el comercio, hoy mismo lo ves prácticamente todo cerrado y la playa vacía".

4 de febrero comenzó a regir la fase 2 en Cartagena, que implica cuarentena los fines de semana.

Reflexiones

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por Ernesto Guajardo, director RIL Valparaíso.

La vida, la muerte, la poesía

Sobre la literatura existen múltiples prejuicios, pero sobre la poesía estos constituyen un caudal. Uno de ellos es atribuirle determinados tonos, apacibles, bucólicos, amorosos, melancólicos. Atardeceres permanentes de sol, contemplados desde la orilla del mar.

Por suerte, la literatura es mucho más que eso, y la literatura referida a determinados territorios, a ciertas geografías, no se reduce a una descripción paisajística, a una representación de postal. Hablar de un territorio puede significar también, y la mayor de las veces, hablar de los habitantes de dicho espacio. En otras palabras, implica abordar la condición humana.

¿Recuerda usted el caso de Juanito Miranda, en San Antonio?

El 26 de septiembre de 2002, Juan Miranda Soto, de 12 años, fue asesinado por su padre, quien se negaba a pagar la pensión alimenticia. El hecho, que generó una natural conmoción entre los sanantoninos, no solo quedaría registrado en las páginas de la prensa.

Diez años después, el 23 de marzo de 2012, se presentó en el Departamento de Cultura de la Municipalidad de San Antonio la plaquette de poesía Caurito, de Juan Carlos del Río, poeta residente en el puerto desde 1998.

El poemario fue comentado por Marcelo Mellado y quien esto escribe, y fue impreso por la editorial Economías de Guerra.

Escribir poemas sobre un asesinato podría extrañar a más de alguien. Sin embargo, no es sino una de las expresiones palpables en donde la vida resiste a la muerte. De hecho, la propia materialidad de la plaquette lo atestigua: el uso de guillotina, corchetes, una impresora manual, da cuenta no solo de una opción técnica, sino que también evidencia una postura estética. Lejos de la ostentación y las certezas que pueden otorgar los financiamientos públicos o privados, Caurito enfrenta el espacio público, desde la precariedad técnica, para mostrar a su vez, otras carencias que nos rodean, mucho más decidoras, categóricamente más profundas; como se dijo en su momento, este poemario viene a mostrarnos el mundo de la "paternidad y del desamparo, del asesinato y la orfandad".

Así, forma y fondo tienden a integrarse. Recordemos que la plaquette, en cuanto modalidad de publicación, nos acompaña desde su origen en Francia en el siglo XIX. Estos textos breves eran, al mismo tiempo, urgentes. Implicaban la imperiosa necesidad de establecer una comunicación posible. En este caso, nos permiten recordar un nombre y, con ello, alertarnos sobre lo que no debiera volver a ocurrir.

"Escribir poemas sobre un asesinato podría extrañar a más de alguien. Sin embargo, no es sino una de las expresiones palpables en donde la vida se resiste a la muerte".