Ignacio Silva

La reapertura de los colegios ha sido centro de debate hace meses, y hasta hoy, cuando marzo ya llegó, la opinión sigue estando dividida.

Si bien según un sondeo del Ministerio de Educación sólo cerca de un 40% de los establecimientos que están en comunas sin cuarentena abrirán esta semana sus aulas, datos obtenidos por una encuesta de la Universidad San Sebastián revelan que un 70% de los padres están dispuestos a enviar a sus hijos a clases.

"Y eso, para nosotros desde la pediatría, está muy bien", sostiene el doctor Juan Pablo Torres, pediatra infectólogo de la Clínica Las Condes. Para el especialista, la importancia de generar sistemas híbridos que permitan un regreso a las actividades presenciales radica en un enfoque en la salud integral de los niños.

"Es tremendamente relevante para su salud integral, social, cognitiva, física y mental, porque puede tener repercusiones de salud en los niños que pueden ser muchísimo más complejas que el riesgo de contraer una infección de covid", explica.

En ese análisis coincide la sicóloga, académica y directora de la carrera de Psicología de la Universidad Central, Carolina Pezoa, quien asegura que la interacción presencial es irreemplazable desde el punto de vista de la salud mental y emocional de los niños y adolescentes. "La potencial creación que se genera en el aula presencial y las posibilidades de desplegar las distintas formas que tienen los seres humanos para adquirir el aprendizaje son insustituibles y los estudiantes se han dado cuenta de ello", profundiza.

La visión de los padres no dista de la de los expertos: según el sondeo de la Universidad San Sebastián, el 92% de los encuestados teme que el daño que otro año de educación a distancia podría causar a sus hijos sería "importante" o "muy importante".

Frente a ese contexto, cada especialista señala que desde su área hay ciertos lineamientos que se pueden seguir para tener un regreso a las aulas tranquilo.

Para el doctor Torres, todo parte por informarse. "Lo primero es que los padres vean, tengan conocimiento de las medidas y protocolos que tienen los colegios. Eso obviamente puede transmitir confianza", dice el pediatra. "Lo segundo que hay que entender es que este va a ser un proceso dinámico porque así ha sido la lógica de la pandemia: que las medidas que se toman pueden ir evaluándose y pueden ir cambiando. Ya con la tranquilidad de tener todo eso claro, hay un tercer paso que es tomar las precauciones como el higiene de manos, el uso de la mascarilla, la distancia social. Estas son bastante efectivas, nunca en un 100%, pero son altamente efectivas. Es así como nos hemos protegido nosotros en los hospitales", profundiza.

El profesional luego agrega que otra medida importante es que ante cualquier síntoma o casos de covid en el colegio se opte por clases remotas para el menor, disminuyendo así las posibilidades de contagio. "Todo esto sabiendo que los niños más pequeñitos se infectan menos, son menos susceptibles a la infección y tienen cuadros más leves. Pero igual hay que cuidarlos, igual se pueden infectar y eventualmente, si bien no ha sido como la influenza donde los escolares son vectores importantes en la infección, pueden infectarse y transmitir", cierra.

Las recomendaciones de la sicóloga, en tanto, sugieren actividades prácticas con las cuales los padres pueden ayudar a los niños. "Hay que mantener un diálogo frecuente, escuchar expectativas de los hijos respecto a lo académico y relacional durante este año. También es bueno prepararse para posibles cambios de escenarios y sobre todo revisar los cambios y experiencias que han vivido como familia", dice la especialista.

"El fin es asumir en conjunto que la realidad para muchos ha cambiado y las comunidades educativas deben volver a reconocerse", profundiza, al tiempo que sugiere mantener diálogos familiares, hablar con los hijos a diario y tener en cuenta que el regreso a las aulas puede generarles ansiedad "al dejar la zona de confort que es el hogar".

Mascarilla

Sobre las mascarillas, el elemento de protección que más se ha popularizado desde el inicio de la pandemia, el doctor Juan Pablo Torres es claro: siguiendo lineamientos de la Organización Mundial de la Salud, su uso está contraindicado para menores de 2 años ("puede haber algún riesgo de sofocación"), pero los mayores de 12 años deberían usarlas con habitualidad. Para los niños de entre 5 y 12 años, en tanto, se sugiere utilizarlas lo más que puedan.

"También es importante enseñar medidas como el lavado de manos antes y después de ponerse o sacarse la mascarilla, el evitar tocar la parte del centro, ojalá sacársela desde las tiras. Uno piensa que eso en los niños quizás es complicado, pero cuando se les enseña generalmente lo terminan haciendo bastante mejor que los adultos", agrega el pediatra infectólogo.

"Hay que asumir en conjunto que la realidad para muchos ha cambiado y las comunidades educativas deben volver a reconocerse",

Carolina Pezoa, Psicología U. Central