La esforzada joven que creó tres emprendimientos en tres meses
Odalí Saldías, de 21 años, trabajaba todos los veranos para generar sus propios ingresos, pero la pandemia y el temor a un contagio, ya que sufre de asma, la obligaron a buscar nuevas fórmulas para ganar dinero.
Odalí Saldías Soto cursará este 2021 su último año de la carrera de Ingeniería en Administración en Recursos Humanos.
Dos de las principales características de esta joven estudiante sanantonina son que siempre ha sido una defensora de los animales y se ha esforzado para ayudar a sus padres tratando de generar sus propios ingresos cada vez que el tiempo se lo permite.
"Mis papás se encargan de mis gastos universitarios, pero yo siempre he buscado generar el resto por mí misma y no depender tanto de ellos para darme mis gustos. Siempre estoy buscando algo para hacer", cuenta esta llolleína de 21 años.
Pandemia
El año pasado, como consecuencia de la pandemia del covid-19, Odalí cursó su año universitario de manera online o a distancia, por lo que volvió a vivir con su familia en San Antonio y no continúo viajando a Viña del Mar.
La emergencia sanitaria también provocó otros efectos en su vida personal. Ella estaba acostumbrada a trabajar todos los veranos en distintos empleos para ganar su propio dinero y aliviarles la carga de gastos a sus padres, pero esta temporada estival fue imposible.
"Cuando recién estaba comenzando la pandemia y yo ya estaba en San Antonio, salieron algunas ofertas de trabajo, pero no las podía tomar, aunque tenía todas las ganas", afirma.
-¿Por los estudios?
-No, los estudios nunca han sido un impedimento para trabajar. Lo que pasa es que yo soy asmática, entonces era un tanto riesgosa la posibilidad de que me contagiara, por lo que tenía que protegerme y aún tengo que hacerlo. No puedo exponerme a un contagio.
Ganas de más
La joven confiesa que es de naturaleza inquieta, por lo que siempre estaba mirando en redes sociales qué podía hacer durante el periodo de pandemia.
Sin pensarlo mucho, sus mismos gustos la llevaron a jugársela por un primer emprendimiento: la venta de huevos de gallina feliz.
"Estos huevos provienen de gallinas libres, que no son explotadas para poner huevos, sino que lo hacen de acuerdo a su proceso natural. Es un producto un poquito más caro, pero que asegura una mejor calidad", detalla sobre este primer negocio.
-¿Se interesa la gente por este producto que es un poco más caro?
-Al principio les empecé a vender a los compañeros de trabajo de mi mamá y también a mis conocidos, como papás de amigos, familiares y cosas así. Sentía que podía hacer que la gente cambiara un poquito y pensara en los animales. Y así ha sido.
Muchos de sus clientes creían que el emprendimiento no era suyo, porque confiesa que la veían muy niña para estar haciendo negocios.
"Como les vendía a los compañeros de trabajo de mi mamá y amigos de mi papá, ellos pensaban que el negocio era de alguno de ellos dos, pero la idea siempre fue mía. A mí se me pasa algo por la cabeza y no descanso hasta concretarlo. Eso es lo que me caracteriza", relata entre risas.
Segunda prueba
Precisamente, con esas ganas y esa tenacidad que pone en cada uno de sus proyectos, Odalí quiso dar un paso más allá y no apostar todas sus fichas a los huevos de gallinas felices.
"Cuando partí con las ideas para generar mi propia plata, ya estaba en el periodo de exámenes. Entonces podía arriesgarme con algo más, porque tenía el tiempo suficiente para hacerlo. Siempre hay una cuota de riesgo en cada emprendimiento, pero el dicho dice que 'el que no se arriesga, no cruza el río'", asegura esta vecina de Llolleo alto.
-¿Qué se te ocurrió después de los huevos?
-Siempre en esta línea del cuidado animal, comencé a vender maquillaje y cosméticos que fueran libres de crueldad animal. Eso implica que no son probados en animales. Busqué un proveedor y me atreví a hacer una inversión, gracias a la plata que estaba generando con la venta de huevos.
-¿Qué hubiera pasado si no funcionaba?
-Claramente me cuestioné eso, pero por lo mismo invertí poco, para probar cómo se daba entre la gente. Pensé de todos modos, que podía quedarme con todo el stock, pero daba lo mismo, porque al menos lo había intentado y no me quedé con la duda.
En diciembre pasado Odalí se atrevió con la primera tienda digitalizada a través de Instagram, @marli.cl, la que ofrece maquillaje y accesorios para mujeres.
En ese momento se encontraba finalizando su penúltimo año como estudiante universitaria y con dos emprendimientos por delante.
"Los huevos se venden mucho por el dato, a diferencia del maquillaje, porque evidentemente son cosas distintas a las que hay que apuntar de forma distinta, por lo mismo ahí abrí el Instagram. Claramente empecé a crear nuevas cosas con todo lo que se me ocurría, porque no quería dejar de tener mi propia plata", confidencia la veinteañera.
Marli
La carrera universitaria de Odalí le ha entregado las herramientas para seguir adelante con sus emprendimientos y, de la misma forma, le han dado la fuerza y la confianza para alcanzar nuevas metas y acercarse a lo que será su futuro laboral.
"Tengo harto apoyo de mi familia, entonces nunca dejaría algo por tener que estudiar. Además, quiero seguir estudiando después, así que los emprendimientos serían siempre un complemento. Tengo una red de clientes frecuentes en el tema de los huevos, a diferencia del maquillaje y de mi tercer emprendimiento", detalla.
-¿De qué es el tercero?
-Lo creé en enero pasado, preparándome para el Día de los Enamorados. A la gente ahora se le ocurre mucho regalar cajas con distintas cosas que al festejado o ser querido le gustan y eso hago yo con mis Marli Boxes.
-¿Por qué los dos últimos emprendimientos se llaman Marli?
-Detrás de eso hay una historia. Yo soy hija única y cuando empecé a estudiar me fui a vivir a Viña, y la verdad es que me sentía súper sola, porque no tenía a mi gente cerca. Por mi amor a los animales, me regalaron un perrito, el Marli, que ha sido mi compañía. Por eso, los dos negocios digitalizados se llaman como él.
Los regalos sorpresa de @marliboxes son entregados por la misma Odalí sin costo adicional y ofrece distintos productos dulces y salados, dependiendo de los gustos de los clientes.
-Además de ingresos, ¿qué otras cosas te han entregado todas estas ideas?
-Me da un poco de risa, pero siento que he crecido harto, que he madurado. Antes era impuntual, ahora no, porque sé que hay gente esperando que yo llegue con un pedido. Mis papás me motivaron harto a atreverme y agradezco mucho que lo hayan hecho, porque esto me servirá para toda la vida.
"Los estudios nunca han sido un impedimento para trabajar",
Odalí Saldías
"Mis papás se encargan de mis gastos universitarios, pero yo siempre he buscado generar el resto por mí misma y no depender tanto de ellos para darme mis gustos",
Odalí Saldías
"A mí se me pasa algo por la cabeza y no descanso hasta concretarlo. Eso es lo que me caracteriza",
Odalí Saldías