El papa pide a Irak que apoye a su minoría cristiana en histórica visita
El papa Francisco exhortó ayer a las autoridades iraquíes a valorar a sus minorías religiosas y considerarlas un "recurso precioso" que proteger, no un obstáculo que eliminar, al comenzar la primera visita papal a Irak con un llamado a la tolerancia y la fraternidad.
Francisco le dijo al presidente Barham Salih y a otras autoridades iraquíes reunidas en el palacio de Bagdad, dentro de la fuertemente fortificada Zona Verde, que nadie debe ser considerado un ciudadano de segunda clase. Dijo que los iraquíes de todas las religiones merecen tener los mismos derechos y protecciones que la mayoría musulmana chií.
"Sólo si aprendemos a mirar más allá de nuestras diferencias y nos vemos como miembros de la misma familia humana, podremos comenzar un proceso efectivo de reconstrucción y dejar a las generaciones futuras un mundo mejor, más justo y más humano", afirmó.
A pesar de la pandemia del coronavirus y las preocupaciones por su seguridad, Francisco llegó a Irak para tratar de alentar a su número cada vez menor de cristianos, que fueron perseguidos violentamente por el grupo Estado Islámico y que enfrentan una discriminación continua de parte de los musulmanes chiíes.
Francisco le está pidiendo a la reducida minoría cristiana que se quede en el país y que ayude a su reconstrucción tras años de una devastadora guerra que azotó al país.