David Muñoz Castillo
Basta con dar una vuelta por los sectores céntricos de San Antonio, Barrancas y Llolleo para apreciar que la movilidad no bajó en la comuna que cumplió una semana en cuarentena.
El retroceso a la fase 1 busca disminuir los desplazamientos y las posibilidades de infección en la población, que tiene a 317 personas en la etapa contagiante del virus, según el último informe epidemiológico liberado por el Minsal el pasado miércoles.
Cuando se decretó la cuarentena, que comenzó a regir a las 5 de la madrugada del pasado sábado 27 de febrero, la primera medida fue focalizar los controles en el perímetro de la ciudad puerto.
"Primero nos dedicamos a blindar la comuna, en el supuesto que la población cumplía con la normativa, pero detectamos en los últimos días mucho tránsito y en el centro se veía mucha población", explicó sobre la estrategia que se aplicó el coronel Juan Esteban Retamal, director de la Escuela de Ingenieros y representante del Jedena (jefe de la Defensa Nacional) en la provincia.
La gobernadora provincial, Gabriela Alcalde, ratificó que "cumplimos una semana de cuarentena en la comuna de San Antonio y vimos que el comportamiento no fue el esperado, porque vimos más movimiento en la ciudad, comparado con la cuarentena anterior".
El alcalde de Antonio, Omar Vera, describió el comportamiento de los sanantoninos. "Los primeros días, después del anuncio de cuarentena total fueron por parte de la comunidad muy relajados. Se vio mucha gente desplazándose por los distintos sectores de la cuidad, principalmente en los lugares más céntricos".
Según el jefe comunal, "al parecer la gente no le ha tomado el peso aún a esta situación del covid -19. El miércoles llegamos a tener 317 casos activos en el informe epidemiológico. Eso es mucha gente que está contagiada y a su vez esas personas contagian a su entorno, a sus familias o a sus compañeros de trabajo".
Cambio
Frente a este panorama la gobernadora provincial anunció que "decidimos cambiar la estrategia y no solo fiscalizar en el perímetro de la comuna, sino que también adentro, en las calles más céntricas".
El jedena provincial precisó que "conformaremos diferentes patrullas interagenciales, compuestas por inspectores de salud, municipales, Ejército, Carabineros, Armada, PDI, todo ese grupo realizará fiscalizaciones móviles y pedestres para disminuir el tráfico, porque mucha gente definitivamente no está cumpliendo con las normativas".
El coronel de Ejército anunció que "tendremos más controles al interior de la comuna, en Llolleo, Barrancas, San Antonio, el centro, todos los lugares que tienen más concentración de ciudadanos".
En el caso de Carabineros, el prefecto de San Antonio, mayor Lincoyán Valenzuela explicó que para cumplir con esta tarea "tuvimos que pedir refuerzos a Valparaíso para poder marcar presencia en todos los puntos que vamos a controlar".
El oficial policial dijo que "nuestra dotación está calculada para atender las demandas policiales y no las demandas extraordinarias que significan servicios permanentes, las 24 horas del día, en las fiscalizaciones. Pedimos refuerzos a Valparaíso y otras prefecturas para cubrir estos puntos de control y las patrullas que se desplazan especialmente en la comuna de San Antonio".
En las primeras horas del aumento de las fiscalizaciones se cursaron 15 sumarios sanitarios, en el toque de queda se detuvo a 11 personas y seis fueron privados de libertad por infringir las normas sanitarias que rigen en cuarentena.
"Se vio mucha gente desplazándose por los distintos sectores de la cuidad, principalmente en los lugares más céntricos",
Omar Vera