Crónica

En la villa La Alborada, en la localidad rural de Cuncumén, las gemelas Maira y Masiel deambulan por la calle con un teléfono celular tratando de "agarrar" señal pero no lo consiguen.

"No toma Zoom", dice una de las pequeñas para referirse a sus esfuerzos inútiles por conectarse a la aplicación que se masificó con la pandemia por su capacidad de reunir a muchas personas en una videoconferencia de una sola sesión.

Un proveedor

El drama no es nuevo. Los vecinos y vecinas saben que los problemas de conectividad de esta zona rural de San Antonio se deben a que tienen un solo proveedor de telefonía celular que al mismo tiempo les permite contar con internet. Eso siempre y cuando haya señal, porque los inconvenientes de cobertura hacen que cualquier trámite cotidiano de la zona urbana, donde las conexiones son harto más potentes, aquí en el campo se transforme en un verdadero dolor de cabeza para los residentes.

Sin respuestas

Silvia Peñailillo, dirigenta vecinal de la villa La Alborada de Cuncumén, contó a Diario El Líder que "el problema que tenemos nosotros es que no funciona la conexión de internet por fallas de Entel".

Añadió que "hemos puesto bastantes reclamos pero no hay ninguna respuesta. De hecho, yo misma puse una denuncia en el Sernac (Servicio Nacional del Consumidor) porque como usuarios no hemos tenido solución y siguen las fallas a pesar de que estamos pagando. Lo más grave es que tenemos personas que trabajan, hijos que estudian, y ahora que los niños tienen que volver al colegio por Zoom, todo se complica mucho más"

Más problemas

Un par de casas más allá Margarita Martínez alegó que "acá tenemos una pura compañía que tiene cobertura y mi hija tuvo muchos problemas con la conexión el año pasado. Ahora otra vez estamos con lo mismo porque no pueden hacer sus tareas, ni se puede usar el computador. Ese problema lo tenemos todos los vecinos, todas las personas que vivimos en este sector porque igual nos cobran por un servicio que no estamos usando".

Los reclamos se repiten porque el acceso a señal de telefonía celular y de internet en tiempos de pandemia ya no son un lujo y se convirtieron más bien en servicios de primera necesidad.

Rosa Lizana, otra residente de la villa, relató que "aquí en La Alborada tenemos este grave problema de conexión a internet y los teléfonos que no funcionan. Los niños tienen que entrar a la escuela y hasta ahora nadie del municipio se ha acercado a preguntarle a las mamás si necesitan apoyo. Es como si nosotros, como si lo niños de Cuncumén no existieran porque estamos con este tremendo problema que a nadie parece importarle".

Esta situación que denuncian los habitantes de la villa La Alborada se repite en otros sectores de Cuncumén como la villa Los Aromos y a lo largo de la quebrada San Pedro, sin que nadie haya sido capaz de atender esta falta de servicio.

"¡Cómo quieren que los niños estudien si la señal de internet es pésima!, se corta, no funciona, hay días enteros que no tenemos conexión y esto no es solamente por los niños que tienen que estudiar, porque esto nos afecta a todos ya que hay jóvenes que tampoco pueden trabajar. Y si llega a ocurrir una emergencia, cómo nos vamos a comunicar, a quién vamos a llamar; se pregunta con un tono de indignación y desesperación la señora Rosa Lizana mientras las gemelas se olvidaron del celular que, sin conexión, deja de ser la poderosa herramienta de comunicación para convertirse en un costoso e inservible juguete.

Diario El Líder intentó ayer conseguir una versión de la empresa proveedora del servicio, pero hasta el término de esta edición aún no había respuesta.

"Yo misma puse una denuncia en el Sernac porque como usuarios no hemos tenido solución y siguen las fallas a pesar de que estamos pagando",

Silvia Peñailillo,, dirigenta vecinal

1 compañía de telefonía e internet tiene cobertura en este sector rural de la comuna de San Antonio.