Restaurantes en la UCI por la segunda cuarentena total
Algunos locales disminuyeron el personal y no se descartan despidos en un rubro que solo puede funcionar con el reparto a domicilio.
La cuarentena total que mantiene a San Antonio confinado tiene al comercio en un momento crítico. Como solo pueden funcionar los locales calificados por el gobierno como esenciales la mayoría de los establecimientos está con sus cortinas abajo desde el pasado sábado 27 de febrero.
Para los restaurantes la única opción de funcionar es a través del reparto a domicilio o delivery, pero es una forma de sobrevivir y en muchos casos no da para, ni siquiera, cubrir los gastos. Por eso muchos empresarios gastronómicos están en crisis por esta segunda cuarentena que enfrentan, luego del encierro total de junio y julio.
"La situación, como siempre es complicada, tomando en cuenta que el comercio no esencial está cerrado y que, ante la falta de dinero, muchos de los que sí son esenciales, han visto una disminución en sus ingresos durante estas semanas", explicó Rafael Letelier, presidente de la Cámara de Comercio de San Antonio.
El dirigente gremial cree que esta imposibilidad de funcionamiento traerá consecuencias para los trabajadores, sin descartar despidos.
"Habrá algunos que se verán afectados antes que otros, pero mientras más nos demoremos en actuar, se vendrán los despidos y de la misma forma, volverán a subir los índices de cesantía, porque no habrá tantas fuentes laborales".
-¿Qué medidas se deben tomar para superar la crisis?
-El llamado que llevamos haciendo hace meses y que las autoridades también han hecho. La gente no está tomando consciencia de la situación y por lo mismo si no actuamos para disminuir los casos, algunos locales pueden llegar a desaparecer.
Restaurantes
Uno de los sectores más afectados por la cuarentena es el turismo y la gastronomía.
La mayoría permaneció cerrado casi ocho meses en el 2020 y cuando volvieron a abrir tuvieron que invertir para funcionar bajo las medidas sanitarias.
"Conseguimos en algún momento que tuvieran algunos permisos y ahí llegamos a lo de las terrazas, pero varios locales tuvieron que hacer una inversión para implementarlas. Muchos no tenían los recursos y ahora tienen que volver a cerrar, entonces todo se complica", explicó Rafael Letelier.
Para los dueños de restaurantes la compleja situación se repite y no saben cómo seguirá la evolución de la pandemia.
"Todo esto ha sido horrible, no podemos trabajar y después, cuando esta fase pase, entraremos a la Transición, que nos permitirá trabajar al mínimo en terrazas. No tengo idea de qué va a pasar", planteó sobre la incertidumbre que la afecta Jacqueline Vera del restaurante El Mónaco.
Al menos la empresaria no tiene que pagar arriendo, una ventaja en comparación con otros centros gastronómicos de la comuna. El local de la calle Antofagasta es de su familia. "No me tengo que preocupar por el gasto del arriendo mientras está cerrado porque esto es nuestro, pero, de todos modos, no es la idea no poder tener ingreso alguno, quizás por cuánto tiempo, si ya había estado cerrado mucho", agregó.
Delivery
Durante la fase 1 del plan Paso a Paso, los restaurantes solo pueden funcionar entregando pedidos por delivery, pero para muchos esta no es una opción.
Tal es el caso de Carlos Ubilla, del restaurante Jovita y presidente de la Agrupación Gastronómica Pintor Pacheco Altamirano, que reúne a los locatarios de los locales ubicados en la caleta sanantonina. Según el dirigente el reparto a domicilio no es negocio para el rubro.
"Durante la primera cuarentena, un solo miembro de la agrupación implementó el delivery, pero esta vez nadie lo está haciendo, porque, al menos en nuestro caso, no nos sirve y solo perderíamos más.
-¿Por qué no sirve?
-Lo que pasa es que la mayoría de nuestro público, por no decir la totalidad, no es de la comuna, son turistas, principalmente santiaguinos, casi nunca tenemos sanantoninos que deciden venir a los locales, entonces no podemos apuntar a ellos con la venta delivery.
El restaurante El Mónaco solo está trabajando con la familia, por las bajas ventas que tienen y por su parte en el restaurante Jovita solo cuentan con 4 trabajadores fijos, de los 16 que tuvieron en algún momento.
Según explicó Ubilla, este será el momento en que "más de un local debería acoger a sus trabajadores a la ley de protección del empleo con el seguro de cesantía, porque no hay bolsillo que aguante con esta situación, está complicado para todos, no nos queda más que salir adelante", proyectó.