Cementerios colapsados y UCI llenas: Brasil, al límite en plena segunda ola
La OMS manifestó que "mientras otros países de Latinoamérica van en buena dirección", Brasil completó tres días consecutivos con más de 2.000 muertes por covid-19 y ya representa el 10% de las víctimas fatales en el mundo.
Agencias
Brasil completó ayer un año desde la primera muerte por covid-19, con los hospitales públicos en un punto "muy crítico" y los cementerios están al límite, mientras por tercer día consecutivo registró más de 2.000 fallecidos.
"La situación es muy preocupante, por el incremento de casos y también de fallecimientos", afirmó el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus.
En contra de la tendencia global de estabilización, Brasil presenta el peor escenario desde el inicio de la pandemia y actualmente es el lugar del planeta que más casos y fallecidos por coronavirus registra diariamente, por encima de Estados Unidos. En la última jornada registró 2.216 nuevas muertes y 85.663 contagios, totalizando por tercer día consecutivo mas de 2.000 fallecidos.
"Mientras otros países de Latinoamérica van en la buena dirección, no es así en Brasil", reconoció el director ejecutivo de la OMS para Emergencias Sanitarias, Mike Ryan.
En un año, el virus ha dejado 275.105 víctimas fatales en el país, el 10% del global, aunque la población brasileña apenas representa 3% de toda la humanidad. El país además, ya suma 11.363.380 casos.
El promedio de muertes en la última semana fue 65,47% superior a la media de hace un mes. En tanto, el promedio de casos llegó a un nivel récord, 70.593 diarios.
Cementerios agobiados
En Vila Formosa, el cementerio más grande de Latinoamérica, en Sao Paulo, la historia se repite: un entierro detrás de otro, como en la primera ola.
A pala, los agotados sepultureros están haciendo entre 60 a 66 entierros al día, la mayoría por covid-19 o sospecha del virus.
En abril del año pasado, la Alcaldía de Sao Paulo anunció la apertura de unas 8.000 nuevas tumbas en Vila Formosa y en menos de un año han ocupado todas ellas.
Estado "muy crítico"
En paralelo, las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) siguen por encima del 80% de su capacidad en tres cuartas partes del país. Se estima que 40.000 personas están a la espera de una cama en la UCI.
"Las tasas de ocupación de UCI covid-19 para adultos en el sistema público de salud se mantienen en un estado muy crítico", alertó la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz), centro de investigación referencial en Latinoamérica.
Detrás de este repunte se sospecha que está la circulación descontrolada de variantes del coronavirus asociadas a un mayor poder de infección, entre ellas una de origen brasileño (P.1).
Un ejemplo del rápido empeoramiento de la pandemia es el estado Sao Paulo, motor económico de Brasil, donde al menos 30 pacientes murieron este mes esperando una cama UCI. La tasa de ocupación en las Unidades de Cuidados Intensivos es mayor al 90% en 15 de las 27 capitales estatales, según el instituto estatal Fiocruz.
En Santa Catarina, en el sur del país, 419 personas esperan ser trasladadas a una cama UCI, mientras en el vecino Río Grande do Sul, las UCI están al 106% de su capacidad.
Pero en la calle la sensación es distinta. En Sao Paulo, por ejemplo, hay tránsito intenso y el transporte público va lleno en las horas punta, cuando faltan pocos días para que finalice oficialmente el verano y comiencen a proliferar otros virus respiratorios.
El gobernador del estado de Piauí que representa el 1,6% de la población brasileña, Wellington Dias, dijo que, a menos que se alivie la presión sobre los hospitales, cada vez más pacientes tendrán que pasar la enfermedad sin una cama en un hospital ni la esperanza de recibir tratamiento en una UCI.
"Hemos llegado al límite en todo Brasil, raras son las excepciones", afirmó Dias, que dirige el foro de gobernadores. "La posibilidad de morir sin ayuda es real", remarcó.
Mientras, la vacunación contra covid-19 marcha lento, pues hasta la fecha solo 5,8% de la población recibió la primera dosis, aunque el Gobierno de Jair Bolsonaro mantiene que los 212 millones de brasileños estarán inmunizados a finales de este año.