Ignacio Silva

Martín Carrasco dice que todo cambió en un Año Nuevo. Puntualmente cuando la celebración se vio interrumpida cuando Camila Acuña, su polola, empezó a sentir un hormigueo en sus piernas que luego le subió por el cuerpo.

"Por esos síntomas nos fuimos al hospital y allá le diagnosticaron una enfermedad autoinmune que cambió el rumbo de nuestras vidas", recuerda ahora el ingeniero comercial sobre esa noche.

La enfermedad llevó a la pareja hasta una doctora de medicina alternativa que les presentó la kombucha, una bebida de té fermentado que tendría efectos beneficiosos sobre la glicemia, el estrés oxidativo, la pérdida de peso, los niveles de colesterol y triglicéridos.

"Así nos metimos en el mundo de los fermentados. Posteriormente viajamos a Estados Unidos y nos dimos cuenta de que allá era un mercado gigante en constante crecimiento y así fue como decidimos dedicarnos a su fabricación", narra Carrasco sobre los orígenes de Ghali Kombucha, la empresa que formó junto a su pareja y en la que además de kombucha comercializan otros alimentos fermentados como yogurt de pajarito y chucrut.

El proyecto se enmarca en la "Comida Espiritual", una corriente de alimentación que ha surgido en los últimos años en medio de cifras como las entregadas por la última Encuesta Nacional de Salud (2017), que dice que un 39,8% de la población en Chile tiene sobrepeso y un 31,2% tiene obesidad. O las entregadas por el estudio Radiografía de la Alimentación en Chile 2021, que reveló que en los hogares del país se compran mensualmente 23,4 litros de bebidas azucaradas, 17,5 kilos de pan y 5,1 kilos de dulces.

"Cuando hablamos de 'Spiritual Food' tenemos que mencionar sí o sí el hambre emocional. Esto es comer desesperadamente a través de las emociones, es decir, hacerlo a través de la depresión, la tristeza, la soledad y otros sentimientos como suele darse con la comida chatarra", explica Carrasco. "La 'Comida Espiritual' es todo lo contrario a eso, son alimentos con trasfondo y un proceso del cual sabemos de dónde viene. Son alimentos que realmente nos nutren a nosotros y al planeta".

Nutritiva

Tania Jaramillo, nutricionistade la Clínica e Integrativa conocida en Instagram como @cacaoginger, coincide con esa visión y agrega que si bien se trata de un concepto nuevo, esta filosofía se basa en metodologías ya conocidas como la alimentación intuitiva y la alimentación consciente.

"Este tipo de alimentación nos llama a conectarnos con nuestro cuerpo, a escuchar sus necesidades, a reconocer nuestras sensaciones naturales de hambre y saciedad, y a mejorar nuestra relación con la comida", ilustra la especialista.

"Nos llama a comer porque realmente nuestro organismo lo necesita para nutrirse, tener energía y funcionar, y no porque tenemos ansiedad, pena, alegría u otro sentimiento", agrega.

La nutricionista explica además que esta dieta incorpora principalmente alimentos no procesados como frutas, verduras, semillas y algas, además de otros con estándares éticos como huevos de gallina feliz, leches de animales de libre pastoreo y carne del mismo origen.

"El mayor beneficio es aprovechar de todos los nutrientes que nos entregan los alimentos, como vitaminas, minerales y fibra que obtenemos de fruta, verduras, legumbres y granos enteros. Varios estudios afirman que tener este tipo de alimentación es un factor protector contra enfermedades cardiovasculares, obesidad, cáncer y diabetes", agrega la especialista.

"Lo de la 'Comida Espiritual' es todo un cambio de hábito y de forma de vida. Las personas que empiezan a consumir este tipo de productos andan más calmados por la vida, sin estrés y sin tanta emoción negativa, además logran trascender eso, ya que también alcanzan una mejor alimentación, lo que ayuda a tener una mejor microbiota y mejora el sistema digestivo", enumera Carrasco. "De esa forma andas con más ánimo y sin enfermedades".

Partir

¿Cómo comenzar en la comida espiritual? Tania Jaramillo recomienda procurar tener una alimentación basada en alimentos naturales o mínimamente procesados, y abastecerse "principalmente en ferias libres, dando preferencia a los alimentos frescos". "También es bueno preparar la versión casera de los alimentos ultraprocesados que usualmente se comen es la mejor forma de darse cuenta de que si se puede comer rico y sano", agrega.

Para el fundador de Ghali Kombucha, en tanto, la clave está en alejarse de las dietas y apostar por intentar tomar consciencia de qué se consume y por qué.

"Ahí comienza un camino de un cambio de hábito en el cual cambiamos esta comida emocional y chatarra por una comida espiritual que realmente nos nutre de cuerpo alma y espíritu", dice. Y concluye: "No se trata de un cambio de la noche a la mañana, pero por algo se inicia".