El viaje del músico de Barrancas Jorge Mercado: de la banda de guerra a una carrera solista
El sanantonino pronto lanzará su primer larga duración, donde promete sorprender con una nueva sonoridad.
El 20 de noviembre de 1984 llegó al mundo en el hospital Claudio Vicuña de San Antonio Jorge Mercado Pino. Sus primeros años fueron un recorrido por las calles antiguas de Barrancas, calles que lo vieron crecer alejado de la música hasta que cumplió los 10 años.
"En mi casa no había mucha música, pero ahora que estoy más viejo miro para atrás y me doy cuenta que yo tenía inquietud por la música y, como no había, la única opción para mí dentro de mi sector social y cultural eran las bandas de guerra. Me encantaban las bandas de guerra, porque era lo único que había visto, nunca vi una guitarra eléctrica, nunca vi una banda de música. Entonces, cuando llegan al Movilizadores Portuarios a preguntar quiénes quieren integrarse a la banda, yo me paré y dije que quería participar", comenta el músico radicado en Santiago.
Entre los 10 y los 12 años tocó diversos instrumentos en la banda, hasta que se encontró con la guitarra acústica. "Me fui a vivir con una tía y ella le compró una guitarra a su hijo y ahí yo aprendí a tocar".
Elemento rey
Como si fueran un artilugio de otro tiempo, el cantautor explica que "en esos años, suena muy viejo decir eso, no había internet, entonces te conseguías cancioneros, que eran libros que tenían la letra y los acordes, y si no tenías que sacar la cuestión a oído, lo que creo que es un súper beneficio, porque me hizo desarrollar un oído que me generó mucha independencia y me sirve mucho hasta hoy. El oído en la música es el elemento rey, sino tienes oído estai fregado".
Rápidamente Jorge, quien también trabaja haciendo clases particulares, saca su lado de profesor y recomienda que "si alguien quiere meterse a la música es bueno desarrollar el oído sacando canciones, uno se demora muchísimo, no esperen que la primera vez que se sienten van a sacar una canción de oído... pero, en mi caso, las ganas que tenía me hacían insistir".
La decisión
Mientras cursaba la educación media en el Instituto del Puerto, su espectro musical siguió abriéndose. "Ahí conocí el bajo eléctrico, la guitarra eléctrica, y a un gran amigo con el que sigo tocando, que es Pablo Belmar. Él tenía un bajo eléctrico y nos juntábamos a tocar en su casa y ahí armé un montón de bandas. Tuvimos una que se llamaba Autobús de Larry, con la que tocamos en muchas partes de San Antonio", recordó.
En ese colegio, sostiene, "me pasaron dos hechos muy especiales que me convencieron de dedicarme a la música. Se hacían festivales de la voz y gané en dos oportunidades con mi curso, creo que esos espaldarazos me hicieron decir 'me gusta muchísimo la música, me gusta tocar y lo que se genera'. En ese momento no estaba consciente de eso, pero ahora me doy cuenta que esos momentos marcaron en mí el deseo de continuar practicando y de mejorar".
Santiago
Tras tomar la decisión, llegó a Santiago para estudiar Licenciatura en Música en la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación. En esos años, conformó la banda Los Coléricos, donde él tocaba el bajo eléctrico y que publicó dos discos: Luces del Puerto (2008) y Cólera (2010).
"Me fui a estudiar licenciatura, pero sin saber bien en qué iba a trabajar después. Yo pensaba, de manera no tan consciente, que con la banda iba a poder vivir y después la banda se disolvió y ahí es cuando yo digo 'rayos, ¿qué hago ahora?'. Menos mal tenía la carrera, pero como no era profe no podía aspirar a un colegio y ahí quedé en la Academia Audiomusica", recuerda.
En la academia, perteneciente a la tienda de instrumentos, Jorge trabajó una década y se desarrolló como tallerista y profesor de bajo, de teoría musical y de banda, hasta que obtuvo el cargo de coordinador académico.
Los Compartidos
El año antepasado, el sanantonino decidió dedicarse totalmente a su carrera solista, aunque continuó desempeñándose como profesor de "Los Compartidos".
"Armamos una banda inclusiva que se llama 'Los Compartidos', donde participan personas con y sin discapacidades, por ejemplo, hay niños con esquizofrenia, asperger y síndrome de down y hay otros que no tienen nada, lo que genera una instancia súper especial. Hemos tocado, por ejemplo, con Lucho Jara y con Gepe y en una ocasión nos presentamos en un teatro de Santiago, donde nos acompañaron actores famosos en el show, como Matías Oviedo, y llegaron 400 personas. Fue súper bonito".
-¿Cómo surgió esta iniciativa?
-El Pipo Olavarría, que es gerente de la fundación Miradas Compartidas, me dice que quiere armar esta banda, pero no quiere que el profe sea preparado para trabajar con estos niños, porque sentía que limitaba y no les exigían tanto a los chicos por su condición. Entonces, me pasó la banda y yo les exigí como a cualquier cabro y ahí se pegaron un salto gigantesco. La gente los veía y no cachaban que tenían algún tipo de discapacidad, porque su discapacidad no era musical.
Rey de Espadas
Luego de años dedicado solo a la academia, recibe un llamado que lo hizo retomar su carrera. "Vuelvo a la composición por la película Las Analfabetas (2013). El director de la película (Moisés Sepúlveda) necesitaba una canción para el cierre y estaba haciendo la banda sonora con Cristóbal Carvajal, que es mi productor, quien me llama y me dice 'te tengo unas horas de estudio pagadas para que vayas a grabar unos temas".
Jorge grabó "Rey de Espadas", que se transformó en el tema central del filme, que obtuvo el Premio a Mejor Película Chilena en el Santiago Festival Internacional de Cine (Sanfic) 2013. "Grabé esa canción, pero sin pensar que era para la película, y la maqueta quedó tan buena que el director, quien según recuerdo iba a hacer gestiones para que la interpretara Camila Moreno -que no sé si se hicieron o no-, decidió dejar la versión con mi voz. De ahí, pensé 'quizás debiese seguir solo, ya que se dio esto y va a salir en una película'".
Luego de esto, continuó trabajando con Cristóbal Carvajal, conocido productor chileno que ha trabajado con artistas como Camila Moreno y Fernando Milagro, con quien sacó su primer EP en 2015: "Cambian las cosas de lugar".
Próximos pasos
La colaboración con Cristóbal Carvajal ha continuado y hoy se encuentran afinando los detalles para el lanzamiento del primer larga duración del sanantonino, que se dará a conocer este primer semestre y que ya tiene dos sencillos sonando: "Conguillio" y "Cosas bonitas".
"Hay un cambio sustancial desde mi punto de vista, porque en el primer EP hago canciones de autor, más en solitario (...). En cambio, este disco se gesta con banda, me junto con Pablo Belmar (guitarra), Manu Fredes (bajo) y Nicolás Salah (batería) para tocar los temas. Y esa es una diferencia que se nota mucho en la sonoridad. En este disco hay canciones con más guitarra eléctrica, una faceta nueva que me tiene muy contento, sin perder esa esencia media melancólica", afirma.
Para el artista el hilo conductor de sus canciones son las letras, donde surgen espontáneamente imágenes de San Antonio. "Me gusta mucho eso, como que el provinciano me sale no más, no es que esté consciente de querer algo así, sino que obviamente yo escribo desde los recuerdos y mucho desde mi infancia y, claro, mi infancia es muy provinciana y eso también está presente en el disco que se viene", expresa el músico nacido y criado bajo las nubes de esta ciudad costera.
"Me fui a vivir con una tía y ella le compró una guitarra a su hijo y ahí yo aprendí a tocar",
Jorge Mercado
"En este disco hay canciones con más guitarra eléctrica, una faceta nueva que me tiene muy contento",
Jorge Mercado