Alejandro González Avilés

Los colectiveros están con la "soga al cuello". La cuarentena total, que comenzó en la comuna de San Antonio el pasado 27 de abril, tiene a estos trabajadores de la locomoción colectiva atravesando por una profunda crisis económica, tal vez la más severa desde el comienzo de la pandemia del coronavirus.

El panorama para los hombres y mujeres que trabajan tras el volante se ha tornado especialmente crítico, considerando además que muchos de ellos han visto restringido su horario laboral debido al toque de queda, que rige a partir de las 21 horas.

Carlos Vidal, conductor y dueño de su propio vehículo, con cuatro años de experiencia en el rubro, afirmó que "desde que comenzó la cuarentena estamos trabajando a un 30 por ciento, tal vez menos, porque realmente no hay gente en la calle, están todas las tiendas cerradas y eso tiene directo impacto en nuestro trabajo que es al día"

El colectivero reconoció que la realidad del sector "está muy difícil, incluso hay varios conductores que han entregado sus autos a los dueños porque no son capaces de cumplir con el dinero de la entrega diaria o simplemente les alcanza para llegar a ese monto y no les queda prácticamente nada para ellos".

Sin pasajeros

Mónica Lizama, que lleva dos años manejando su propio colectivo, aseguró que los ingresos han caído entre un 70 y un 80 por ciento producto de la cuarentena total en la comuna puerto. "Muchas veces damos la vuelta con uno o dos pasajeros, y realmente no conviene. Toma en cuenta que el pasaje cuesta 600 pesos y el litro de combustible está por sobre los $800".

La mujer sostuvo que la crisis es tan grave que muchos dueños han decidido poner a la venta sus vehículos. "Al final estamos perdiendo todos", resumió. Agregó que "tengo que salir a trabajar todos los días, porque aún estoy pagando el auto. Uno arriesga su salud, pero lo hace porque tiene que llevar el sustento a su casa y pagar sus deudas".

50 y 50

Marcos Rojas, quien lleva ocho manejando colectivos, precisó que "los fines de semana son los más difíciles porque prácticamente no anda gente en la calle".

El conductor contó que "tengo la ventaja de que mi jefe, el dueño del vehículo, es consciente de la situación. Estamos trabajando casi 50/50, porque él también está pagando el vehículo. Así como están las cosas en la comuna, sería un muy mal negocio para él pararlo y para mí quedar si trabajo, así que al final tratamos de sacar las cosas adelante y de ganar lo que se pueda, porque siempre va a ser mejor que nada".

27 de febrero pasado la comuna retrocedió a la fase 1 del plan Paso a Paso.