Vivir del trabajo diario: el drama de salir a la calle en cuarentena
No califican para bonos o préstamos y están obligados a arriesgar su vida para ganar el sustento de sus hogares en medio de la pandemia.
Hace unos días se anunció por cadena nacional una serie de bonos, préstamos y ayudas para los trabajadores del país. El objetivo es que las personas se queden en sus casas, respeten la cuarentena y se frene el contagio de casos de covid-19.
En el papel es una situación ideal, pero en la práctica muchos trabajadores no tienen acceso a esos beneficios que entrega el Estado y diariamente tienen que salir a la calle, a pesar del confinamiento extremo, a ganar el sustento para sus hogares.
Se exponen a contagios y en un San Antonio, donde algo bajó la movilidad, en la mayoría de las oportunidades las ganancias no alcanzan para cubrir las necesidades básicas.
Algunos se exponen y trabajan en el comercio ambulante sin permisos, otros regularizaron su situación, sacaron patente, pero de igual forma tienen que trabajar día a día en medio de la pandemia del coronavirus.
Aunque se podría pensar que la venta de mascarillas y alcohol gel es el negocio del momento, las ganancias de Juan Herrera son limitadas y como contó, en una de las esquinas más concurridas de Barrancas, no se puede dar el lujo de quedarse en su casa. "Mal me parece que las autoridades digan que uno no salga, porque trabajo día a día, tengo familia y debo vender todos los días para poder comer", relató con inquietud.
El comerciante agregó que "hay que pagar agua, luz, gas, por eso uno está obligado a trabajar. No es mucho lo que se vende, porque anda poca gente, pero al menos alcanza para comer, porque los bonos que da el Gobierno no llegan.
-¿Postuló a algún bono?
-A ese de la clase media no calificó. Para ese de 40 lucas (IFE) sí, pero en febrero no clasifiqué.
Desde el año pasado Juan Herrera está trabajando en Barrancas y contó que se cuida con los mismos productos que vende, porque obligadamente tiene que salir todos los días a ganar el sustento.
Obligado
Rogelio Riquelme también trabaja en Barrancas, donde vende paltas, tunas y otras frutas. Admitió que "sería ideal quedarse en la casa y respetar la cuarentena, pero en mi caso estoy obligado a salir a trabajar, tengo que pagar una pensión a mi hijo, tengo cuentas y las tengo que pagar. Si no salgo no tengo plata", resumió sobre su situación.
Rogelio Riquelme vive con otras cuatro personas en su casa: "tenemos hartos gastos. Hoy (ayer) me levanté antes de venir a trabajar, me iba a hacer unos huevitos y se me terminó el gas. Ya teníamos dos balones vacíos y cómo llenamos ese tercero", graficó sobre la realidad que enfrenta en el día a día.
Durante el verano trabajó como garzón, pero ahora los restaurantes están cerrados y por eso volvió a la calle a vender frutas y verduras, asumiendo el riesgo de contagio que significa. "Si uno no se mueve no llegan las lucas. Está todo muy caro, la carne, el arroz, todo, los precios subieron muchísimo, la vida está cara y hay que salir a darle nomás".
-¿Con lo que gana le alcanza para vivir?
-Hay días que no alcanza la plata para ir a comprar, porque anda menos gente. No puedo invertir más de lo que gano, por eso compro 80 ó 100 luquitas en mercadería, pero no gano más de 10 ó 15 luquitas al día. Es poca plata. Me levanto a las 6 y media y estoy hasta las cuatro o las cuatro y media trabajando. Cuesta ganarse la plata.
"Soy millonaria"
Marcia Henríquez se instaló con un puesto fuera del Tottus de Barrancas. Sacó una patente, armó un toldo y ofrece bolsas, mascarillas y otros productos. Reconoce que "si no salgo a trabajar no vivo, uno vive del día".
La comerciante criticó a quienes conminan a la gente a quedarse en sus casas. "Las autoridades no saben lo que nos pasa, porque ellos tienen para vivir. No tengo ningún bono, porque para ellos soy millonaria. Pago mi patente y mi permiso, por eso tengo una ficha (social de hogares) alta", explicó sobre las barreras insalvables que tiene para optar a beneficios.
El marido de Marcia Henríquez trabaja, pero el dinero que consigue no alcanza para mantener el hogar. "Tiene un trabajo normal y entre los dos nos apoyamos, nos dividimos los gastos. El sueldo de mi esposo no alcanza para los dos. Tengo mis deudas, tengo que trabajar".
La comerciante barranquina aseguró que sale a trabajar por necesidad. "Uno no sale por gusto a la calle, pero tengo un Dios todopoderoso que me cuida y me protege. Uno está en riesgo siempre", admitió sobre el peligro que corre todos los días al trabajar cuando la pandemia no retrocede en San Antonio, a pesar de la cuarentena.
"Mal me parece que las autoridades digan que uno no salga, porque trabajo día a día, tengo familia y debo vender todos los días para poder comer",
Juan Herrera
17 de abril comienza la postulación en línea del bono clase media, que llega a 500 mil pesos.