En la caleta: emotiva despedida a querido comerciante pesquero
Pescadores, locatarios y trabajadores del sector le rindieron un homenaje a Patricio Cabión Lizana, quien falleció de un fulminante infarto al corazón.
Los pescadores, comerciantes y trabajadores del sector de la Caleta Pacheco Altamirano de San Antonio despidieron ayer uno de los suyos. Todos dejaron sus respectivas labores de lado para rendir un emotivo homenaje a Patricio Cabión Lizana, comerciante pesquero que murió de un fulminante infarto cardiaco. Tenía 62 años.
Patricio Cabión Cáceres, hijo del fallecido, contó que la historia de su progenitor se construyó a puro esfuerzo y sacrificio. "Mi papá empezó cuando era muy niño en una pescadería del sector apaleando locos, tal como se hacía antiguamente. Después pasó a fileteador, luego vendedor de esa misma pescadería, que estaba afuera de la caleta, junto al cuerpo de Bomberos de San Antonio".
El hijo relató que "años más tarde pasó al muelle, a la caleta Pacheco Altamirano, como cargador o acarreador. Después cargaba camiones y con el tiempo comenzó a ir a Santiago y luego se hizo comerciante instalando un local en el que éramos socios en el Terminal Pesquero Metropolitano, donde vendíamos el pescado de acá de San Antonio".
Sorpresiva
Patricio Cabión reconoció que la partida de su padre fue muy impactante porque llegó de manera sorpresiva. "El lunes trabajó normalmente acá en la caleta. Como siempre cargó el camión junto a otras personas que trabajan con nosotros. Luego me tocó el turno a mí, que soy el que transporta y vende el pescado en Santiago. Mi papá se encargaba del trabajo en la caleta".
El único hijo del comerciante detalló que su padre aquel día lunes se acostó como de costumbre y fue durante la madrugada cuando se produjo su deceso. "La doctora que lo vio nos dijo que cerca de las 2 de la mañana le dio un fulminante ataque al corazón que le arrebató la vida de inmediato. Se fue en el sueño".
-¿Tenía alguna enfermedad asociada al corazón?
-Mi papá no tenía ninguna enfermedad de base y no presentaba ningún síntoma, por lo mismo fue tan impactante para la familia y caló tan hondo entre los trabajadores de la caleta. Si solo el día anterior habían estado trabajando normalmente y al día siguiente se enteraron de la muerte de mi papá.
Cuequero
Patricio Cabión Cáceres, a nombre de su familia, dijo que "estamos muy agradecidos del gesto que tuvieron con mi papá los trabajadores de la caleta que decidieron estar y presentar sus respetos en la despedida. Se notó mucho el cariño y aprecio por mi papá y eso se agradece enormemente".
Patricio Cabión Lizana era un amante de la cueca y se convirtió en socio-fundador del club Estribos de San Antonio. Además, oficiaba de locutor en los eventos que realizaban en el paseo Bellamar los domingo. "Toda la vida fue muy fanático de la cueca y el folclore chileno", resume el hijo, quien además recuerda que su padre formó parte del club Balmaceda.
Tristeza en la caleta
La repentina muerte del comerciante generó pesar en la caleta. El emblemático dirigente de la pesca artesanal, Cristian Miranda, lo recordó como un hombre "muy trabajador y esforzado. Partió desde abajo y su muerte fue muy sorpresiva. Todos los que lo conocimos estamos muy triste por su fallecimiento".
62 años de edad tenía el comerciante Patricio Cabión Lizana, quien ayer fue sepultado.