Necesita ayuda para que sus hijos no pasen frío este invierno
Deyanira Muñoz está a punto de dar a luz y no tiene un lugar calentito y acogedor para recibir a su hija.
Viven en la toma Vista Hermosa cercana al camino viejo de Cartagena. El marido de Deyanira Muñoz (28 años), Francisco Carrasco (37 años) está cesante desde que lo despidieron de la construcción del nuevo hospital Claudio Vicuña de San Antonio.
Para ellos este último tiempo no ha sido fácil. Tienen dos hijos, Nicolás (10 años) y Cristóbal (5 años) y Deyanira está con 9 meses de embarazo a punto de dar a luz a Martina.
"Mi marido trabajaba, pero con el tema de la pandemia redujeron personal y lo despidieron. Siempre ha trabajado en la construcción y últimamente ha estado muy difícil encontrar algo", describió sobre el complejo panorama laboral .
Toman terreno
Llevan tres años viviendo en Cartagena. Antes arrendaban en la población Santa Elisa y por falta de medios económicos, hace unos meses tuvieron que tomarse un terreno en este campamento y comenzaron a construir un lugar para vivir junto a sus hijos.
"Con la plata del finiquito, compramos materiales para la construcción de nuestra casa en este terreno. Aún vivíamos en el centro de Cartagena y veníamos los días que podíamos a trabajar en la construcción de algo propio. Un día llegamos y nos habían robado casi todos los materiales", cuenta Francisco que lo único que espera es poder encontrar un trabajo estable para mantener a su familia.
Precarias condiciones
Su vivienda está compuesta de dos habitaciones muy pequeñas y una cocina aún más chica. Por las junturas de los tablones entra la luz, el frío, el viento y la lluvia. El techo es de zinc.
Cristóbal, el más pequeño de Deyanira y Francisco, duerme con ellos en la cama matrimonial, pero cuando nazca Martina, tendrá que compartir dormitorio con su hermano mayor.
"Me hubiese gustado que cuando llegara nuestra tercera hija, tuviera un lugar acogedor y cómodo. Con unos pesos que he logrado juntar, quiero agrandar un poco nuestra habitación para hacer un espacio para la bebé", manifiesta Francisco.
-¿Qué tienen para recibir a su hija?
Deyanira: Me han regalado harta ropita y nosotros compramos también unas pocas cosas con los bonos que he recibido yo porque Francisco no recibe nada. Me estoy atendiendo en el consultorio, todo bien. Lo que sí, necesitamos es ayuda en materiales de construcción para recibir a la bebé. No tenemos familia acá por lo tanto ninguna red de apoyo. Yo no puedo trabajar porque me hago cargo de los niños, obviamente no se los encargo a nadie y embarazada tampoco puedo trabajar. Así que estamos viviendo el día a día.
Invierno
Este será el primer invierno que Deyanira y Francisco pasaran en la toma. "Cuando llovió no hace tanto tiempo, se nos metió toda el agua a la pieza de Nicolás y no hemos podido reparar el techo. No tenemos baño, solo un pozo. A veces, un vecino nos presta internet para que los niños se conecten a las clases; y también cuando está, nos facilita la ducha", señala Deyanira y agradece el contar con buenos vecinos.
"Esa vez que llovió, muchas personas de casas cercanas vinieron a vernos, a preguntar cómo estábamos nosotros y los niños. Nos invitaron a quedarnos en sus casas, preocupados porque la pieza del niño se llovía. La señora del almacén nos fía y nos avisa cuando sabe dónde hay una olla comunitaria. Han sido días difíciles, pero todos son muy amables, siempre atentos con nosotros", concluyó Deyanira.
Si alguien puede ayudar a esta familia el contacto de Deyanira es el +56 9 7709 7418.
"Con la plata del finiquito, compramos materiales para la construcción de nuestra casa (...) Un día llegamos y nos habían robado casi todo",
Deyanira Muñoz
2 hijos tienen Deyanira y Francisco y viene una niña en camino. Necesitan ayuda de forma urgente.