Homenaje al profesor Rafael Medina Verdugo
por Sindicato de Trabajadores de la Educación Sara Cruchaga
Existen personas que forman parte de nuestro cotidiano, de manera directa o indirecta. Don Rafael Medina Verdugo quizás sea una de esas personas en San Antonio. Tal vez lo han visto caminando, muy temprano por la mañana, o ya terminando el día, siempre de impecable traje o abrigo, rumbo a su trabajo o al banco, por calle Centenario.
Como trabajadores de la educación, tuvimos la oportunidad de conocerlo en el último reducto educativo en el que estaba ejerciendo como director, el Colegio Particular Sara Cruchaga. ¿Qué se puede decir de él? Lo primero, que si hay una persona en quien se pueda cristalizar la frase "Vivir para la educación", en el más amplio sentido que esta tiene, es don Rafael Medina. Profesor y colega siempre, a pesar de su cargo directivo. Con una profunda mirada de nuestro quehacer educativo, exigiendo respeto por nuestra actividad y por nosotros como profesionales.
Don Rafael Medina llegó a San Antonio en 1965, con una maleta llena de sueños, que fue cumpliendo uno a uno, en cada colegio del que formó parte. Había iniciado su carrera como profesor en el Instituto Comercial de Ñuñoa, en Santiago, el año anterior. Pero las circunstancias lo trajeron a nuestro San Antonio. Comenzó en el Instituto Comercial de Llolleo, luego en la Escuela Industrial de San Antonio y, posteriormente, en el Instituto Comercial Marítimo Pacífico Sur. En este recorrido compartió con estudiantes, apoderados y colegas que hoy son sus amigos y , por qué no, un poco familia.
Como docente fue exigente, comentan quienes fueron sus alumnos y lo recuerdan con cariño en anécdotas que surgen en instancias de convivencia entre docentes. Como director, en los establecimientos que dirigió promovió la participación y la discusión en los distintos estamentos que componen una comunidad educativa. Facilitó, sin temores, la organización de las y los trabajadores de la educación, así mismo la de estudiantes y apoderados, pues entendía, sin medias tintas, que es el diálogo y la revisión constante del quehacer educativo lo que permitiría el crecimiento que toda comunidad educativa necesita, sea cual sea el establecimiento que la cobije.
Hace poco se acogió a retiro y en el Colegio Particular Sara Cruchaga ya lo extrañamos, en este particular contexto de pandemia. Pues, sin duda, sus 13 años en la dirección han dejado una huella en muchos de nosotros como trabajadores y educadores. Trabajó incansablemente, y esto sí es literal, para que toda la comunidad escolar se sintiera bien y apreciara lo que significa realmente una comunidad educativa, un buen ambiente escolar para las estudiantes y laboral para quienes trabajamos allí.
"Si hay una persona en quien se pueda cristalizar la frase "Vivir para la educación", en el más amplio sentido que esta tiene, es don Rafael Medina".