La comerciante que se reinventó para afrontar las largas cuarentenas
Debido a las restricciones sanitarias, Jeannette Escobar no pudo abrir el restaurant que administra en San Sebastián durante varios meses. Un día quiso hacer una casa de perro y se dio cuenta que podía convertirse en un buen negocio.
Rendirse ante la adversidad nunca ha sido una posibilidad para Jeannette Escobar Sánchez. Ella, con su experiencia de vida, asegura que ante un problema no hay que acomplejarse todo el tiempo, sino que buscar soluciones.
Así lo ha hecho en distintas situaciones a lo largo de sus 53 años, lo que le ha permitido mantenerse alejada de la depresión y otros cuadro de salud mental.
"Para nadie la vida es de color de rosa y nada es tan perfecto, por más que lo queramos. Sin embargo, fuera de esas complicaciones o adversidades, uno tiene que buscar la forma de salir adelante y no por el resto, sino que por uno mismo, para tener la posibilidad de seguir viviendo", comenta Jeannette.
Nueva familia
En 2017 se hizo cargo del restaurant El Galeón en San Sebastián, en la comuna de Cartagena, luego de que la familia dueña del negocio depositara toda su confianza en ella para sacarlo adelante.
Sin buscarlo, esas personas terminaron convirtiéndose en su nueva familia, ya que durante su juventud perdió a algunos de sus seres queridos en un accidente.
"Tengo dos hijos, con los que nos vemos todos los fines de semana. Ellos me dieron dos nietas que son la razón de mi vida. Después está la familia que yo he hecho y que Dios me regaló, que son la señora Clotilde Soto, que es como mi madre, y también está Ana María Valenzuela, quien se ha convertido en mi hermana", explica.
-¿Ellas tienen alguna relación con el restaurant?
-Así fue como nos conocimos la verdad, porque la señora Clotilde junto a su esposo que ya falleció, don Fernando Valenzuela, eran los dueños del local. Ellos lo iniciaron, pero en un momento sufrieron una estafa y estuvieron a punto de perderlo todo.
Jeannette cuenta que "por lo mismo, siempre he estado agradecida de ellos tres, porque después de este hecho pudieron no confiar en nadie para hacerse cargo de su local. A mí quizás en ese momento no me conocían mucho pero aún así creyeron que lo haría bien y me aceptaron para administrarlo".
-¿Cómo ha sido para usted este camino a cargo del restaurante?
-La verdad ha sido todo un desafío y una aventura extraordinaria que me ha dado muchas alegrías, pero, tal como lo mencionaba antes, también he tenido algunas complicaciones y, a pesar de eso, he conseguido ponerme de pie gracias a quienes están detrás mío y me ayudan día a día.
Salir adelante
Esta cartagenina confiesa que se ha esforzado toda la vida para salir adelante y esto se ha visto reflejado en cada uno de los proyectos que ha planificado para superarse.
En el caso del restaurant El Galeón, poco a poco fue formando un equipo de confianza que la acompaña todo el año. En verano, por supuesto, más personas llegaban a trabajar al local ubicado en la avenida Costanera del Mar 144.
"Cuando llegaba la época de vacaciones siempre se llenaba de turistas y de los mismos habitantes de la provincia que llegaban a consumir algunos de nuestros platos, pero ahora con la pandemia es como si eso nunca hubiera existido, pero aquí seguimos, de frente ante todo esto", manifiesta.
Su primo Carlos Bumer, su amigo Mario Alfaro y el pintor Miguel Lozada, su amigo y compañero de vida hace casi 10 años, y su hijo Maikol son quienes conforman el equipo de confianza de Jeannette.
Preocupaciones
A pesar de su optimismo para ver la vida, confidencia que igual ha atravesado por duros momentos, especialmente durante la pandemia.
"Todos los restaurantes de la zona estaban cerrados por las restricciones de la pandemia y eso mismo hacía que me preocupara porque, como la mayoría sabe, locales como El Galeón se sustentan, en gran medida, por las ventas a los turistas. Sin ellos mucho no generábamos", afirma.
-¿En algún instante pensó que tendría que cerrar para siempre?
-Por más que yo quisiera salir adelante y todo lo demás, pensé que quizás iba a tener que cerrar porque tanto tiempo sin vender después genera deudas. Si no hay ingresos, uno tampoco tiene para vivir. Entonces, al final se genera un cúmulo de cosas que uno no quisiera tener que pasar.
-¿Las complicaciones hasta cuándo continuaron?
-Yo creo que aún no terminan, pero llegó un momento en que la frustración se apoderó de todo. Me refiero a que, en febrero, cuando gran parte de la costa podía funcionar, en la comuna de Cartagena estaba todo cerrado y los locatarios somos los que primero nos vemos afectados siempre.
reinventarse
En medio de este incierto panorama que impuso la emergencia sanitaria, un día a Jeannette se le ocurrió hacer una casa de perro y, como siempre, los miembros de su equipo de confianza quisieron apoyarla.
"Como somos amigos y siempre andábamos buscando soluciones para lo del restaurante, todos me ayudaron a hacer la casa y quedó preciosa. Varios conocidos nos empezaron a preguntar si hacíamos a pedido o si hacíamos gateras. Ahí se me prendió la ampolleta como se dice", comenta entre risas.
-¿Y qué se le ocurrió?
-Si tanta gente nos preguntaba, era porque querían comprarlas. Noté que cada vez era más la gente que se preocupaba por las cosas de sus mascotas y, combinando las ideas de todos, decidimos crear un emprendimiento de gateras (también conocidas como rascadores de gatos) y casas de perros.
"Mi primo Carlos se encarga de los cortes de la madera y deja todo listo para que Miguel arme las gateras. Maikol y yo nos encargamos de las ventas y de hacer los contactos por Facebook. Y todos los carteles y detalles están a cargo de Mario, que es el artista", añade.
Casas Mascotas Litoral y Casas Gatos San Sebastián son las páginas de Facebook que funcionan para hacer pedidos de estos productos personalizados, que pueden estar listos entre cuatro y siete días.
"Desde hace poco más de cinco meses que estamos haciendo esto y nunca pensé que íbamos a llegar a tanto. Trabajamos en un ambiente de tanto cariño y compañerismo que se ve demostrado en la dedicación de cada trabajo, porque la gente nos escribe después y nos dice que es más de lo que ellos esperaban", sostiene la emprendedora.
-¿Esto los mantuvo firmes ante la adversidad?
-Claro. Siempre repito que hay buscar soluciones ante las adversidades, y eso se ve reflejado en que por más que las cosas estaban complejas y todos nos habíamos visto afectados por la pandemia, encontramos qué hacer para salir adelante y mantenernos unidos y con ánimo.
Ahora que Cartagena salió de la Cuarentena, Jeannete anuncia que "no vamos a dejar el restaurant, menos ahora que hay más libertades, pero este es un buen momento para darse cuenta de que no tenemos todo ganado y que siempre es necesario tener un plan b, porque no todo siempre va a ser como queremos o esperamos".
"Uno tiene que buscar la forma de salir adelante y no por el resto, sino que por uno mismo, para tener la posibilidad de seguir viviendo",
Jeannette Escobar
"Desde hace poco más de cinco meses que estamos haciendo esto (las casas de perros y gateras) y nunca pensé que íbamos a llegar a tanto".