Juan Olivares Meza
Durante la tarde del ayer salió del patio de la Subcomisaría de Carabineros de Llolleo el contenedor de 40 pies que llegó a San Antonio con 25 toneladas de fuegos artificiales de contrabando provenientes de China.
El hecho, dado a conocer en exclusiva por Diario El Líder de San Antonio tras una investigación de varios días, causó toda clase de controversias entre las autoridades locales, al tiempo que generó indignación entre los vecinos de Llolleo que llegaron a organizarse para presentar un recurso de protección en la Corte de Apelaciones de Valparaíso.
Sobre este requerimiento, la abogada Loreto Paulina Jara dijo el martes que "la importancia de presentar este recurso de protección es porque hay toda una comunidad muy grande que está corriendo peligro a cada instante, cada minuto que pasa corre peligro y es necesario que las autoridades hagan lo que deben hacer, que es resguardar a la ciudadanía y en estos momentos no lo están haciendo".
Y eso fue justo lo que ocurrió durante la tarde ayer, cuando el controversial y peligroso cargamento finalmente salió de Llolleo con dirección al Regimiento Logístico N°2 de Arsenales de Guerra del Ejército, en la Región Metropolitana.
La maniobra fue confirmada por la delegada presidencial Gabriela Alcalde que, a través de un video, señaló que "hoy miércoles (ayer), a las 16 horas, ya se dio por retirado el contenedor que teníamos en la Subcomisaría de Llolleo con esta mercancía de fuegos artificiales. Una tremenda tranquilidad para toda la comuna de San Antonio, ya se ha retirado, se ha ido a la Región Metropolitana a un lugar seguro para que continúe la investigación".
En su momento, al ser consultado por diario El Líder, el ingeniero en prevención de riesgos José Carrasco, dijo que "los almacenes móviles de explosivos tienen que reunir ciertas características y un contenedor no las reúne porque en estos momentos ese material está almacenado y, según la información que ustedes manejan, lleva varios días en ese lugar, por lo que evidentemente está almacenado, no está en tránsito"
José Carrasco fue claro en su opinión profesional al argumentar que "ese contenedor no debería estar ahí porque ese lugar no está habilitado ni reúne las condiciones para almacenar este tipo de materiales. Si lo que hay en ese contenedor son materiales explosivos, debieran derivarlo a otro lugar".
Desde Estados Unidos, el experto internacional en emergencias y manejo de materiales peligrosos Jorge Carrasco, comentó que "el problema grave de los fuegos artificiales es una ignición en condiciones de confinamiento, cuando se encuentran almacenados al interior de un contenedor (…) una explosión de un TEU de 40 pies en un área urbana sería una masacre".
25 toneladas de fuegos artificiales tiene el contenedor que permaneció en la subcomisaría de Llolleo.