Matrimonio de viajeros llegó a El Tabo buscando tranquilidad y para instalar un local de comida
Desde 2015 Tatiana Hevia y Román Slavicek viven en el balneario, donde funciona su negocio California Burgers. Se conocieron en Nueva Zelanda, donde buscaban nutrirse de nuevas culturas y tradiciones.
Tres años de viajes le proporcionaron a Tatiana Hevia Salinas (35) y su marido Román Slavicek (35) una serie de experiencias para poner en práctica en su nueva vida.
Tatiana es de Santiago, mientras que su esposo es oriundo de República Checa. Se conocieron en 2013 producto de las ganas de ambos por conocer el mundo.
"Fue una cosa del destino. Creo que eso nos unió y desde ahí hemos estado juntos, llegando incluso a establecernos en lugares de los que ninguno es oriundo, para poder comenzar una nueva vida y apuntando a obtener mejores oportunidades", asegura Tatiana.
Recorridos
En 2013, luego de terminar sus estudios de Derecho, Tatiana Hevia tomó la decisión de vivir en Nueva Zelanda, con la idea de aprender inglés, trabajar y conocer una nueva cultura y costumbres.
Fue en este viaje cuando conoció a Román, quien en República Checa tuvo la misma idea: así sus destinos se juntaron.
"Nos conocimos trabajando en Nueva Zelanda, en un restaurante y desde ahí fue como un flechazo, podríamos decir. Nos fuimos conociendo y no nos separamos más, de ahí vino la idea de recorrer otros países", recordó la santiaguina.
-¿Compartían este interés por recorrer el mundo?
-Desde que me fui a Nueva Zelanda siempre me motivó eso de conocer otros países, otras culturas y de la misma forma irme nutriendo de ello. Claramente fueron esos mismos nutrientes los que llevaron a Román a salir de República Checa.
-¿Cuál fue el siguiente destino?
-Fueron varios en verdad, estuvimos en Guatemala, México, también en gran parte del centro y sur de América. Vivimos un año y medio en Canadá y de ahí después optamos por cambiar los rumbos.
Establecernos
Durante tres años, la pareja se dedicó a cumplir su sueño y conocer nuevos países y culturas, sin embargo, en un momento Tatiana ya estaba cansada.
Sin embargo, después de todas estas experiencias, tenía claro que no se establecería en Santiago, sino que en un lugar que le ofreciera mayor tranquilidad.
"Después de tres años, me vinieron las ganas de estar más en Chile y sobre todo cerca de mi familia. Opté por decirle a Román que era momento de establecernos acá, como ya éramos una pareja hace años, decidimos volver juntos", comenta.
-¿Hubo otros motivos para volver a Chile?
-Yo tenía mi carrera, me había convertido en profesional, entonces también tuve ganas de volver a mi país y poder ejercer mi carrera. Sentí que era el momento adecuado para volver e intentar cosas nuevas.
Un trabajo
En 2015 la pareja arribó a Chile, específicamente a El Tabo, lugar que les entregaba toda la tranquilidad que buscaban. Además Tatiana conocía el balneario.
"Parte de mi familia ha vivido acá en El Tabo, entonces tenía recuerdos de la zona y uno, que ha vivido gran parte de su vida en Santiago y en ese ajetreo, lo que más recuerda es la tranquilidad que un lugar ofrecía y en ese sentido recordaba de inmediato a El Tabo", argumentó.
-¿Pudo trabajar como abogada?
-Esa era una de mis principales ideas y se dio más rápido de lo que esperaba. Al poco tiempo de llegar a El Tabo comencé a trabajar en el Conservador de Bienes Raíces en San Antonio, porque mi especialidad es el Derecho Inmobiliario, que es todo lo que tiene que ver con propiedades.
-¿Sigue en este trabajo?
-No, después de un tiempo quise dedicarme a mi área de forma más independiente, que es lo que hago ahora, además del proyecto familiar que hemos gestado con mi marido durante los últimos años.
Hacer algo más
En 2016 la pareja decidió contraer matrimonio en El Tabo, la que se convirtió en su nueva ciudad.
Las mismas experiencias que habían adquirido con sus trabajos en distintos locales de comida a lo largo de sus viajes por el mundo, las querían aplicar en un proyecto.
"En el 2016, mismo año en que nos casamos, ya nos sentíamos preparados para esto, para comenzar algo nuestro y también poner en práctica todos los conocimientos que las experiencias fuera de Chile nos habían dado", manifiesta la abogada.
Fue así como decidieron crear California Burgers, un local de comida rápida ubicado en el centro de El Tabo.
-¿Cuál cree que es el sello de su local?
-Nosotros venimos de una familia de emprendedores. Mi abuela muchos años tuvo un local acá en esta comuna y la familia de Román también tiene locales de distintas áreas, entonces yo siento que era algo que venía en nuestros genes.
La tranquilidad
El matrimonio de emprendedores tiene un hijo de tres años, Tomás. Tatiana asegura que la tranquilidad que han tenido durante el proceso de crianza es impagable, pero también tiene sus complicaciones.
"Es tranquilo acá, eso no se puede negar, es cosa de ver la zona entre mayo y octubre, todo el litoral está vacío, solo quedamos los que vivimos acá. Eso es algo que nunca nos habría pasado en Santiago. Agradezco que mi hijo no se haya enfrentado a eso", añade.
-¿Tiene sus pro y contras todo esto?
-En efecto, porque nosotros tenemos el local, que aporta en un área a la comuna, pero hay cosas que escapan de nuestras manos, como más vida social o más locales de ropa. Eso quizás nunca lo veamos acá, pero si podemos hacer algo nosotros, lo intentaremos.
-¿Volvería a su vida en Santiago?
-No, no me gustaría volver a eso, iría de paseo y a hacer otras cosas, para que mi hijo conozca algunos lugares, pero no dejaría todo lo que hemos forjado acá desde hace seis años por las complicaciones que Santiago tiene como gran ciudad. La tranquilidad es lo que buscamos en nuestro proyecto familiar.
Año corrido
Una de las particularidades de California Burgers es que atiende durante todo el año, cosa que no ocurre con todos los locales del litoral central.
La atención continua les ha ayudado a mantener el negocio. Incluso tienen un segundo local, que esperan se transforme en un espacio de reunión con una cafetería.
"Aquí hay pocos lugares en donde uno puede reunirse con amigos a conversar un rato. Nosotros ofrecemos comida rápida, lo tenemos súper claro, pero también podemos apuntar a otras cosas y eso es lo que haremos con el segundo local que también tendrá una parte de cafetería", detalló.
-¿Es complicado atender todo el año?
-La verdad ha sido beneficioso en muchos sentidos, porque damos trabajo a varias personas de forma fija y no por un tiempo determinado como pasa con otros colegas del rubro, además con esta misma temática nos hemos podido posicionar en la zona y eso es algo que no pensé que ocurriría tan rápido.
"Es tranquilo acá, eso no se puede negar, es cosa de ver la zona entre mayo y octubre. Vemos todo el litoral casi vacío, con suerte con quienes vivimos acá",
Tatiana Hevia.
"Aquí hay pocos lugares en donde uno puede reunirse con amigos a conversar un rato",
Tatiana Hevia.