Las hermanas que se unieron para emprender con ropa y accesorios
Daniela e Ivon Duarte se enfrentaron al confinamiento y tuvieron complicaciones como la mayoría. Para distraerse y tener ingresos extras comenzaron a ofrecer distintos productos a precios accesibles.
Las largas cuarentenas y las restricciones de la pandemia afianzaron aún más la relación entre las hermanas Daniela (38) e Ivon Duarte Hernández (33).
La primera estudió educación parvularia y posteriormente continuó con educación diferencial, ambas en Viña del Mar.
"Como muchos jóvenes de acá, yo también tuve que salir para estudiar. Muchos después vuelven para encontrar trabajo y desempeñarse en San Antonio, pero a mí se me presentó la oportunidad contraria y así ya han pasado 14 años", cuenta Daniela.
-¿Te quedaste en Viña después de terminar de estudiar?
-Claro, de alguna forma yo continué con mi rutina de universitaria, por decirlo de alguna forma. En la semana trabajo y después el fin de semana viajo, porque afortunadamente San Antonio está muy cerca para poder visitar a mi familia, principalmente a mis papás.
Otro rumbo
Su hermana Ivon también estudió fuera de San Antonio, pero ella sí retornó a la zona cuando se convirtió en profesional.
Además, al poco tiempo encontró trabajo en su profesión como kinesióloga en la comuna puerto, por lo que con mayor razón pudo quedarse.
"Yo en algún momento pensé que podría hacerlo como la Ivon y trabajar en San Antonio, pero como mi trabajo me acomoda, me gusta y puedo explotar todo mi potencial, finalmente me convencí que mi destino laboral estaba fuera de San Antonio", asegura Daniela.
-¿Nunca se dio la posibilidad de volver y trabajar acá en San Antonio?
-Me hubiera gustado, pero ya estaba instalada en Viña. Después de encontrar trabajo nunca me preocupé de buscar otro en San Antonio. Me gusta estar en un lugar donde me siento cómoda y además puedo viajar todas las semanas para ver a mis papás.
Distintas carreras
Daniela confiesa que desde muy pequeña tuvo el anhelo de estudiar algo relacionado con la educación y, por lo mismo, decidió dedicarse a enseñar a los niños.
"Siempre he sentido que los niños aprenden muy rápido; tienen esa capacidad de absorber todo como esponjas. Como tenía esa percepción y quería enseñarles desde muy pequeños de la mejor forma, me decidí por esta área", explica.
-¿Por qué después siguió educación diferencial?
-Lo que pasa es que se me dio la oportunidad y me puse a pensar que quería enseñar a los niños desde temprana edad, pero también podía ser de mucha ayuda que enseñara, desde temprana edad, a niños que tenían alguna complicación y ahí me terminé enamorando de esta nueva área de mi trabajo.
-¿Por qué Ivon decide estudiar kinesiología?
-Siempre estuvimos ligadas al área de la salud por mi mamá. Ella es paramédica jubilada del hospital Claudio Vicuña, entonces era algo que conocíamos. Ivon decidió dedicarse profesionalmente al tema de la salud, pero optando por kinesiología, especialmente en lo referido a la parte muscular de los pacientes.
Pandemia
El momento más complejo desde el punto de vista laboral ocurrió el año pasado para ambas, a principios de la pandemia del covid-19.
Daniela no podía realizar clases presenciales y para Ivon era complicado trabajar debido a que sus atenciones requieren de contacto directo con los pacientes.
"Ivon estuvo algún tiempo sin trabajar y eso fue lo más difícil. Yo continué trabajando porque soy profesora, pero era súper complicado hacerlo de forma online, porque trabajo con niños pequeños, no muy grandes, entonces fue un tanto estresante", reconoce la mayor de estas dos hermanas.
-¿Cómo lo hizo para mejorar la situación?
-Pienso que no hubo una clave mágica, porque hay que tener en cuenta que todos nos enfrentábamos por primera vez a la pandemia y, además, había que seguir trabajando, porque la educación de los niños no puede parar.
"A medida que pasaba el tiempo, más restricciones había, entonces me di cuenta de que después me costaría más viajar para ver a mi familia, y como estábamos en cuarentena y no íbamos a volver a la presencialidad, me vine el año pasado a pasar ese tiempo a San Antonio", relata.
Gran parte del año pasado, Daniela estuvo en la casa de sus padres en Alto Mirador, donde continuaba trabajando, pero de forma remota.
Crear algo
Al poco tiempo de haber llegado, con su hermana comenzaron a pensar qué más podían hacer. Ella necesitaba algo que la distrajera de su actividad laboral, e Ivon quería generar otros ingresos debido a que su rubro estaba muy complicado debido a las restricciones de movilidad.
"Algo que siempre hemos tenido en común con mi hermana, además de lo unidas que hemos sido, es que somos amantes de la ropa y los accesorios. Nos dimos cuenta que había cosas que a San Antonio no llegaban porque no estaba la tienda o porque la comuna no estaba contemplada para los envíos", sostiene la educadora.
-¿Qué buscaban?
-Como somos de San Antonio y tenemos muchas conocidas, nos percatamos que también les pasaba lo mismo, incluso con cosas del extranjero, y pensamos que nosotras podíamos traer esas cosas a precios accesibles y ofrecer otra alternativa para la gente de la provincia.
En mayo del año pasado, en los peores momentos de la pandemia, las hermanas Duarte crearon Topp Outlet, una página de Instagram, a través de la cual venden distintos productos de moda, como ropa y accesorios para mujeres sanantoninas.
"Nuestro sello es ofrecer cosas que acá no se ven y que si las traen son a precios elevadísimos. Nuestros productos estrella son los cepillos de dientes de bambú y los calzones que sirven para el periodo menstrual, porque son ecológicos", añade Daniela.
-¿Buscaban esa mirada ecológica?
-Se dio sola la verdad, por las mismas necesidades de las clientas. Y como estábamos en medio de la pandemia, comenzaron a pedir, desde distintos rubros, portacredenciales, porque también se volvieron algo fundamental en este tiempo y ahí incursionamos en otra área.
-¿Cómo les fue con la ropa y los accesorios?
-Eso fue con lo que partimos y lo hemos mantenido en este tiempo. Las clientas agradecen tener ciertas prendas o accesorios a su alcance y que son cosas un poquito más exclusivas.
"Sigo viajando los fines de semana a San Antonio desde hace algunos meses, y eso nos permite hacer los repartos personalmente en esos días. Eso nos ha permitido conocer y generar lazos con las clientas que nos han preferido y que nos permiten mantenernos en este emprendimiento", afirma Daniela.
-¿Fue importante atreverse a emprender?
-Creo que a muchos les puede costar por los miedos que esto genera, porque uno nunca quiere fracasar al intentar con un negocio, pero creo que es importante tener fe y atreverse, porque como dice el dicho, el que no se arriesga, no cruza el río, y lo importante es intentarlo.
"Siempre he sentido que los niños aprenden muy rápido; tienen esa capacidad de absorber todo como esponjas",
Daniela Duarte
"Hay que tener en cuenta que todos nos enfrentábamos por primera vez a la pandemia y, además, había que seguir trabajando, porque la educación de los niños no puede parar",
Daniela Duarte
"Algo que siempre hemos tenido en común con mi hermana, además de lo unidas que hemos sido, es que somos amantes de la ropa y los accesorios",
Daniela Duarte





