Diego Gotelli C.
Aludes, anegamiento de calles e inundaciones de locales comerciales fueron parte de los estragos que dejó el sistema frontal que viene azotando desde inicios de esta semana a la zona centro sur del país.
Los primeros efectos de las lluvias se comenzaron a ver la tarde del martes, cuando sectores rurales de Molina quedaron aislados por crecidas de ríos, mientras que por la noche la saturación de colectores en Ancud desplazó el agua hacia adentro de restaurantes y otros 20 comercios en Chiloé.
"Este es el cuento de nunca acabar. Todos los años lo mismo. Todos los años pierdo dos o tres máquinas", se lamentó Norma Oyarce, quien ayer limpiaba el agua que ingresó a su local gastronómico.
Más al norte, en la Región Metropolitana, hasta la tarde aún esperaban la llegada de lo peor del pronóstico, que preveía hasta 30 milímetros de agua caída en pocas horas durante la noche, lo que mantenía en alerta a las autoridades locales por posibles aluviones y caída de rocas dada la escasa nieve que protege la cordillera por la sequía.
Para los sectores más urbanos, el Gobierno desplegó 30 cuadrillas equipadas con motobombas para despejar calles inundadas, mientras que el gobernador Claudio Orrego se reunió con las eléctricas para coordinar medidas ante un eventual corte de suministro por los fuertes vientos que se vaticinaban.
La mayor inquietud estaba puesta en el sector cordillerano y precordillerano, donde se esperaba un mayor impacto del evento climático. En las primeras horas en San José de Maipo ya habían caído 12 milímetros de agua, causando aludes de barro que llevaron a restringir el tránsito en el camino a el Embalse El Yeso.
El sector era especialmente monitoreado con drones dado el reciente episodio aluvional vivido en el verano que arrasó con la localidad de San Alfonso. Ayer varios de sus vecinos habían salido del lugar por precaución, y las autoridades llamaban a evitar acudir a sectores en altura.
"No vayan a los lugares donde puedan correr riesgo. La mejor manera de prevenir emergencias es no acercarse a estos lugares (la cordillera)", dijo el ministro de Obras Públicas, Alfredo Moreno, quien garantizó que como cartera se prepararon para mitigar anegamientos, despejando quebradas y esteros.
Alejarse
Desde la Onemi precisaron que el llamado a evitar esos sectores se extiende para los días post lluvia, al menos hasta el fin de semana, pues los terrenos van a quedar "inestables", afirmó el director metropolitano del organismo, Miguel Muñoz.
"Las personas que suban a la nieve estarán muy expuestas. No es el momento para hacer excursionismo ni para hacer turismo", enfatizó.
Sábado
La Dirección Meteorológica mantenía anoche una alerta por tormentas eléctricas en 10 regiones, aunque se esperaba que lo peor del pronóstico terminara a eso de las 10.00 horas de hoy en la zona central.
El meteorólogo Arnaldo Zúñiga pronosticó que luego la lluvia amainaría, desplazándose hacia Argentina con una probabilidad de alcanzar durante el día a Coquimbo.
Para mañana se espera que el evento climático acabe, con una baja probabilidad de chubascos débiles. Pero, al mismo tiempo, otro sistema frontal estará avanzando por el océano, y llegaría el fin de semana al país.
Se prevé que el nuevo evento provoque lluvias el sábado en la zona sur, ascendiendo hasta llegar por la noche a la capital, aunque con menor intensidad.
"Inicialmente las proyecciones hablan de una probabilidad alta de que afecta inicialmente desde el Biobío hacia el sur. En la zona central inicialmente (se prevé) con nubosidad y no se descarta algunas precipitaciones ocasionales", señaló Zúñiga.