Profesora de Educación Física motiva a mujeres a atreverse con el deporte y la vida sana
Bárbara Pérez realiza clases personalizadas para cambiar los estilos de vida sedentaria y además vende ropa deportiva de todas las tallas.
Una de las motivaciones que tiene Bárbara Pérez Venegas (30) en el ámbito deportivo es empoderar a otras mujeres y motivarlas a que encuentren la forma de llevar una vida saludable.
A pesar de la pandemia intensificó su trabajo y realizó una introspección que la llevó a desarrollar un postura frente a la vida que intenta transmitir a sus congéneres.
"Siento que si bien, antes de la pandemia, había gente que se preocupaba por su salud, sobre todo en el ámbito deportivo, al estar encerrados muchos se dieron cuenta de lo mal que les estaba haciendo el sedentarismo y quise ayudar a que enfrentaran esta situación", cuenta Bárbara.
Salud y deporte
En 2008, Bárbara Pérez comenzó a estudiar Kinesiología, pero asegura que su real sueño era convertirse en profesora de Educación Física.
Durante dos años y medio estudió la primera carrera, hasta que se dio cuenta que con esta profesión no aportaría a la comunidad como ella quería.
"Siempre quise estudiar Educación Física y con el tiempo me di cuenta de que no podía seguir en Kinesiología, pese a que para muchos había pasado mucho tiempo en esa carrera, pero al final, creo que uno debe hacer lo que le hace feliz, sobre todo si hablamos de algo que se supone haremos el resto de nuestras vidas", argumentó.
-¿Eran parecidas las carreras?
-La verdad se complementan un poco. Los conocimientos que adquirí en esos dos años y medio de carrera, los puse en práctica a la hora de entrenar, principalmente porque al tener ciertos conocimientos, podemos aplicarlos y evitar lesiones, por ejemplo.
-¿Es un sueño cumplido ser profesora de Educación Física?
-Por donde se le mire, no me arrepiento de esos dos años y medio que pasé en Kinesiología, pero creo que, si hubiera seguido ahí, no hubiera crecido tanto como persona, como sí siento que me pasó al estudiar Educación Física, porque estoy haciendo algo que como mencione es un sueño.
Generar dinero
A mediados de 2010, momento en que Bárbara decide cambiar de carrera, su familia atravesó por una compleja situación económica, por lo que tuvo que buscar la manera de ayudar a generar recursos.
Pese a que estaba estudiando se las ingenió para comenzar a vender distintos productos en la universidad, como comida, pero ligada a un estilo de vida saludable.
"Fue como si de un momento a otro, el estilo de vida, entre comillas acomodado que tenía, hubiera desaparecido y tuve que rebuscarlas para solventar mis gastos y ayudar en lo que más se pudiera a mis papás, porque además estaban pagando mis estudios", recordó Bárbara Pérez.
Sándwiches, ensaladas y otros alimentos comenzó a vender la vecina de Santo Domingo cuando estudiaba en la Universidad Andrés Bello en Viña del Mar.
"Trataba de que todo lo que pudiera vender fuera lo más saludable posible, con la idea igual de demostrar que uno puede comer rico, barato, pero también saludable. Siempre se dice que los universitarios se alimentan súper mal, pero quería romper, aunque fuera un poquito, esa realidad", agrega.
-¿Lo consiguió?
-No sé si alguna vez conseguí hacer un real cambio con eso, pero sí pude cumplir, de alguna forma, mi meta de mantenerme y ayudar en lo que podía a mi familia. Siento que todo eso me hizo crecer bastante y es algo que agradezco.
Volver a su lugar
En el año 2016, Bárbara retornó a la provincia luego de culminar sus estudios y comenzó a vivir en la comuna de Santo Domingo.
Detalla que entre sus planes siempre estuvo volver a la zona luego de titularse, con la finalidad de retribuir al lugar que la vio crecer, ahora como una profesional.
"Yo sé que de la noche a la mañana no se hacen los grandes cambios, pero cada granito de arena es importante para todo esto. A veces, uno no se da cuenta, pero con las acciones que nacen del corazón, puede que le esté cambiando la vida a alguien", enfatiza al respecto.
-¿Comenzó de inmediato la búsqueda de trabajo?
-Me da un poco de risa, pero quizás nunca tuve una búsqueda exhaustiva de trabajo, ya que llegué a la zona y a las pocas semanas me llamaron de la Municipalidad de San Antonio, en el 2016, desde ese momento que soy parte del equipo.
Así llegaron los talleres municipales y los de acondicionamiento físico en distintos sectores de la comuna puerto, principalmente en los cerros.
"La mayoría de los talleres que realizo son para mujeres, quienes siempre estamos condicionadas al tema del físico y eso es súper frustrante. Uno se tiene que querer como es, lo aplico mucho, pero no podemos negar, que tenemos que priorizar nuestra salud ante todo", recomendó la profesora de Educación Física.
Personalizados
Con el inicio del estallido social los trabajos y reuniones se suspendieron y posteriormente con la pandemia, Bárbara se enfrentó a la falta de trabajo y a una disminución de ingresos.
Sin embargo, el panorama poco a poco parecía solucionarse, pero sus alumnas quisieron ir por más, cuando luego de algunos entrenamientos, comenzaron a notar cambios.
"Yo creo, por lo que he visto, que fue muy poca la gente que perdió peso en lugar de ganarlo y eso le estaba pasando a las mujeres, que sentían que al estar todo el día en sus casas y no poder salir a hacer actividades que antes sí hacían, estaban subiendo de peso", analizó.
-¿Tuvo alguna idea?
-Realizaba clases online y presenciales de acondicionamiento físico cuando se permitía, pero todos los cuerpos son distintos y necesitan distintas cosas, entonces mis alumnas comenzaron a pedirme clases personalizadas y volqué todas mis energías a eso, para también mantenerme.
Bárbara sintió que esta idea podía ser muy beneficiosa, incluso para ella, por lo que en mayo de 2020 comenzó a realizar clases personalizadas de acondicionamiento físico.
Al poco tiempo, cuando las condiciones lo permitieron, pudo retomar su trabajo en el municipio y de esa forma, estar más aliviada económicamente.
"Veo igual todo esto que ha pasado como una oportunidad. Estaba sin trabajo y plata, pero estoy haciendo algo ligado a mi profesión y por lo demás motivando a las sanantoninas a adquirir los cambios que quizás por mucho tiempo han buscado", añade.
Algo cómodo
En un momento determinado de su vida, por poco probable que le pareciera a la gente, según cuenta Bárbara, estuvo con sobrepeso y quiso hacer algo al respecto.
"A diferencia del estilo de vida que llevaba en la universidad, cuando me titulé y comencé a trabajar, estuve mucho tiempo tras un escritorio, siendo poco activa o alimentándome mal. Sentía que la ropa no era como yo quería para volver a ejercitarme", detalla.
Con una inversión de 90 mil pesos, que su pololo Sebastián le prestó y la motivó a atreverse, Bárbara comenzó a vender ropa deportiva para todos los cuerpos y así volver a hacer deporte.
"Me daba mucha lata que la ropa más grande de deporte o la más pequeña, no estuviera pensada con tanta dedicación como la de tallas más comunes. Quise cambiar eso y creé B.complentosfit, una tienda de ropa deportiva, pero para todas", puntualiza.
A través de Instagram o WhatsApp (+56949286895) Bárbara Pérez recibe pedidos de las prendas deportivas que ofrece, además de accesorios, buscando entregar todo lo necesario para un entrenamiento deportivo cómodo.
"A veces, uno no se da cuenta, pero con las acciones que nacen del corazón, puede que le esté cambiando la vida a alguien",
Bárbara Pérez.
"Me daba mucha lata que la ropa más grande de deporte o la más pequeña, no estuviera pensada con dedicación como la de tallas más comunes",
Bárbara Pérez.