El músico que encontró en el mar una ruta para su nueva etapa creativa
Alfredo Farías, dueño de una extensa trayectoria, acaba de lanzar su sencillo "Trazo sin fin", inspirado en la historia de un niño que conoce el mar en una visita a las desaparecidas cabañas que la CUT tenía en Santo Domingo.
Cada día, al salir al patio de su casa de Barrancas, Alfredo Farías se encuentra de frente en el mar. Durante sus 51 años de vida, este paisaje ha inundado su ser y hoy se desborda con naturalidad y fuerza en sus canciones.
Con 20 años de carrera, el músico sanantonino se encuentra presentando oficialmente su primera producción, titulada "Con vista al mar. Canciones y memoria", un proceso que él califica como un "hito importante para mí".
Aunque la música lo acompaña desde mucho antes, el año 2000 Farías comenzó a dedicarse exclusivamente a esta y en 2019 decidió entregarse por completo a la composición de sus propias canciones.
"Tenía la inquietud de hacer algo original, algo propio, y de tener una banda, pero no el plan de cómo lo iba a hacer. En cierto modo, la pandemia y toda esta mala racha me favoreció, porque me permitió encerrarme, porque de otra manera no lo habría hecho. Estaba metido en tantos trabajos, en tantos eventos y tenía una vida social activa, que no me daba el tiempo de sentarme a hacer una canción", comenta.
Trazo sin fin
En "Con Vista al mar", el músico rescató los paisajes del Litoral Central y las vivencias de sus habitantes y las fue convirtiendo en canción. Hasta la fecha ha presentado "Sin miedo y sin duda", "Con vista al mar" y "Viajando a Cartagena", y el viernes pasado fue el turno de su último sencillo: "Trazo sin fin".
Sobre este último lanzamiento, revela que "la canción nació cuando vi el documental 'Un verano feliz' (Alejandro Segovia, 1972), que cuenta la historia del centro recreativo de la CUT que había en Santo Domingo. Hay muchas cosas que me emocionan y me ligan a ese espacio. Me llamó la atención porque yo estuve tocando con una orquesta de música bailable en esas cabañas en los 80, cuando era de otros dueños, ya había pasado a manos del Ejército o de la PDI. Trazo sin fin habla de un niño que llega a conocer el mar".
-Todas sus canciones están ligadas al paisaje local…
-Yo quería que la producción tuviese ese sello, iba pensado hacia allá. Yo salgo al patio de mi casa y tengo la vista al mar, siempre ha sido así, y quería que los protagonistas y las historias lo tuvieran como telón de fondo.
Farías observa que "nuestra niñez, las vivencias importantes o los días felices han sido con el mar de fondo; después de un carrete vamos a la playa, o si es un día triste y uno quiere relajarse va a la playa también. El mar tiene muchos significados para nosotros, para mí, y quería rescatar eso".
"Quería que tuviera identidad no solo para San Antonio, sino para cualquier ciudad costera, que si lo escucha alguien en Río de Janeiro o en una playa de Colombia puedan identificarse por historias similares. El paisaje nos inunda, nos influye mucho", sostiene.
Primeros años
El cantautor comenzó su carrera musical cuando era niño. "Cuando uno tiene talento, ganas o le gusta la música uno empieza de pequeñito. Yo empecé a los 13 años y a los 14 ya estaba en un escenario grande, ganando un festival con Taquimara, un grupo de música andina y latinoamericana".
-¿Qué ganaron?
-Ganamos un festival importante de San Pedro de Melipilla, allá en el campo. Éramos chiquititos, teníamos 14 o 15 años, y ya habíamos ganado un festival y frente a gente grande. Eso fue un gran aliciente para nosotros. Todos cantábamos y teníamos dos directores. Hicimos la tonada de Manuel Rodríguez y con eso ganamos el festival, que tenía un premio económico, fue un gran estímulo que nos dio mucho como grupo.
Sobre ese tiempo, manifiesta que "como grupo ya teníamos el reconocimiento local, íbamos a las peñas y encuentros folclóricos que se hacían acá. Había mucha movida cultural, se respetaba bastante a los artistas, porque el mundo era muy diferente, no existía esto del mp3 o las aplicaciones, no había mucho acceso a la música grabada, entonces se privilegiaba la música en vivo. Nos iba bien con el público".
Luego de eso, Alfredo, demostrando desde sus primeros años su versatilidad musical, comenzó a trabajar a los 18 años en el grupo bailable Sonora Combo Contacto. "(Lo hacía) para ganar lucas. Paralelamente, trabajaba en una ferretería y los fines de semana tocaba".
Sobre su relación con la música, expresa que "todos los días uno toca, ni siquiera por práctica, es como un juego, es un pasatiempo y uno siempre está con un instrumento en la mano. Vas desarrollando tu inteligencia, tu creatividad y estímulos bien interesantes al ejecutar el instrumento. Se te pasa el tiempo volando cuando estás con el instrumento y quieres crecer. Y más todavía cuando estás con un grupo, y si estás con público mejor todavía".
Voz social
Antes de trabajar incesantemente en "Con vista al mar", producción ejecutada gracias a un Fondo Ficsa 2020 del Centro Cultural San Antonio, Farías realizó una carrera como intérprete y músico de agrupaciones emblemáticas para la provincia, como Nacho Cerda y la 4x4, ganadora del segundo lugar en la competencia del Festival del Huaso de Olmué en 2020.
Además, él también fue voz de causas sociales. "Hice dos canciones para el movimiento No + AFP, que tenían una letra potente con respecto a esa demanda y recorrieron bastantes lugares. Las subimos a YouTube para que la gente las usara y, de hecho, recuerdo que un día un amigo de Ovalle me llamó para contarme que mi canción estaba sonando en un acto de allá".
"Me sentí haciendo un aporte musical para el movimiento, entre todos los artistas que hicieron canciones para el movimiento. Fue importante esa demanda, todavía lo es", afirma sobre la lucha de la Coordinadora No+AFP, donde participó como vocero por dos años.
El músico reflexiona que "antes del movimiento, del gran estallido, ya veníamos como entes culturales moviendo las aguas. No te voy a decir que nos adelantamos, pero sí podíamos captar toda esta energía que venía y logramos hacer canciones con eso (…). Muchos artistas estamos atentos, con las orejas abiertas y las antenas paradas para llevar la voz de la gente a canciones o ritmos".
-¿Ese es el sentir de un artista con compromiso social?
-Claro, es que más que compromiso, uno es parte de esa sociedad. Yo soy un hombre de calle, siempre he estado con la gente, no soy dirigente ni nada, pero converso con la gente y me doy cuenta de las inquietudes y a veces de estas salen canciones.
-¿Cuál es la inquietud que lo moviliza ahora?
-La inquietud que yo tengo ahora es mostrar o mostrarnos a nosotros los sanantoninos que, a pesar de que nos gobierna la globalización y el consumismo, y de lo acelerada que puede ser la vida, tenemos espacios que debemos cuidar y proteger. Si no lo hacemos nos vamos a transformar en una ciudad como hay en tantos lugares, sin identidad, sin nada que nos ligue a nuestra historia.
"Yo salgo al patio de mi casa y tengo la vista al mar, siempre ha sido así, y quería que los protagonistas y las historias lo tuvieran como telón de fondo",
Alfredo Farías
"Cuando uno tiene talento, ganas o le gusta la música uno empieza de pequeñito. Yo empecé a los 13 años y a los 14 ya estaba en un escenario grande".
"(Antes) había mucha movida cultural, se respetaba bastante a los artistas, porque el mundo era muy diferente, no existía esto del mp3 o las aplicaciones",